Mientras la CGT opositora de Hugo Moyano resolvió enfriar una protesta en contra del Impuesto a las Ganancias y apostar al diálogo como lo hicieron los gremios del transporte el martes, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) aprobó un paro de 36 horas, ante la falta de acuerdo salarial en paritarias.
Así lo anunció ayer en Mar del Plata el secretario general del sindicato y a la vez titular de la CGT oficialista, Antonio Caló, quien salió a aclarar que el paro no es “político” y que la UOM “está alineada y encuadrada muy firme con este proyecto económico, con este Gobierno y con el próximo Gobierno peronista que venga”.
Desde el Consejo Directivo de la UOM indicaron que el próximo martes el gremio mantendrá una nueva reunión en Buenos Aires el Ministerio de Trabajo, donde se establecerá la fecha de realización del paro.
Los metalúrgicos reclaman una recomposición salarial del 32 por ciento, pero los empresarios propusieron un 24 por ciento de aumento.
El congreso, que todos los años se realiza en Mar del Plata, comenzó con el anuncio de la medida de fuerza y fue el propio titular del gremio, Antonio Caló, quien afirmó que “el Consejo Directivo ya facultó el paro de 36 horas”.
“La UOM va a hacer un paro de 36 horas porque los empresarios no quieren acordar el salario mínimo que pedimos, que es de 8.500 pesos”, dijo Caló, para agregar que “a lo mejor parece mucho, pero es un salario inicial de 8.500 pesos que con los descuentos queda en 7.700 y no es tanto”.
En tanto, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, salió ayer a cruzar a los gremios que anunciaron que pedirán aumentos superiores al 40 por ciento, como el de Alimentación y La Fraternidad, y estimó que terminarán firmando en paritarias “por otro número”. Incluso, se diferenció de Caló, al negar que haya habido “pérdida del poder adquisitivo del salario”. Además, relativizó el impacto del Impuesto a las Ganancias en los sueldos, al sostener que “no es un problema del conjunto” de los trabajadores, porque afecta a “algunos sectores”.
La contracara del día la protagonizó el sindicalismo opositor que encabezan Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, que dispuso
esperar antes de convocar a un nuevo paro nacional, en la búsqueda del diálogo con el Gobierno lanzado por los gremios del transporte en su reclamo por la modificación del Impuesto a las Ganancias.
La decisión fue aprobada por “unanimidad” por el Comité Central Confederal que deliberó en la sede sindical de Azopardo 802 de Capital, que fue encabezado por Moyano y Barrionuevo.