Por Ángeles Irusta.
Casi un almíbar pero para el aplacamiento de polvo. Desde hace dos años los caminos, bermas y taludes de Veladero son regados con melaza, un derivado de la caña de azúcar ciento por ciento natural y efectivo en la supresión de polvo. El sistema comenzó a utilizarse como alternativa a la bichofita y el cloruro de sodio que también se usan con este fin, pero con la particularidad que la melaza es mas bien utilizada en época estival cuando hay menos humedad y nevadas.
La iniciativa surgió desde el equipo de Servicios Mina de Veladero ante la necesidad de encontrar una opción que permitiera consolidar los caminos del lugar y que fuera más resistente que un simple riego con agua. “La idea de aplicarla surge luego de buscar algún producto que sirviera para aplacar el polvo y que fuese más resistente que un riego con agua, justamente para reemplazar a esta última por un tiempo más prolongado. Dentro de los oferentes surgió el proveedor de la melaza que es aplicada como fertilizante y control de polvo en los caminos de parrales, esta persona nos envió un par de bines para realizar una prueba y al comprobar las bondades del producto lo adoptamos”, explicó Norberto Noriega, jefe de Servicios Mina.
La melaza que se usa en Veladero llega de la caña de azúcar tucumana y según explicó Noriega, es un líquido espeso y denso al cual diluyen con agua y se aplica en los caminos mediante camiones regadores con adaptaciones para proyectar la solución hacia los costados. Por acción de la melaza, se forma una costra que logra encapsular el polvo y permite su supresión en las zonas de producción. Esta acción resulta fundamental para la seguridad, ya que el buen funcionamiento de las operaciones en la mina depende de una circulación segura de los vehículos.
Los resultados han sido muy satisfactorios en las zonas donde se concentra el tránsito liviano y más limitado en aquellos lugares en los que transitan los fuera de ruta que, por su peso y carga, vuelven necesario una reaplicación del producto cada dos o tres días.
El sistema resulta pionero en cuanto a su implementación en una mina, de hecho no se conocen antecedentes. “No hay experiencias previas al respecto. En minería estamos siendo pioneros y ya hemos recibido algunas consultas de otras operaciones de Barrick para consultarnos por la aplicación de la melaza y sus resultados. Si es importante marcar que todas las pruebas son primero evaluadas desde el punto de vista ambiental antes de comenzar ensayos”, concluyó Noriega.
Actualmente, Sudamérica es una de las zonas donde Barrick está enfocando esfuerzos importantes.
Con cuatro minas en operación ( Pierina y Lagunas Norte en Perú; Veladero en Argentina; y Zaldívar en Chile), un yacimiento en proceso de cierre (El Indio en Chile) y un proyecto en desarrollo (Pascua–Lama, en la frontera de Chile con Argentina), la compañía enfrenta un escenario lleno de desafíos y buenas perspectivas.
De hecho, esta región se ha transformado en uno de los focos importantes de exploración y desarrollo de proyectos, y en un área estratégica para el crecimiento futuro de la empresa.