Las negociaciones entre el Grupo 5+1 e Irán sobre el programa nuclear que se llevan a cabo en Lausana, Suiza, están bloqueadas en tres puntos clave, señaló un diplomático.
Los temas conflictivos son la duración del acuerdo, el levantamiento de las sanciones de la ONU y el mecanismo de garantía y control.
"No puede haber acuerdo si no se encuentra una respuesta a esas cuestiones", agregó el diplomático, que pidió el anonimato.
El alto negociador iraní, Abás Araqchí, fue mucho más optimista y dijo a una televisora local que "aunque no hay acuerdo, muchos de los problemas ya están resueltos".
El viceministro subrayó que para el Gobierno de Teherán, la mayor exigencia es que todas las sanciones y resoluciones de Naciones Unidas que imponen restricciones al país deben ser eliminadas como parte de un acuerdo nuclear y no como una consecuencia de la aplicación del mismo.
"Ya es hora para el Grupo 5+1 de tomar decisiones duras y levantar todas las sanciones", añadió.
Hoy se cumple el plazo autoimpuesto por los negociadores para alcanzar un acuerdo que ponga fin a una década larga de conflicto nuclear con la República Islámica.
Todos los ministros de Exteriores de los países con derecho a veto del Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Rusia, China, Francia y Reino Unido) más Alemania, participan de la reunión.
El ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, comentó que las negociaciones están en una fase "difícil" y "crítica" aunque destacó que ha habido "mucho progreso" en los últimos días.
"No dejaremos de intentar todo lo posible" para alcanzar un pacto, aunque "tampoco se permitirá un mal negocio" con los iraníes, señaló el ministro alemán. "Las últimas decisiones a tomar son las más difíciles y eso le cuestan especialmente mucho a los iraníes", agregó.
Steinmeier destacó que uno de los principales escollos para un acuerdo nuclear: el de su duración, que, según las potencias internacionales, debería ser como mínimo una década o incluso más. "Tenemos que asegurarnos de que todo lo que pase allí (en Irán), después de diez años, sea realmente transparente y verificable. Y en cuanto al alcance, no podemos permitir que tras diez años se produzca una evolución explosiva", advirtió Steinmeier.
"Debemos asegurarnos de que Irán esté excluido de forma permanente y verificable del acceso a un arma nuclear", resumió el ministro alemán las exigencias de las seis potencias.
La comunidad internacional teme que Irán quiera hacerse con los conocimientos y materiales para fabricar una bomba nuclear, algo que Teherán niega diciendo que su programa solo tiene intenciones pacíficas.
Sin embargo, los expertos de la agencia nuclear de la ONU que investigan desde hace 12 años el programa atómico iraní no han podido comprobar con seguridad la naturaleza pacífica de las actividades iraníes.
Después de varios días de reuniones maratónicas, los ministros de Relaciones Exteriores de Irán y de seis potencias mundiales buscaban ayer poner punto final al acuerdo sobre el controvertido plan nuclear iraní, un día antes del vencimiento del plazo que se impusieron.
Los representantes de Irán y del denominado Grupo 5+1 (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia, China y Alemania) trataban de superar los escollos que impedían llegar a un acuerdo para que Irán renuncie a la fabricación de la bomba atómica y las Naciones Unidas anulen las sanciones económicas contra el régimen de los ayatollahs.
Ese acuerdo preliminar debería sellarse hoy. Pero fuentes diplomáticas occidentales advirtieron que los intentos por llegar a un acuerdo marco, que sería el preludio de un pacto más amplio a finales de junio, aún podrían desmoronarse.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, presente en la reunión, dijo que "aún hay asuntos difíciles", pero que estaban "trabajando muy duramente para resolverlos".
Los negociadores de todas las partes parecían cada vez más pesimistas. "Si no tenemos algún tipo de acuerdo marco ahora, será difícil explicar por qué podremos tener uno el 30 de junio", dijo un diplomático occidental.
Hay varios puntos en conflicto que deben ser resueltos si Irán y las seis potencias quieren asegurar el acuerdo preliminar. Según fuentes diplomáticas occidentales, el principal escollo para alcanzar un pacto pasa por el rechazo de Irán a enviar al extranjero gran parte de sus reservas de uranio enriquecido. Diplomáticos occidentales daban por seguro que Teherán accedería finalmente a esa petición, pero la discusión al respecto se complicó con el transcurso de los días.
Entre las diferencias principales figuran también el grado de supervisión de las instalaciones nucleares iraníes, el calendario de levantamiento de las sanciones y los plazos del acuerdo, entre otros puntos.
"Parece que tenemos un acuerdo por los primeros diez años, pero con respecto a los iraníes, la pregunta sobre lo que pasará después es complicada. No puedo decir cuál será el resultado final", señaló un diplomático occidental que quiso mantener el anonimato. El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, dijo que se habían producido "ciertos progresos y algunos reveses en las últimas horas".
"Nuestro equipo negociador es confiable y los funcionarios están trabajando duro", dijo por su parte Ali Akbar Velayati, asesor del ayatollah Ali Khamenei, a la agencia de noticias iraní Fars.
Pese a la posibilidad de un acuerdo, el escepticismo todavía se traslucía ayer. "Las posibilidades de un acuerdo sobre la cuestión nuclear son 50 y 50", dijo la vocera del Departamento de Estado, Marie Harf.
En las reuniones frente al lago de Ginebra están Kerry (Estados Unidos), Philip Hammond (Gran Bretaña), Laurent Fabius (Francia), Serguei Lavrov (Rusia), Wang Yi (China), Steinmeier (Alemania) y Federica Mogherini (Unión Europea). Irán está representado por su canciller, Mohammed Javad Zarif.
Agencias AP, AFP y Reuters
- Los ministros de Relaciones Exteriores de Irán y las potencias del Grupo 5+1 intentaban ayer en Lausana eliminar los últimos obstáculos para poner fin al conflicto de más de diez años generado por las ambiciones nucleares de Teherán, en medio de declaraciones optimistas de las partes.
"No me planteo la hipótesis de un fracaso", aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Eric Schultz, para quien los contactos se encontraban al cierre de esta edición en una instancia decisiva.
Irán y los países del Grupo 5+1 (los miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania) se habían fijado un plazo que vence hoy para un entendimiento preliminar, que debería ser seguido por uno definitivo el 30 de junio.
Mientras, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, comentó que las negociaciones nucleares estaban en una fase "difícil" y "crítica", aunque destacó que hubo "mucho progreso" en los últimos días.
"No dejaremos de intentar todo lo posible" para alcanzar un pacto, aunque "tampoco se permitirá un mal negocio" con los iraníes, concluyó.
Por su parte, el canciller chino, Wang Yi, se mostró "cautelosamente optimista" respecto a la posibilidad de alcanzar un acuerdo, aunque advirtió de que la situación es "muy fluida".
"Las posiciones entre las partes se están acercando. Soy cautelosamente optimista sobre la posibilidad de un acuerdo", declaró a los periodistas durante un receso de las reuniones.
La de ayer fue la primera reunión entre la totalidad de los cancilleres de las partes involucradas y duró un poco más de una hora.
A un día de que termine el plazo para cerrar un acuerdo de principios, todavía quedaban algunos escollos por resolver.
Al final del encuentro, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, anunció que abandonaba Lausana por unos compromisos previstos en Moscú y su portavoz dijo que regresaría hoy mismo "si existe una posibilidad real de acuerdo".
Los diplomáticos buscan llegar a un acuerdo por el cual Irán garantice sin la menor sombra de duda la naturaleza civil de su programa nuclear, a cambio de un levantamiento de las sanciones internacionales que asfixian su economía desde hace años.
Sin embargo, las dudas persisten, y analistas advierten que, en el peor escenario, se pretende someter el programa iraní a controles que permitan advertir con una antelación de un año cualquier intento persa de avanzar hacia la construcción de una bomba atómica.
Según explicó un diplomático occidental, las negociaciones estaban bloqueadas en tres puntos clave: la duración del acuerdo, el levantamiento de las sanciones internacionales y el mecanismo de garantía y control.
"No puede haber acuerdo si no se encuentra una respuesta a esas cuestiones", agregó el diplomático, que pidió el anonimato, y enfatizó en que "llegado el momento, hay que decir sí o no".
Incluso antes de que ningún acuerdo se haya cerrado, sus oponentes ya han comenzado a criticarlo, preocupados por si no será suficiente para impedir que Irán se haga con la bomba atómica.
Esto incluye a la oposición republicana al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y al primer ministro israelí,Benjamín Netanyahu.
Fuera de esas diferencias de último momento, fuentes diplomáticas occidentales afirmaron que en otras áreas de este complicado rompecabezas se estaba cerca de alcanzar un acuerdo.
Entre éstas, el número de centrifugadoras, que Irán habría aceptado reducir de las casi 20.000 actuales (la mitad de ellas activas) a 6.000. Además, la planta subterránea de Fordo, cerca de la ciudad santa de Qom, podría seguir funcionando bajo condiciones muy estrictas.
En cambio, Irán desmintió que hubiera aceptado enviar al exterior todo o parte del uranio débilmente enriquecido que tiene almacenado, que asciende a unas 800 toneladas.
Con todo, los negociadores iraníes se mostraron optimistas.
Los mercados apostaron ayer a que, finalmente, habría un pacto. Así, los precios del petróleo cayeron en Europa, ante las expectativas de que un entendimiento permita la reincorporación de Irán al mercado, incrementando la oferta. El crudo de Brent bajó 85 centavos hasta 55,56 dólares por barril.
Las exportaciones de iraníes de petróleo cayeron desde un nivel de 2,2 millones de barriles por día en 2011 a cerca de 1,3 millón en la actualidad debido al embargo instaurado por Estados Unidos y la Unión Europea con el objetivo de frenar el programa nuclear. Un levantamiento de las sanciones llevaría al país de vuelta al mercado, con una oferta de cerca de un millón de barriles adicionales por día, en un momento en el que las plazas ya están inundadas.
Agencias ANSA, AFP, EFE y Reuters, y Ámbito Financiero |