(*Por Gustavo Lagos) LOS RESULTADOS económicos entregados por Codelco de sus operaciones en 2014 indican que los ingresos para el dueño fueron de 3.033 millones de dólares, es decir, un 22% menos que en 2013. Ello se debió en parte importante a la reducción del precio del cobre y de algunos subproductos. Por otra parte, el presupuesto nacional aprobado por el Congreso en 2013 proyectaba ingresos de Codelco 3,8% superiores a lo logrado.
¿Es bueno o malo este resultado?
Las variables más importantes que esta controla son la seguridad de los trabajadores y la producción de sus divisiones. Respecto a la primera, hubo dos accidentes fatales en 2014, es decir, hay amplio terreno que recorrer para llegar a la meta de cero fatalidades.
La producción de sus divisiones aumentó 2% gracias al aporte de la nueva mina Ministro Hales. ¿Es esta la meta que se puso la empresa a fines de 2013? Esta información no es pública aunque el mercado esperaba una producción superior de Codelco y de las mineras privadas. Parece lógico que para evaluar la gestión minera en forma apropiada, y no como un acto de fe, se conozcan también las metas de producción.
Ahora bien, se sabía que Codelco tenía como meta reducir costos y ello se logró. El punto parece ser que cuando la empresa no se coloca dicha meta, los costos crecen. Y cuando se propone reducirlos, con frecuencia hay elementos que conspiran en contra. Por ejemplo, la mayor inflación contrarrestó una parte del efecto positivo del alza del dólar. Un segundo ejemplo fueron los resultados no operacionales que aumentaron fuertemente, en este caso costos financieros, negociaciones colectivas y otros.
La productividad laboral de la empresa aumentó 5% en 2014, hubo siete negociaciones colectivas y todas ellas concluyeron exitosamente, y cuatro de ellas en forma anticipada. Es aparente que el nivel de conflictividad entre los sindicatos y la empresa se redujo, pero no tenemos evaluación sobre el resultado económico comparativo de estas negociaciones con años anteriores, ni del número de trabajadores que se acogió a los planes de retiro ofrecidos por la empresa.
Respecto al flujo de nuevo talento hacia la empresa, y al desarrollo del talento que trabaja en ella, hay escasa información. Este es un aspecto vital para el futuro.
Existe la percepción externa e interna de que la gestión de los proyectos de inversión estructurales mejoró ostensiblemente. La auditoría realizada a estos tras la entrada del nuevo presidente ejecutivo fue crucial para dar mayor seguridad sobre los plazos, riesgos y montos involucrados en cada proyecto.
Finalmente, las ganancias fueron peor de lo esperado, porque una parte de la producción del año se vendió a un precio menor al promedio debido a varios factores ineludibles, como los paros portuarios de fines de 2013 que retrasaron las ventas hacia meses de menores precios, y las provisiones que debió hacer la empresa en la venta de concentrados hacia fines de 2014.
En suma, hay enorme espacio para mejorar, pero el 2014, con una nueva administración, no fue un mal año para Codelco.
*Profesor de la Universidad Católica