La presidenta Cristina Fernández llegará mañana a Moscú y se reunirá con su par Vladimir Putin para cerrar acuerdos en materia energética y de infraestructura. Las miradas se posarán en la posibilidad de que se concrete el desembarco de Gazprom, gigante hidrocarburífero ruso, en el yacimiento Vaca Muerta para la explotación de shale. Ambos mandatarios terminarán de apuntalar los puntos grises antes de la firma de un momerándum de entendimiento entre YPF y la compañía rusa, planificada para la segunda mitad del año.

Argentina y Rusia confirmarán el buen momento de su relación bilateral con la rúbrica de varios acuerdos. Durante el encuentro que Cristina mantendrá con Putin en el Kremlin, se repasarán la agenda bilateral donde figuran los acuerdos de cooperación en energía nuclear, un incremento en el intercambio comercial y la intención de unificar las cifras de la balanza comercial. También se tratarán asuntos relacionados a la cooperación para la industria de maquinarias pesadas y equipamiento militar con el propósito de aumentar la capacidad de las instituciones castrenses.

Además de lo que pueda suceder respecto a Gazprom, otro gigante ruso será protagonista en la visita de Cristina. La compañía Rosatom sería la proveedora de la tecnología para una nueva central nuclear de uranio enriquecido. Antes de la reunión presidencial, mantendrán un encuentro grupos de empresarios de ambos países.

Si bien el memorándum no se firmaría hasta pasada la mitad del año, la visita de la Presidenta a Moscú servirá para ajustar detalles de una futura asociación entre YPF y Gazprom. La firma rusa posee el 18% de las reservas de gas del mundo y el 72% de la Federación Rusa. Según números que publicó la empresa, hacia fines de 2013 tenía reservas por 35.7 trillones de metros cúbicos de gas.

Buena perspectiva comercial

Según la Cámara de Comercio Argentino-Rusa, la cifra de intercambio entre ambos países alcanzó los 2.122 millones de dólares durante 2014, un número menor a los 2440 millones del año anterior. Las exportaciones argentinas fueron de u$s 777.839 millones y las importaciones por 1.344 millones.

Argentina aumentó durante 2014 sus exportaciones de carnes y derivados en un 38% y de productos lácteos en un 47%. Esta situación se aceleró entre agosto y diciembre en el marco de las restricciones impuestas por Rusia a las importaciones de productos alimenticios provenientes de Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Australia y Noruega, lo que generó una oportunidad potencial de, afirman en la cámara, más de 10.000 millones de dólares.

Se estima que el presidente ruso le proponga a la Jefa de Estado argentina incrementar el nivel de la venta a ese país de productos lácteos y carnes en momentos que tiene graves problemas de abastecimiento.

Durante el año pasado, además, Rusia pasó a ser el principal mercado para los cortes y trozos aviares congelados argentinos.

Las importaciones que Argentina realizó desde Rusia totalizaron 1.344 millones de dólares concentradas fundamentalmente en productos derivados del petróleo (77%) y el resto en abonos minerales.

De Vido: “los acuerdos con Rusia serán beneficiosos”

El ministro de Planificación Federal Julio De Vido, ya en Moscú antes de la llegada de la Presidenta y del resto de la comitiva argentina, afirmó que “los acuerdos en materia de energía e infraestructura que se están negociando con la Federación de Rusia y que serán firmados en ocasión de la visita de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, serán ampliamente beneficiosos y tienen como objetivo central y liminar el desarrollo tecnológico e industrial de nuestro país con fuerte protagonismo de empresas, técnicos y científicos nacionales”, dijo ante críticas expresadas por ex secretarios de Energía mediante un documento.

El funcionario aseguró que el país actúa “aprovechando las oportunidades y ventajas que con espíritu colaborativo y de conveniencia mutua ofrece en este caso la Federación de Rusia, en continuidad con la profundización de la cooperación en áreas estratégicas entre ambos países que se registró en los últimos años”. De Vido además respondió las críticas que ex secretarios de Energía publicaron en un documento al afirmar que “son los mismos que paralizaron y destruyeron el sector nuclear nacional”.

Por Victoria Ginzberg.

Argentina y Rusia establecieron sus relaciones diplomáticas en 1885, pero tuvieron que pasar cien años para que los jefes de Estado se encontraran. Durante la última década el vínculo se fue estrechando. “Rusia considera a América latina una de las regiones más importantes del mundo. Hoy en día, la región es un polo independiente con peso en la política internacional y la Argentina es uno de los países de más importancia, por su posición independiente y soberana de no aceptar presiones externas y por el peso económico del país”, dijo a Página/12 Victor Koronelli, embajador ruso en la Argentina, poco antes del la reunión entre Cristina Fernández y Vladimir Putin, que se llevará a cabo el jueves en el Kremlin.

Koronelli dialogó con Página/12 en la embajada en Buenos Aires, poco antes de viajar a Moscú para sumarse a la visita oficial y mientras se ultimaban los detalles del encuentro y se preparaban los acuerdos que serán firmados luego de que la Presidenta llegue a Rusia el martes, donde la espera una primavera óptima para pingüinos (ayer incluso nevó, mientras en las vidrieras se veían sandalias y musculosas). “Tenemos una pila de documentos para firmar”, señaló el embajador, y luego especificó que será una docena de acuerdos bilaterales. Tal como publicó este diario ayer, la visita de CFK a Moscú abarcará temas de distintas esferas: política, cultural, comercial, energética, turismo, defensa, agricultura, industria. Por eso, la Presidenta (que salió de Buenos Aires el sábado) estará acompañada por varios integrantes de su gabinete, como los ministros de Planificación, Julio De Vido; de Defensa, Agustín Rossi; de Cultura, Teresa Parodi, y de Economía, Axel Kicillof, entre otros. También estará el CEO de YPF, Miguel Galuccio, quien firmaría un memorándum con su par de la gigantesca Gazprom rusa.

Esta será la tercera vez que la Presidenta viene a Rusia y la segunda visita bilateral en Moscú, donde en las calles se ve en algunos de sus imponentes edificios el sobreviviente símbolo de la hoz y el martillo rodeado de negocios de las más selectas marcas internacionales. En 2008 CFK se entrevistó con el entonces primer ministro Vladimir Putin y el presidente Dimitri Medvedev y en 2013 estuvo en San Petersburgo para participar de la cumbre del G-20. Raúl Alfonsín había viajado en 1986 a lo que entonces era la URSS y Carlos Menem estuvo aquí dos veces. Pero ningún primer mandatario ruso había estado en la Argentina hasta que Medvedev fue a Buenos Aires en 2010. (Las relaciones bilaterales fueron interrumpidas por Hipólito Yrigoyen en 1917, después de la revolución bolchevique, y se reanudaron en 1946, con el gobierno de Juan Domingo Perón.) El año pasado, Putin concretó la segunda visita de un presidente ruso a la Argentina. “Con los últimos gobiernos las relaciones son más intensas y fluidas”, señaló Koronelli.

El embajador resaltó el foro empresario que se va a realizar en paralelo a la visita presidencial. “Habrá una reunión con CEOs de empresas y bancos, porque se realizará un foro de negocios; también estarán presentes varios operadores turísticos, ya que la Argentina cada año tiene más importancia como destino para Rusia. El año pasado superamos los diez mil visitantes por primera vez.” En términos comerciales, Koronelli destacó que el intercambio entre ambos países, según datos de la aduana rusa, alcanza los 1200 millones de dólares, con la balanza favorable a la Argentina. “Rusia –detalló– importa carne y fruta (es un destino de los más importantes para peras y manzanas) y está comenzando la importación de quesos. Antes sólo se compraba carne vacuna, pero el año pasado se realizaron varias inspecciones y se comenzó a importar aves y porcinos. Rusia, por su parte, provee fertilizantes, combustible Diesel y maquinaria para el área energética. Tengo entendido que el 40 por ciento de la energía eléctrica de la Argentina sale de turbinas y generadores suministrados por Rusia y la ex URSS.”

Aunque no adelantó detalles sobre los convenios que se firmarán esta semana, admitió que la cooperación en energía atómica y las conversaciones para la construcción de una central de uranio enriquecido y agua liviana estarán presentes, así como la represa Chihuido, cuyo contrato está en fase de preparación: “Nos sabemos si se llegará a firmar en estos días, pero lo importante es que está avanzando y está previsto el financiamiento ruso”, señaló Koronelli, quien resaltó que los mecanismos de diálogo político entre ambos países son permanentes.

La Presidente Cristina de Kirchner partió con destino a Moscú en un viaje que tiene el propósito de profundizar la "alianza estratégica" bilateral que acordó con su par ruso, Vladimir Putin, en julio del año pasado en Buenos Aires. 

La mandataria partió este sábado a las 19.30 desde el sector militar del aeroparque "Jorge Newbery", a bordo del avión Tango 01, acompañada por el canciller Héctor Timerman; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; el ministro de Defensa, Agustín Rossi; y el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scocimarro; y el presidente del Banco Nacion, Juan Ignacio Forlón, entre otros. 

El viaje de la jefa de Estado a Rusia, en carácter de "visita oficial", se da en un momento de fuertes lazos entre Buenos Aires y Moscú y contempla el cierre de acuerdos para inversiones en la Argentina para el sector petrolero, aunque también está abierta la negociación a un amplio menú de convenios relacionados con temas económicos, de infraestructura y comercio, según lo informó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el viernes pasado en su habitual encuentro con periodistas antes de ingresar a la Casa de Gobierno. 

Durante el encuentro que Cristina de Kirchner mantendrá con Putin en el Kremlín, analizarán la agenda bilateral donde figuran los acuerdos de cooperación en energía nuclear, un incremento en el intercambio comercial y la intención de unificar las cifras de la balanza comercial. 

En términos políticos, en la Cancillería señalan que se trata de “reforzar la independencia de la política exterior argentina y la voluntad de buscar fuentes alternativas de financiamiento y transferencia de tecnología”. La represa hidroeléctrica Chihuido I, ya adjudicada, y el avance en las negociaciones sobre una central nuclear de uranio enriquecido y agua liviana tendrán una presencia destacada en el diálogo bilateral, así como la firma de un memorándum de entendimiento entre la empresa estatal rusa Gazprom e YPF. 

La Presidenta partió anoche desde Buenos Aires en un viaje que realizará en etapas debido a la recomendación de los médicos. Se espera que llegue a Moscú el martes. El ministro de Economía, Axel Kicillof, se incorporará a la comitiva luego de su estadía en Estados Unidos, donde participó de la Asamblea de Primavera del FMI y el Banco Mundial. Con él estuvo el secretario de Relaciones Económicas de la Cancillería, Carlos Bianco, quien también irá a Moscú, ya que es el organizador del Foro Empresarial que se realizará el miércoles próximo, un día antes del encuentro entre los presidentes. También se sumará desde Estados Unidos el CEO de YPF, Miguel Galuccio, que el martes hablará en Houston en la CeraWeek, el congreso energético más grande del mundo. 

El ministro de Planificación, Julio De Vido, se adelantó al resto y ya se encuentra en Rusia. Como ocurrió con el viaje que realizó la Presidenta a China en febrero, donde se firmó la orden de inicio para la construcción de las represas hidroeléctricas Presidente Néstor Kirchner y Gobernador Jorge Cepernic y el acuerdo para el trabajo conjunto en la cuarta central nuclear, en Moscú se avanzará en direcciones similares. En este sentido hay dos proyectos en marcha con la administración de Putin.

Cristina Kirchner eligió cerrar su último año de gestión volviendo a visitar las dos potencias con las que mostró más afinidades: en febrero pasó por China y esta semana estará en Moscú.

Allí intentará cerrar un amplio espectro de acuerdos comerciales, energéticos, culturales, de seguridad y defensa, coronando un esquema de alianzas en el tablero mundial.

Además de los habituales compañeros de ruta de la Presidenta, Carlos Zannini, el canciller Héctor Timerman y el vocero Alfredo Scoccimarro, llegarán a la capital rusa los ministros Axel Kicillof (Economía), Julio de Vido (Planificación), Débora Giorgi (Industria), Agustín Rossi (Defensa), Carlos Casamiquela (Agricultura), Enrique Meyer (Turismo) y Teresa Parodi (Cultura), junto al secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni.

Durante el mandato de Cristina, la Argentina triplicó sus importaciones rusas (de 400 a 1.300 millones dólares, más del 80% en gasoil) mientras las exportaciones se mantuvieronestables, en poco más de u$s700 millones.

Esta vez, la expectativa mayor está puesta en el posible acuerdo para la construcción de unanueva planta de energía atómica y otros proyectos nucleares para los que vienen trabajando en conjunto el gigante estatal ruso Rosatom y la Corporación América.

La firma de Eduardo Eurnekian también espera que la Presidenta y Vladimir Putin firmen el contrato de obra de la represa hidroeléctrica de Chihuido, en Neuquén, que le fue adjudicada en diciembre pasado y espera el financiamiento del Banco de Desarrollo y Comercio Exterior ruso, según consignó el diario Clarín.

El compromiso de inversión de la petrolera Gazprom en Vaca Muerta completaría el collar de anuncios energéticos.

Rossi, en tanto, terminará de ultimar los detalles para la llegada de cuatro barcos remolcadores polares que patrullarán el Atlántico Sur y la Antártida y podría sumar nuevos helicópteros para la Fuerza Aérea.

Berni va en búsqueda de cooperación en la lucha contra el narcotráfico y Parodi presentará una muestra artística argentina en Moscú.

Aunque los detalles de la agenda se terminan de definir contrarreloj en estas horas, la Presidenta hablará el miércoles en un foro empresarial ruso-argentino para el que viajarán algunas decenas de empresarios y el jueves será la recepción oficial, con la tradicional ofrenda floral en la tumba del soldado desconocido, la firma de convenios y el almuerzo con Putin en el Kremlin, antes de emprender el regreso a Buenos Aires.

La presidenta Cristina Kirchner llegará mañana a Moscú, en un viaje que tiene el propósito de profundizar la "alianza estratégica" bilateral que acordó con su par ruso, Vladimir Putin, en julio último en Buenos Aires. La mandataria partió el sábado, acompañada por el canciller Héctor Timerman; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; el ministro de Defensa, Agustín Rossi, la de Industria, Débora Giorgi, y el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro; además del presidente del Banco Nación, Juan Ignacio Forlón, entre otros.

El viaje de la jefa del Estado a Rusia, en carácter de "visita oficial", se da en un momento de fuertes lazos entre ambos países y contempla el cierre de acuerdos para inversiones en la Argentina para el sector petrolero, aunque también está abierta la negociación a un amplio menú de convenios relacionados con temas económicos, de infraestructura y comercio; según lo informó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el viernes pasado en su habitual encuentro con periodistas antes de ingresar a la Casa de Gobierno. Durante el encuentro que Cristina Kirchner mantendrá con Putin en el Kremlin, pasarán revista a la agenda bilateral donde figuran los acuerdos de cooperación en energía nuclear, un incremento en el intercambio comercial y la intención de unificar las cifras de la balanza comercial. Sobre el acuerdo nuclear, Rusia tiene previsto, a través de empresa estatal Rosatom, construir una nueva central con fines pacíficos en la Argentina, lo que incluye la puesta en marcha del ciclo de combustible nuclear de centrales y reactores de investigación.
En ese marco, además, se tratará la gestión de residuos radioactivos sin su ingreso al territorio de ninguno de los Estados parte; la producción de radioisótopos para la industria, la medicina y la agricultura, y el entrenamiento de expertos en el campo de la física y la energía nuclear, entre otros. 

Con relación al intercambio comercial bilateral, la cifra trepa a unos u$s 2000 millones anuales y el gobierno de Putin quiere elevar sus compras para satisfacer su demanda interna de alimentos.