La petrolera estatal brasileña Petrobras perderá al menos US$14.300 millones en su refinería en construcción de Comperj, casi 12 veces más de lo que está previsto que gane la planta por las operaciones en toda su existencia, reportó O Globo citando una presentación de la compañía ante un organismo del Gobierno.
La pérdida proyectada en la planta en construcción de 165.000 barriles por día es más del doble del precio inicial de la refinería de US$6.100 millones, dijo O Globo.
El reporte del diario citó documentos preparados por funcionarios de finanzas de Petrobras y presentados ante el Tribunal de Cuentas de la Unión de Brasil.
La corte, conocida por sus iniciales en portugués TCU, es un brazo del Congreso de Brasil que revisa y regula el gasto del Gobierno, sus agencias y compañías.
Las razones para la proyectada pérdida incluyen inversiones y mantenimiento irrecuperables, indicó O Globo.
El diario agregó que la refinería es uno de varios proyectos gigantes en los que, según la policía y los fiscales, un cártel de compañías de construcción e ingeniería conspiraron con altos ejecutivos de Petrobras para sobrecargar los precios por los trabajos.
Algunos de esos pagos excesivos fueron luego girados a ejecutivos de Petrobras y políticos aliados a la presidenta Dilma Rousseff como sobornos o contribuciones de campañas, según fiscales.
Ejecutivos de Petrobras no estuvieron inmediatamente disponibles para realizar comentarios.
La oficina de prensa de la TCU dijo a Reuters que el documento citado por O Globo no era público y que sólo sería difundido cuando se complete la investigación de la corte.
Investigaciones de la TCU sobre la refinería Comperj iniciadas en 2011 y 2013 arrojaron potenciales pérdidas de cientos de millones de dólares, informó el tribunal en un comunicado.
En los últimos años la TCU ha investigado regularmente a Petrobras y sus más de US$40.000 millones anuales en gastos.
O Globo también reportó que el estudio de Petrobras de Comperj presentado ante la TCU determinó que la compañía perdería US$17.000 millones si abandona hoy la refinería sin terminar.
Originalmente planeada como una refinería petroquímica, los trabajos tienen años de retraso y ahora se enfocarán en la producción de gasolina, diésel y otros combustibles.
Por Guillermo Parra-Bernal
La compañía con sede en Río de Janeiro, que es la petrolera más endeudada de Latinoamérica que cotiza en bolsa, demoró la difusión de sus resultados debido a acusaciones de que registró de manera sistemática pagos por activos y por el trabajo de contratistas por encima de su valor.
Según fiscales, estos fondos excedentes habrían sido remitidos a partidos políticos, entre ellos el Partido de los Trabajadores de la presidenta Dilma Rousseff.
Según la nota de JP Morgan, la "tormenta perfecta" comenzó el año pasado para Petrobras con el inicio de una investigación por corrupción conocida como "Operación Lavado de Autos" y se intensificó con el desplome de los precios del crudo, la decisión de Moody's de recortar la calificación crediticia de la empresa debajo del grado de inversión, y los vaivenes del real.
Petrobras tiene la capacidad de preservar efectivo y reducir deuda, aunque siguen las dudas sobre si el Gobierno federal -que controla casi la mitad del capital de la compañía- adoptará las medidas necesarias para limitar el gasto de capital, indicó JP Morgan.
"El regreso a una condición saludable llevará tiempo y probablemente requerirá una buena cantidad de 'sangre, sudor y lágrimas' para poner a la compañía nuevamente en marcha", señaló la nota.
El informe destaca el viento en contra a corto plazo que enfrenta Petrobras, que alguna vez fue la perla de la economía brasileña pero que en los últimos años se convirtió en símbolo de los problemas financieros del país, en parte debido a la participación de miembros del Gobierno de Rousseff en el escándalo de corrupción.
En este momento, para Severine y su equipo Petrobras "es una alternativa binaria, con más riesgos a la baja que al alza a corto plazo, debido a la falta de visibilidad de los temas relevantes".
Aunque a los precios actuales las acciones de la compañía lucirían atractivas, el interés en ellas dependerá de las decisiones del Gobierno, señaló la nota de JP Morgan.
Severine optó por una recomendación "neutral" sobre Petrobras y fijó una meta de precio de 11 reales para las acciones preferenciales.
(1 dólar = 3,136 reales)