El portal OPI Santa Cruz se ocupó hoy de la reaparición de Sophia Energy en cateos por Uranio en la provincia de Santa Cruz.
En los últimos días apareció la empresa Sophie Energy SA, buscando “licencia social” para explotar uranio en Laguna Sirven, un terreno disputado por la comunidad Mapuche de Las Heras y que oportunamente fuera noticia a nivel nacional, cuando OPI publicó en el 2009, que la empresa Mercest SA, propiedad de Eduardo Costa había tenido problemas con los habitantes de Sirven y que su Directora era la Dra. Susy Bello Knoll, a su vez amiga y socia de Julio De Vido y Claudia Minicelli. La historia parece repetirse, aunque bajo otra denominación, pero con los mismos nombres y actores.
Tal como resalta un diario local “La empresa Sophia Energy SA espera lograr los permisos ambientales, evaluación de antecedentes y trabajos necesarios para poder explorar uranio, en la zona de Laguna Sirven. La minera – señala el artículo – se basa en los estudios del CNEA y asegura que en la zona hay “mucho potencial” para una explotación que sería sólo superficial”.
La nueva empresa que intenta obtener la “licencia social”, a pesar de las leyes que específicamente hablan de este tema del uranio, su obtención y los riesgos para las poblaciones vecinas, apareció en el concierto de empresas mineras como una más, sin embargo, tras el antecedente que existe, sobre lo publicado por OPI en el año 2009 mediante seis notas que abordan los problemas que hubo en las Heras entre Mercest SA y la familia Mapuche del cacique Limonau, decidimos ahondar sobre quiénes eran los interesados por este emprendimiento que oportunamente había fracasado en Santa Cruz, debido, precisamente, al rechazo público y social de este tipo de explotación.
Susy Bello Knoll: clave en el negocio, según OPI
Para nuestra sorpresa, la empresa Sophía Energy SA que hoy busca “licencia social” como Mercest SA en su momento, también pertenece a la familia del actual diputado nacional del Radicalismo y candidato a gobernador, Eduardo Costa. Cualquiera podría pensar que, fracasado el intento con Mercest SA, la cual se silenció luego del gran escándalo que se armó cuando la familia Limonau denunció que los equipos, máquinas y camiones que sacaban material en grandes cantidades del sector de Laguna Sirven, nunca habían solicitado permiso para catear allí y también denunciaron haber sido engañados por la empresa minera, se podría pensar – reitero – que volvieron con otro nombre para insistir en el objetivo que es explotar el uranio de Sirven a cualquier costo. En aquella oportunidad, la Sra Alicia López, representante de la comunidad, le dijo a OPI “aquí entraron sin avisar y se llevaron algo más que muestras como dijeron, salían los camiones y las máquinas excavaban por todos lados”, señaló en ese momento.
En apariencia, el fracaso de aquella embestida de la familia Costa, a través de Mercest SA, hizo que decidieran sacar a la controvertida empresa del medio, Eduardo se corrió porque como candidato a gobernador se le achacaban intereses cruzados (comerciales y políticos) y en estos años prácticamente no se supo más ni de esta firma, ni de otra que estuviera interesada en la explotación de uranio en Sirven, hasta que el último lunes, apareció una nota en la Opinión Austral, donde Sophia Energy SA, pide “licencia social” y, como corresponde, fuimos a ver de quién se trataba y cuáles son sus avales para requerir en la provincia, la explotación del yacimiento de uranio más grande de Sudamérica, dicho por los expertos y donde existe enorme facilidad para extraer el material que está a nivel de superficie.
Sophia Energy SA, fue creada el 24 de mayo de 2011 y sus socios son: Carlos Eduardo Costa, argentino, casado, empresario, (LE: 7.324.890) con domicilio en San Martín 673, Río Gallegos; Martha Suárez de Costa, argentina, casada, empresaria, (LC: 3.860.891) domiciliado en San Martín 673, Río Gallegos y Susy Inés Bello Knoll, argentina, casada, abogada, (DNI: 14.098.463), domiciliada Avenida Córdoba 1145, Piso 4 o Oficina A, Capital Federal.
Para comparar ambas empresas, recordamos que cuando en el 2009 OPI publicó la constitución societaria de Mercest SA, esta se componía de las siguientes personas: Martha Suárez de Costa (L.C 3.860.891), Carlos Eduardo Costa (L.E 7.324.890), Eduardo Raúl Costa (DNI 14.656.727) y Horacio Alejandro Costa (16.419.451), todos ellos figuraban con una participación igualitaria en la sociedad como tenedores de 23.885 acciones cada uno.
La Dra Susy Inés Bello Knoll mantenía una parte minoritaria de la empresa con 16.860 acciones en su poder como Presidenta de Mercest S.A que había declarado un capital social de $ 112.400,00, elegida en ese cargo por la familia Costa y Directora titular de la firma, cargo por el que cobraba la suma de 40 mil pesos y mantenía como Director suplente a Carlos Eduardo Costa.
Sophia Energy SA abrió su actividad en el 2011 con un capital de $ 30.000 y de acuerdo a la documentación a la que tuvimos acceso, la sede social está inscripta (Darío Rodolfo Campos, Tomo 58, Folio 546 CPACF por escritura de constitución del 24/05/11) en Avda Córdoba 1145 Piso 4 Dpto “A” de capital Federal. Este domicilio pertenece al declarado como domicilio personal de la Dra Susy Knoll.
Los miembros de la administración de Sophie Energy SA son Susy Inés Bello Knoll, como Directora Titular y Presidente y Director Suplente, figura Carlos Eduardo Costa.
Mapa de Santa Cruz, la Laguna Sirven en el centro del deseo
En el objeto societario que figura en los registros, Sophia Energy SA estáhabilitada para: a) prospección, exploración y explotación de minas de cualquier tipo de minerales metalíferos y no metalíferos, ferrosos o no ferrosos, canteras, elaboración, venta y exportación de sus productos y subproductos, pudiendo a tal fin adquirir y enajenar minas y derechos relacionados con las mismas dentro y fuera del país, hacer manifestaciones de hallazgos, solicitar y ratificar cateos, socavaciones o restauraciones, minas vacantes, expropiaciones de superficie, servidumbres, y cualquier otro derecho minero vinculado a la minería; b) cesión y adquisición de derechos, compra, venta, permuta, alquiler, prestación de servicios, intermediación y cualquier otra actividad relacionada con los fines antes enunciados así como adquisición de tierras y maquinarias al efecto.
En el año 2009 nos llamó la atención que la Dra Susy Bello Knoll, estuviera en el Directorio de varias empresas de Eduardo Costa e íntima amiga del matrimonio de Julio de Vido y Alessandra Minicelli. Recordábamos entonces que con la esposa del Ministro de Planificación, Knol compartía cátedras en cursos de posgrados que dictaban en conjunto en las universidades, sobre temas empresariales.
Y también recordamos una nota de periodista Gabriel Sued en La Nacion que por aquella época había escrito que, en relación con el sobreseimiento que favoreciera a De Vido en una causa por enriquecimiento ilícito, se mencionaba allí que el Ministro de Planificación vivía en un departamento de la Avenida del Libertador y Ortíz de Ocampo, pagando un alquiler, según la denuncia en ese momento, de 3000 dólares mensuales y el detalle con que nos encontramos, por entonces, es que la propiedad pertenece a una sociedad que preside la abogada Susy Bello Knoll, socia de Minnicelli, en una consultora fundada en 2007.
Luego a Susy Knoll la hemos registrado como integrante de varias empresas de Eduardo Costa y claro está, en ese momento llamó la atención pública que esta abogada íntima amiga y socia de Julio de Vido, tenga lazos comerciales y de amistad tan estrechos con el principal candidato de la oposición en Santa Cruz. De aquello no se supo nada más, hasta hoy.
Ahora aparece la empresa Sophia Energy SA, con distinto nombre, sin experiencia comprobada en la actividad minera (y menos aún en uranio), un capital exiguo y las mismas personas aparecen en el Directorio de una y otra empresa (Mercest y la actual). La nueva firma, ahora, está orientada a entrar en la provincia haciendo pública su llegada y pretendiendo obtener la “licencia social”, que es nada más y nada menos que la aprobación de los habitantes próximos a Laguna Sirven (Las Heras) que deben decidir si quieren o no ser parte de estos emprendimientos mineros, asumiendo todos los riesgos que conlleva, una actividad a cielo abierto como las encaminadas a obtener uranio de la zona.
Eduardo Costa
La discusión en su momento, fue porque la empresa Mercest SA ingresó irregularmente a un terreno, cuya disputa histórica está en manos de los residentes Mapuches, quienes a su vez poseen el instrumento legal que los acredita como propietarios. La entrada de los cateos sin autorización y mediante las denuncias de los Limonau, de que habían sido engañados, por los operadores de esta empresa, encendió la luz amarilla en medio de una campaña política, donde, uno de los dueños de la firma, era nada menos que el candidato de la oposición que pugnaba por llegar a ser gobernador.
Allí, entonces, se planteaba también una cuestión ética. Aparentemente, se habría resuelto con el alejamiento de Mercest SA y también con la salida de Eduardo Costa del directorio, hecho que los encargados del prensa del Radicalismo lo expresaron en más de una oportunidad.
La nueva empresa que apareció ahora, Sophia Energy SA, reabre la misma discusión de entonces, pues, si bien en este caso no se la puede cuestionar desde el punto de vista legal, porque de hecho “está en curso de obtener licencia social” para realizar los cateos y proyectar las operaciones, la cuestión ética no ha desaparecido, porque la empresa sigue siendo de la familia de quien tiene grandes chances de ser gobernador en octubre y si eso sucede, habrá una colisión de intereses que podría encender suspicacias a futuro; no olvidemos que no se trata de una empresa que ya viene explotando y que durante el tiempo de concesión, un integrante de la familia del directorio asume la gobernación, sino que se tratará de un hecho que (de obtener permiso para explorar y explotar uranio) sabiendo el candidato que tiene altas probabilidades de gobernar Santa Cruz, busca afanosamente concretar este contrato millonario de explotación de material sensible y estratégico.
Por otro lado, hay también una cierta crítica hacia la forma en que se vinculan los hechos, dado que al intento fallido de obtener el negocio, mediante una empresa cuestionada y con la cual no tenían posibilidades ciertas de llegar a concretarlo, le buscaron la vuelta de manera que Mercest SA, transfiriera sus derechos a “Isla Grande SRL”, que a su vez las transfirió a otras dos sociedades ‘Victory Gold SA’ y ‘Sophia Energy SA’ que tienen en sus directorios, actores relacionados y que en algunos casos se repiten.
Si al kirchnerismo se lo está denunciando y se le está reclamando por la creación de empresas y simulación de otras, para ganar licitaciones, encubrir negocios del poder y hasta lavar dinero, es muy acertado pensar que, tal vez, en menor escala pero con similar actitud, aquí esté ocurriendo algo parecido, lo cual se agrava si además aparece en el horizonte político de Santa Cruz, Eduardo Costa, como un posible hombre a gobernar los próximo 4 años a la provincia y más aún si pensamos que desde su entorno, su esposa es una de las lanzas más filosas que tiene la oposición, para disparar denuncias en contra del empresario Lázaro Báez y del kirchnerismo en general.
La empresa Sophia Energy espera lograr los permisos ambientales, evaluación de antecedentes y trabajos necesarios para poder explorar en la zona de Laguna Sirven. La minera se basa en los estudios del CNEA y asegura que en la zona hay “mucho potencial” para una explotación que sería sólo superficial. Cabe recordar que ya hubo intentos anteriores y estos fracasaron por falta de licencia social.
Mientras en el país se debate y se busca el desarrollo de la explotación de uranio para potenciar el desarrollo nuclear, en Santa Cruz el tema ha sido largamente debatido.
Días atrás, en declaraciones al portal especializado El Inversor, Guillermo Re Khul, al frente de Sophia Energy, confirmó que la empresa está abocada a la gestión de los permisos ambientales, la evaluación de antecedentes y los trabajos necesarios para explorar el norte de la provincia de Santa Cruz.
“Esta zona era muy conocida desde hace mucho tiempo y el uranio es superficial, así que la potencial extracción del uranio está dentro de los primeros 3 metros de profundidad. Son yacimientos de baja ley, pero de gran extensión. Sabemos que hay uranio, los antecedentes de la CNEA son muy alentadores porque prospectó el área hace unos 20 años atrás”, planteó.
Pero todavía no hay confirmaciones. De hecho, el ejecutivo sostuvo que “suponiendo que nos dieran las autorizaciones, sería ideal empezar a explorar la próxima temporada estival y para ello tenemos estimada una inversión de US$ 2 millones, destinada a una primera etapa que puede incluir dos campañas”, dando cuenta de que aún no han sido autorizados para explorar.
Sophia Energy tiene los derechos mineros en unas 100.000 has. que cubren aproximadamente el 80% de los sectores más prospectivos de la cuenca uranífera, ubicada en los alrededores de Laguna Sirven. El yacimiento es del tipo calcrete, es decir que el mineral se presenta dentro de un material arenoso y de gravas poco consolidado.
Según Re Khul, “en este momento el uranio todavía está en valores bajos, pero su precio sigue siendo razonable para un mercado internacional. Acá el tema son los costos argentinos en cuanto a exploración y producción”
Demanda en expansión
Cabe recordar que recientemente el Gobierno nacional firmó acuerdos con la República Popular de China para la construcción de 3 nuevas centrales nucleares, a fin de expandir la oferta de energía eléctrica y diversificar la matriz energética del país, lo que elevará la demanda de uranio en el país.
En la actualidad la Cámara Argentina de Uranio (CADEU) se compone de cinco empresas asociadas -Blue Sky Uranium Corp., Cauldron Minerals Ltd., U308 Corp., Calypso, Sophia Energy- que proyectan extraer uranio en los próximos años, dependiendo de las condiciones de mercado y de la licencia social. Dos de ellas están reevaluando si continúan o no con la exploración de uranio.
Pese a la demanda, los empresarios reconocen que “luego del desastre de Japón, el precio del uranio cayó en el mercado internacional y, como consecuencia, los presupuestos de exploración se vieron afectados, sobreviviendo aquellas empresas que tenían los proyectos más avanzados”, dijo Hugo Bastias, presidente de CADEU, al tiempo que resaltó que “como resultado de la crisis financiera internacional, las compañías deben tener un proyecto viable, es decir, un volumen mínimo de 10 millones de libras de uranio, cuya extracción y minado resulte rentable en un modelo de costos y beneficios, además de mostrar en su flujo de caja una recuperación de la inversión inicial en 2 a 3 años. Sin estas condiciones es muy difícil que el mercado financiero invierta en los proyectos, a pesar de que el precio del comodity muestra una leve, pero constante suba desde finales del año 2014”.
Licencia social
Bastias consideró que “CADEU debiera colaborar en un proceso que tiene que iniciar el Estado, enseñando que no hay riesgos con una explotación de uranio, como no hay problema con una planta nuclear o con una fábrica de combustible nuclear. El pueblo lo va a empezar a aceptar y la Cámara podrá hacer programas en conjunto, pero si no existe una política definida al respecto, las actuaciones nuestras son aisladas. Nosotros podemos llegar a conseguir la licencia social en un caso puntual, pero no sé si tendremos suerte en todos lados. Tendría que ser algo conjunto, Estado nacional, provincial y empresas. Con la CNEA lo hemos planteado, pero hay provincias más permeables que otras”.
Por su parte, Guillermo Re Kuhl sostuvo que “sociológicamente la palabra uranio implica algo fuerte, porque la gente imagina radiaciones y cosas complejas. Debe tener un trabajo social mucho más intenso a nivel educativo que el resto de los minerales, pero también depende de la provincia donde se realice la exploración. Depende del Estado esta tarea, porque el ente que estuvo relacionado con la exploración ha sido la CNEA y tuvo conflictos no resueltos, sobre todo en Mendoza”.
Cabe recordar que años atrás hubo un intento de avanzar en este emprendimiento en Laguna Sirven, pero las comunidades originarias y un sector de la sociedad alzaron su voz en contrario. Desde entonces están paralizados todos los emprendimientos que tengan que ver con la explotación de uranio y, de hecho, también hay leyes sancionadas en ese sentido.