El petróleo subió el jueves impulsado por sólidos datos económicos de Alemania yante la incertidumbre sobre las negociaciones por el programa nuclear de Irán.
No obstante, la fortaleza del dólar frenó el repunte del crudo, un día después de que los futuros se derrumbaron un 6 por ciento.
El crudo Brent para entrega en mayo subió u$s1,02 a u$s56,57 por barril. En la sesión, el precio del barril alcanzó los 58,02 dólares.
Asimismo, el crudo para entrega en mayo en Estados Unidos subió 37 centavos y cerró en50,79 dólares, tras llegar a los u$s52,078 por barril, informó Reuters.
El cierre del martes del contrato en Estados Unidos, cercano a los 54 dólares, fue el más fuerte desde el 30 de diciembre.
Por otra parte, el crudo Brent subió un 4% en la sesión ante la fortaleza de las bolsas en Europa por datos de producción industrial y de comercio de Alemania y por el pago de Grecia de un crédito al Fondo Monetario Internacional.
La suba del petróleo también fue apoyada porque Irán dijo que sólo firmará un acuerdo sobre su programa nuclear si todas las sanciones impuestas al país se levantan ese mismo día.
El petróleo denominado en dólares frenó los avances por la fortaleza de la moneda estadounidense, que fue impulsada por la expectativa de que las tasas de interés en Estados Unidos van a subir inevitablemente.
Datos del Gobierno estadounidense mostraron un aumento de 10,95 millones de barriles de las existencias de petróleo en el país, a un máximo histórico de 482,4 millones la semana pasada, la mayor alza en 14 años, lo que presionó al petróleo el miércoles.
También pesó sobre el crudo en la sesión previa el aumento de la producción saudí a 10,3 millones de barriles por día en marzo.
El precio bajo del petróleo, que se ha prolongado más de lo esperado y que tiene en jaque a las economías emergentes, por la dependencia de las rentas minero petroleras de algunos países en desarrollo (entre ellos Colombia), es solo temporal, pues la demanda mundial del crudo crecerá a una tasa anual de hasta 1 millón de barriles por día, indicó un asesor del ministro de Petróleo de Arabia Saudita.
"El declive actual en los precios y la demanda de petróleo es temporal, una situación antinatural", dijo Ibrahim al-Muhanna en el marco de una conferencia de energía.
"La expectativa es de un continuo crecimiento en la demanda de varios tipos de energía, incluyendo el petróleo. Como mínimo, se espera que la demanda de crudo crezca anualmente en hasta 1 millón de bpd y que el consumo mundial aumente en alrededor de 105 millones de bpd en el 2025, incluso cuando se toman en consideración todas las políticas de racionalización de energía en países en todo el mundo", agregó.
Al-Muhanna dijo además que es muy pronto para decir lo que hará la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (Opep) cuando se reúna en junio para determinar su política de producción.
"Es muy pronto. Cualquier decisión sobre el resultado dependerá en primer lugar de los ministros. Cuando se reúnan decidirán", dijo.
Arabia Saudita fue la fuerza impulsora detrás de la decisión de la OPEP en su última reunión en noviembre de no reducir la producción de crudo para apuntalar los precios y buscar en cambio defender la cuota de mercado.
La OPEP se reunirá el próximo 5 de junio.
Por SARA H. ASENADOR.
El posible aumento de las exportaciones iraníes podría provocar un desplome en el precio del petróleo de no reducirse la producción a tiempo.
La vuelta de Irán a la liga mayor de las exportaciones petrolíferas podría obligar a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a acordar una reducción de las cantidades a vender al resto del mundo a partir de ese momento para que el exceso de oferta no haga caer en picado los precios del barril.
Las exportaciones de Irán estaban limitadas desde 2012, momento en el que su actividad nuclear hizo que Occidente le impusiera varias sanciones que las redujeron de 2,5 millones barriles al día a 1,1 millones. Ahora el país ha firmado un principio de acuerdo estratégico con el G5+1 por el que se le levantarán parte de esas restricciones si Irán disminuye en más de dos tercios su capacidad nuclear. De alcanzarse este pacto, el crudo de origen iraní podría volver poco a poco a la cantidad de exportaciones que lo situaron en su momento como número dos de la OPEP.
Irán, según ha confirmado su ministro del Petróleo Bijan Zanganeh a Reuters, tendrá que tomarse las cosas con calma y espera regresar incrementando poco a poco sus ventas, ya que más de dos años de prohibiciones han menguado su capacidad de recuperación.
Al margen de este hándicap, el país tendrá que enfrentarse también a la gran producción que muchos de los países de la organización están llevando a cabo en los últimos tiempos. La OPEP, siguiendo la estela marcada por Arabia Saudí (que en marzo ha llegado a vender 10,3 millones de barriles al día), no tiene pensado recortar la cantidad de crudo que exporta a pesar de que los precios son un 50% más bajos que en junio del año pasado.
Si Irán entrara de nuevo en la OPEP, todos los miembros tendrían que llegar a un acuerdo para ajustar los niveles de producción antes de su próximo encuentro en junio, o al menos eso espera Zanganeh. Otros países como Libia o Venezuela también han expresado su deseo de que con el retorno de Irán se reduzca la cantidad de barriles exportados. De hecho, Samir Kamal, gobernador de Libia, explicó ante la organización que, a su juicio, sería necesario revisar las estrategias y que se deberían recortar las exportaciones en, al menos, 800.000 barriles al día para mantener los precios.