La experiencia del sector minero, con un nivel de sindicalización sobre el 85% de sus trabajadores, puede ser de gran contribución a la discusión de la Reforma Laboral. Así lo plantea Joaquín Villarino, presidente ejecutivo del Consejo Minero, gremio que reúne a la gran minería privada del país.
Destaca que la reforma sí es necesaria. Sin embargo, sostiene que la forma en cómo el gobierno ha elaborado el proyecto no es la adecuada. En ese escenario, dice que el gremio ha elaborado un documento con 30 propuestas que ya ha sido entregado a las autoridades.
¿Es necesaria la reforma laboral?
Todo indica que es necesario que exista una reforma laboral, la actual legislación tiene más de 30 años y ha pasado mucha agua bajo el puente. El gobierno se ha hecho cargo de algunos temas en la actual reforma y eso es parte del problema: su parcialidad.
¿Qué le parece la forma en cómo se ha desarrollado?
No es la adecuada. Sólo se le ha hecho caso a los sindicatos. A los empresarios se les ha recibido, pero de ahí no pasamos. A la gran mayoría de trabajadores chilenos que no están sindicalizados, 85%, ni siquiera se les ha pedido la opinión. Esto ha sido, desde el punto de vista empresarial, un diálogo de sordos. La Cámara de Diputados simplemente ha recibido a muchos representantes empresariales, pero no se ha hecho eco de ninguna propuestas. No hay que olvidarse que al final, los que dan trabajo son los empresarios, y alguna razón deben tener para reclamar. No es razonable que en todo estemos equivocados. Todo indica que esto va a ser resuelto por el Senado, donde esperamos tener acogida.
Para la minería, ¿es buena o mala la iniciativa?
Tiene aspectos muy preocupantes. Los fundamentales son titularidad sindical, piso de negociación colectiva, prohibición del reemplazo en huelga y prácticas desleales de los trabajadores y sus organizaciones.
¿Por qué?
El piso de la negociación colectiva nos preocupa porque así como entendemos que en los períodos de bonanza es razonable que los trabajadores participen de los mayores beneficios, también es lógico que en periodos que no son tan positivos, se compartan escenarios negativos. Se está introduciendo la obligación de presentar un proyecto que no se condice con la realidad de la empresa en un momento determinado. Muchas veces será un inicio en falso que elevará el conflicto.
¿Qué pasa con el reemplazo en huelga?
Al establecerse que no existe la posibilidad de reemplazar en huelga y que no se exija que quienes vayan a huelga representen un número de trabajadores que sea importante para que no proceda su reemplazo, pueden generarse situaciones que impliquen una paralización completa. En el caso de los contratistas, la ley no soluciona el reemplazo en caso de huelga, lo que es relevante en la minería.
¿Cómo ven las negociaciones interempresas?
Esto desconoce las diferentes realidades de las compañías y algunas terminarán ahogadas por tener que asumir costos de sus competidores más ricos, eficientes o menos endeudados. De pasada se desconoce el valor de cada sindicato interno y no se acepta la diversidad de las actividades productivas.
¿Qué piensa del punto relacionado con prácticas desleales?
Se nos debe una explicación ¿Por qué se eliminó el que la huelga sea pacífica? La señal que se da es que la huelga puede ser violenta. Si queríamos fortalecer el derecho a huelga, se debía marcar una clara diferencia entre realizar una huelga de acuerdo a la ley y una que no lo esté. Ahí hay un silencio preocupante, peor aún, hay señales de permisividad sorprendentes.
¿Cuál es la experiencia del sector en estos temas?
El nivel de sindicalización en la minería está sobre el 85%. Esto demuestra que la legislación vigente, sin necesidad de reforma, permite que existan sindicatos fuertes.
¿Es lógico que se busque lo mismo para otros sectores?
No nos parece lógico. Tenemos un sinnúmero de empresas que son proveedoras de servicios y contratistas a las cuales esta reforma les puede causar mucho daño.
¿Qué implicancias tendría?
Proveedores menos competitivos implicará incrementos de costos para la industria, lo que agravará la actual situación. Esta reforma implicará, necesariamente mayores costos laborales, lo que en definitiva terminará por perjudicar la creación de nuevos puestos de trabajo. Con medidas como esta, el incentivo que se genera es a automatizar procesos.
¿Aumentará el conflicto?
Se abre espacios de rigidez y desequilibrio preocupantes. La solución no está en fortalecer más a una de las partes que está en conflicto, pasa por buscar soluciones con mayor flexibilidad que introduzcan soluciones modernas de forma modernas. A la reforma le falta ir con los tiempos que corren.
Los casos como Penta y SQM ¿dejan en mal pie a los empresarios en esta discusión?
No lo sé, espero que no tengamos ese nivel de insensatez. Diría que hasta ahora vamos perdiendo cinco cero. No hemos sido lo suficientemente creativos, convincentes y ágiles para demostrar que los argumentos que sostienen nuestra posición son válidos. Hay que hacer cambios en la estrategia.
¿Hay un mea culpa?
No creo que la reforma laboral sea una sanción a la mala conducta empresarial, eso sí que sería la gota que rebalsa el vaso. Una mala reforma laboral afecta a los empleadores, pero en el mediano plazo afecta mucho más a los trabajadores.
¿Cuál es el llamado, entonces?
Nuestro desafío ya no es convencer a los diputados. Hay que guardar fuerzas para el Senado y cambiar la estrategia. Hay que convencer a la ciudadanía y a los propios trabajadores. Llamo a la sensatez, a la reflexión y sobre todo llamo a cambiar el trato y el tono. Invito al mundo sindical para que se siente a conversar directamente con el empresarial. El revanchismo es un gustito que dura poco y suele pagarse caro. Se requieren actos de grandeza.
El resultado superó todas las expectativas. Las 819 indicaciones que ingresaron este lunes al proyecto que moderniza las relaciones laborales -al cierre del primer período de apertura de la Cámara Baja a la recepción de cambios- superó incluso la cantidad de modificaciones propuestas en la última fase de discusión de la reforma tributaria o al sistema electoral.
Pese a este volumen de cambios, en el Parlamento saben que gran parte de las indicaciones que se debatirán esta semana serán inadmisibles. Esto debido a que abordan materias en las que solo el Ejecutivo puede introducir ajustes, como la negociación colectiva.
Por eso el miércoles en la mañana los parlamentarios de la Nueva Mayoría que integran la comisión de Trabajo, más el independiente Gabriel Boric, se reunieron para analizar la posibilidad de fusionar algunas de sus indicaciones y resolver el camino a seguir tras los últimos planteamientos del gobierno.
Ese mismo día, los equipos técnicos de los parlamentarios comenzaron a trabajar una redacción conjunta de las temáticas más coincidentes, a modo de facilitar el debate en sala. Pero además, los legisladores acordaron que insistirán ante el gobierno en cinco puntos con los que no quedaron conformes.
Así, pedirán que el piso mínimo a negociar incluya reajuste por IPC, avanzar en la negociación ramal, precisar aún más la definición de servicios mínimos para garantizar que el reemplazo en huelga se de en situaciones esenciales, modificar o eliminar los pactos de adaptabilidad, y dar fuero a los trabajadores por obra o faena.
Aunque esto ya es de conocimiento del Ejecutivo, la inquietud podría ser abordada el lunes si se concreta un almuerzo entre la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, y los diputados.
Lo concreto es que los cambios más relevantes dependen del gobierno, que ya presentó 113 indicaciones y podría respaldar otras a lo largo de la tramitación. En este contexto, Marcelo Albornoz, ex subdirector del Trabajo y socio de Albornoz & Cía, comparó las principales modificaciones propuestas por el Ejecutivo.
La Ministra Aurora Williams participó en la Cena Cesco 2015, evento organizado por el Centro de Estudios del Cobre y la Minería y que se enmarca en la Semana Cesco, y que convocó a las principales empresas mineras a nivel nacional e internacional.
Ante más de 1.500 personas, la Secretaria de Estado agradeció a los gremios por el apoyo prestado a la pequeña minería del país, luego del temporal que azotó a las regiones de Antofagasta y Atacama a fines de marzo, destacando además el apoyo de las empresas de la mediana y la gran minería. “A nombre del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, hoy quisiera entregar un especial saludo, y todo nuestro agradecimiento, al presidente de Aprimin, Andrés Aguirre, al presidente del Consejo Minero, Joaquín Villarino y al Presidente de la Sociedad Nacional de Minería, y CPC, Alberto Salas, por brindarnos una ayuda trascendental en momentos difíciles y dolorosos”.
Asimismo, Williams aseguró que es necesario realizar las reformas que el país requiere, especialmente la Reforma Educacional y la Reforma Laboral. En este aspecto, la Ministra señaló que “la primera transformación fue la reforma tributaria, la que permite financiar la reforma educacional”. La Ministra aseguró que esto resulta trascendental para “formar capital humano, mano de obra calificada para los futuros desafíos, no solamente de la minería, sino también de todos los sectores productivos, con perspectiva género e inclusión”.
La Secretaria de Estado agregó que “perseveraremos en sacar adelante la Reforma Laboral de acuerdo a las definiciones en nuestro programa de gobierno. Éste es un proyecto de reforma integral, y debemos enfrentar este debate dejando de lado los mitos y las desconfianzas, y ver las oportunidades que ofrece, tanto para los trabajadores como para las empresas”. A esto, Williams dijo que “el país necesita una reforma laboral y vamos a establecer un marco normativo que permita el desarrollo de relaciones laborales modernas y justas”.
Al finalizar, la máxima autoridad de la cartera de Minería señaló que “no hay dudas que este último tiempo ha sido difícil para todos, principalmente por los continuos cuestionamientos en las relaciones entre la política y los negocios. Sin embargo, esto nos ha emplazado más bien un desafío mayor, el cual no podemos evadir y que como Gobierno enfrentaremos con diálogo y transparencia. Es tarea de todos recuperar la confianza y dar garantías a la ciudadanía que somos un país ejemplar, y con un sector público y privado que camina de la mano por un bien superior, del cual todos somos parte”.