Una jueza distrital de Manhattan determinó que un grupo de inversores en acciones continúen con la demanda colectiva contra Barrick Gold por las pérdidas financieras que les ocasionó que la compañía ocultara las dificultades ambientales que tenía el megaproyecto Pascua-Lama, ubicado en la frontera entre San Juan y Chile.
De esta manera, Barrick fracasó en su intento de que se desestime una demanda que la acusa de ocultar las dificultades del proyecto para elevar fraudulentamente su valor de mercado en decenas de miles de millones de dólares.
La jueza distrital Shira Scheindlin en Manhattan concluyó que ‘aunque los demandantes no alegaron un motivo, tienen suficiente evidencia circunstancial presunta sobre el mal comportamiento o negligencia deliberados‘, escribió la magistrada en su dictamen de 55 páginas. Scheindlin dijo además que los demandantes podían acusar a Barrick Gold de engañarlos sobre las cifras de rentabilidad del proyecto.
La jueza desestimó alegatos indicando que la compañía canadiense mintió a sus accionistas sobre los costos y las demoras en producción. Ni el portavoz ni los abogados de la minera han hecho aún comentarios.
Barrick compró el yacimiento sin explotar de Pascua-Lama en 1994, y ha estado contando conque genere un enorme porcentaje de su producción total de oro. Pero los sobrecostos, los problemas medioambientales, las disputas laborales, la oposición política y la caída de los precios del oro contribuyeron a que la compañía decidiera el 31 de octubre del 2013 detener indefinidamente el proyecto, después de haber gastado en él más de 5.000 millones de dólares.
Los inversores que compraron acciones ordinarias de Barrick Gold presentaron demandas por pérdidas que van desde el 7 de mayo del 2009 -cuando la compañía dijo que empezaría la construcción en Pascua-Lama- hasta el 1 de noviembre de 2013.