El magnate mexicano Carlos Slim se ha sumado a la fila de empresarios que ven oportunidades en la reforma energética de México. Este martes ha informado a las autoridades mexicanas la creación de su firma Carso Oil & Gas. Para conseguirlo, el segundo hombre más rico del mundo ha fusionado dos empresas que ya trabajan con Petróleos Mexicanos (Pemex) en la perforación de pozos petroleros en el Golfo de México.
Carso Oil & Gas comienza la carrera por el mercado energético en México con activos por 3.478 millones de pesos (227 millones de dólares). Slim ha fusionado a Carso Infraestructura, Construcción y Perforación con Condumex Perforación. Ambas poseen contratos con la petrolera estatal que serán asumidos por la nueva firma. El magnate tendrá la capacidad tanto de continuar su trabajo con Pemex, como de competir con la empresa pública por los nuevos contratos.
La reforma energética de México, aprobada en 2013, permite la participación de la inversión privada en el sector después de 76 años en los que el Estado administró el monopolio de la industria. Slim consolida así sus oportunidades para obtener contratos para explorar y perforar yacimientos en el Golfo de México, donde se ha concentrado la mayor parte de su experiencia, así como en la construcción de ductos para el transporte de hidrocarburos. El Gobierno mexicano asignará los primeros contratos, fruto de la reforma, el próximo verano.
Slim no es el primer empresario mexicano en mover ficha tras el arranque de la reforma energética. Alberto Baillères, dueño del conglomerado Grupo Bal, anunció en febrero su incursión en la industria petrolera con la fundación de su empresa energética Petrobal. Baillères, dueño de las minas más ricas de oro y plata en México, sorprendió no sólo con el anuncio de su nueva firma sino con el fichaje de un exdirector de Pemex, Carlos Morales Gil, como cabeza de su nuevo proyecto.
Las empresas del multimillonario han respondido a los cambios ordenados por la reformas impulsadas por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto. Por una parte, en su interés en el naciente sector energético y por otro, en su supervivencia en la industria de las telecomunicaciones. La semana pasada su empresa de telefonía, América Móvil, anunció la escisión de activos de infraestructura pasiva de sus empresas de telefonía móvil en México. Slim busca así evitar las penalizaciones que la nueva legislación antimonopolios puede imponerle.
El conglomerado Grupo Carso anunció esta semana que fusionó dos de sus subsidiarias para concentrar sus negocios energéticos en la empresa Carso Oil & Gas.
Las compañías de Carlos Slim y su familia cuentan con experiencia en la extracción, transporte y transformación del petróleo, así como en el diseño y fabricación de plataformas y ductos, y la manufactura de cables.
En 2014, el empresario declaró a la agencia Reuters que el sector mexicano requería de inversiones anuales por entre 40,000 y 50,000 millones de dólares (mdd).
Te presentamos los datos financieros más importantes de este conglomerado.
El grupo se fundó hace más de 30 años y está integrado por cuatro sectores estratégicos: comercio, industria, construcción y energía.
En energía participan las subsidiarias —las que fueron fusionadas— Carso Infraestructura, Construcción y Perforación y Condumex Perforaciones.
A finales de 2014, Carso ya había reagrupado sus actividades energéticas en dos divisiones: una de petróleo y gas, y otra de energía eléctrica (construcción y operación de gasoductos y generación de energía).
La familia Slim tiene al menos tres empresas que buscan y extraen petróleo y gas. Dos operan en México y una en Colombia.
En enero de 2015, Carso y otras firmas ganaron licitaciones para la construcción y operación de gasoductos entre México y Estados Unidos al ofertar 1,363 mdd.
En 2013, la subsidiaria Carso Infraestructura firmó con Pemex un contrato para arrendarle la plataforma Independencia I, la primera construida en México por la firma. El contrato fue por 415 mdd y siete años.
A través de esta filial, Slim también construye y repara oleductos para Pemex y para Delta Gulf Corporation en Louisiana y Texas.
En 2011, Carso compró Tabasco Oil Company en 23 mdd. La empresa había ganado en 2010 un contrato en Colombia para perforar pozos exploratorios.
En 2003, Condumex entró al negocio de la construcción de plataformas petroleras, ya sea para perforar pozos, para alojar a personal o para extraer petróleo. Ha construido para Pemex al menos 12 estructuras.