Rastros de Cesio-134 y Cesio-137 fueron hallados en las costas de un pequeño pueblo en Vancouver. Advierten que los niveles son muy bajos y no implican un peligro.
La radiación que liberó el desastre nuclear de Fukushima en Japón en 2011 llegó a las costas de Canadá. Si bien los niveles son bajos y no significan un peligro para los humanos o la vida marina, en Ucluelet, un pequeño pueblo de Vancouver se encontraron rastros de Cesio-134 y Cesio-137, según informa hoy el diario británico The Guardian.
Las muestras fueron recogidas en las costas de Ucluelet el pasado 19 de febrero.
"La radiactividad puede ser peligrosa, y tenemos estar cuidadosamente monitoreando los oceános luego de lo que ciertamente fue la más grande liberación en los mares de contaminantes radioactivos de la historia", advirtió Ken Buesseler, científico de la Institución Oceonagráfica de Woods Hole.
Con todo, los niveles hallados en Canadá son extremadamente bajos. Por ejemplo, nadar en esas aguas todos los días durante todo el año proporcionaría una dosis de radiación menor que un placa dental.
Un terremoto y un consecuente tsunami golpearon Japón en marzo de 2011, devastando la planta nuclear de Fukushima, 209 kilómetros al noreste de Tokio. Más de 160 mil personas tuvieron que abandonar la zona. El agua, los alimentos y el aire quedaron contaminados. Es el peor incidente nuclear después del de Chernobyl, en 1986.