El destino salarial de este 2015 para los 31.000 trabajadores petroleros de la Cuenca Neuquina (Río Negro, Neuquén y La Pampa) comenzará a definirse mañana al mediodía cuando se retomen las negociaciones entre los representantes de las empresas y los dirigentes sindicales. Los gremios dejaron sobre la mesa dos propuestas, pero están abiertos a discutir nuevas condiciones.
Manuel Arévalo, titular de Petroleros Jerárquicos, anticipó que "somos conscientes del momento que atraviesa la industria, pero los trabajadores no pueden pagarlo con su poder adquisitivo". El sindicalista negó que lleguen con medidas de fuerza al encuentro y dejó en claro que "en una negociación hay que escuchar y hacerse escuchar".
Actualmente los sindicatos manejan dos propuestas (ambas impulsadas por ellos): un bono que signifique un aumento puente y la apertura de paritarias con un piso de 38%.
La que más fuerza tomó en las últimas horas fue un acuerdo de 24.000 pesos a pagar en tres cuotas y una base de 18% de aumento para comenzar las discusiones en julio próximo. Esta suma (acordada en diciembre, pero en cuatro cuotas) fue rechazada por las cámaras empresariales, que ofrecieron 18.000 pesos en tres cuotas.
Arévalo también se refirió "a los que agitan el fantasma de la desocupación" y agregó que "para nosotros son pájaros de mal agüero, hoy lo primero es la estabilidad laboral pero hasta el momento no se produjeron despidos".
Las negociaciones entre los gremios petroleros de la Patagonia y las cámaras empresarias de la actividad para sellar un acuerdo salarial transitorio hasta mitad de año ante la crisis que atraviesa el sector debido a la caída internacional del precio del crudo, se trabaron ayer y las partes volverán a reunirse entre hoy y mañana para intentar definir el entendimiento previo al fin de semana. La discusión contempla el pago de una suma puente de $ 6.000 mensuales para de abril, mayo y junio, además de un adicional de $ 3.000 para el medio aguinaldo, tras lo cual los gremios y las petroleras se sentarían a negociar el incremento salarial anual.
Sin embargo, en las conversaciones se coló también la pretensión sindical de obtener una reducción de la carga del impuesto a las Ganancias en los salarios de los trabajadores del sector.
Desde 2005 los petroleros gozan del beneficio de que sus adicionales por horas extras y viandas están exceptuados de la carga del tributo. Según explican en los gremios, por ese beneficio el Estado reintegra a los trabajadores una parte del monto impositivo descontado, pero esa cifra no se actualizó en los últimos años. Por ello los sindicatos presionan al Ejecutivo para elevar el monto de esa devolución, planteo que aun sigue sin respuestas.
Por: Mariano Martín.
El Gobierno intentará hoy cerrar con los gremios petroleros de todo el país un acuerdo salarial transitorio hasta mitad de año que podrá ser utilizado como referencia para otros sectores atravesados por complicaciones financieras. En el caso de las empresas del sector, con la referencia de YPF, los inconvenientes giran en torno de la baja internacional en el precio del barril de crudo, que en la actualidad oscila en los 50 dólares contra el valor de un semestre atrás, de más del doble. Y, al igual que otras actividades con altos niveles salariales, la problemática del Impuesto a las Ganancias atraviesa todo el debate.
La viceministra de Trabajo, Noemí Rial, recibirá a las 12.30 a los representantes de la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles y de los gremios que se abrieron de esa entidad: el de Neuquén, Río Negro y La Pampa, el de Chubut y el de Santa Cruz. También estarán los sindicatos de jerárquicos, y directivos de las empresas que integran la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH).
En los gremios depusieron su exigencia inicial de ir por un aumento salarial anual que en algunos casos llegaba al 40 por ciento. La caída sostenida del barril y un horizonte de igual tendencia, con amenazas sobre el nivel de empleo y los compromisos de inversión de las compañías, se complotaron para convencer a los dirigentes de aceptar un acuerdo por un monto no remunerativo, tal como fue acordado para el primer trimestre del año.
De hecho, la expectativa de máxima de los sindicalistas es replicar aquel entendimiento, que totalizó 24 mil pesos para el primer trimestre, y extenderlo hasta junio con tres cuotas iguales de 8.000 pesos por mes durante abril, mayo y junio. Frente a la evidencia de la crisis sectorial, y el aviso por parte de Miguel Galuccio, CEO de YPF, de que la firma renacionalizada no está en condiciones de afrontar una nueva suba salarial, en los sindicatos evalúan incluso aceptar la reducción de ese monto mensual a $ 6.000 y pujar por una bonificación con el aguinaldo de mitad de año.
El escenario internacional trastocó por completo los planes gremiales. Hasta el año pasado, cuando ya se avizoraba una baja sostenida del precio del petróleo, los gremios todavía fijaban condiciones en la paritaria con las empresas y obtenían del Gobierno la primera confirmación, que adelantó este diario, acerca de la exención en el Impuesto a las Ganancias de la segunda cuota del aguinaldo. Cuatro meses después, el principal objetivo es una garantía de sostén de los puestos de trabajo, que en la actualidad oscilan en los 50 mil en todo el país entre las actividades de exploración en yacimientos, refinación y envasado y distribución de gas.
Hasta ayer hubo reuniones informales entre los sindicalistas y los empresarios. El principal obstáculo para la firma de un acuerdo transitorio corría por cuenta de YPF, en tanto que Panamerican Energy, uno de los principales empleadores en el segmento de los yacimientos, había dado señales favorables a los pagos no remunerativos.
La opción de un acuerdo puente ya se había puesto en práctica a principios de año en el transporte público de pasajeros: el Gobierno pactó sumas fijas con los colectiveros de la UTA y los cuatro sindicatos ferroviarios, y hasta la Unión Obrera Metalúrgica analiza esa alternativa en caso de empantanarse la negociación en marcha con los empresarios del rubro.