El gobierno de Brasil anunció que formará parte del Banco Asiático de Inversiones en infraestructura (AIIB) al que fue invitado por el gobierno chino y del que será uno de sus miembros fundadores.
"La presidenta Dilma Rousseff dijo que Brasil tiene todo el interés en participar en esta iniciativa, que tiene como objetivo garantizar la financiación para proyectos de infraestructura en la región de Asia", afirma el comunicado difundido por la Presidencia.
Según, Xiang Songzuo, economista en jefe del estatal Banco Agrícola de China (AgBank), Argentina es el siguiente estado latinoamericano en sumarse a la nueva institución hacia finales de año.
El economista con sede en Beijing también remarcó la importancia de la nueva entidad crediticia de desarrollo para ambas partes. Lo productores de commodities más importantes de América Latina siguen dependiendo en gran medida de las exportaciones a la nación asiática, a pesar de la alicaída economía de China.
A su vez, China necesita todos los amigos soberanos que pueda conseguir, si pretende consolidar el sueño de la banca de desarrollo como una realidad global. Xiang dijo que el AIIb se convertiría en una institución multinacional de préstamos gubernamentales "sólo si" tuviera una amplia difusión entre los accionistas soberanos. "Para llegar a ser un verdadero banco de desarrollo en todo el mundo, países como Brasil y Argentina - y otros de América Latina, en especial los hambrientos por financiamiento para infraestructura-- necesitarían ser miembros."
Junto con Brasil, veintisiete estados y regiones de Asia están en la lista inaugural del banco, más nueve países de Australasia y Europa, entre ellos, Alemania, Australia y el Reino Unido.
Por ahora, más preguntas que respuestas se ciernen sobre el más nuevo prestamista del mundo. Fue formado en 2014 con US$ 50.000MM de capital inicial de China, y Beijing ha declarado su intención de elevar ese total a US$ 100.000MM.
Es muy posible que los esfuerzos de China para levantar su propio organismo financiero modifiquen el modo de evaluar el riesgo moral de los préstamos a un estado extranjero.
Beijing ha pasado la última década canalizando vastas cantidades de capital a América Latina de variadas maneras, desde swaps de divisas con los Bancos Centrales a ofertas de dinero por petróleo.
Solo Venezuela ha captado más de US$ 45.000MM en préstamos chinos desde 2003, a cambio de crudo. Otros US $ 10.000 MM serán facilitados en los meses que vienen para financiar el desarrollo de campos petroleros.
En el caso argentino, a pesar de desaceleración del crecimiento, la inflación y una relación conflictiva con EE.UU, China ha estado dispuesta a buscar formas de aplacar a uno de sus aliados clave de América Latina. En enero, el Banco Central de Argentina aumentó sus reservas por US$ 400.000.000 después de asegurar la cuarta entrega de un swap por US$ 11.000MM acordado con el Banco Popular de China. Los préstamos chinos a Argentina suman US$19.000MM desde 2005.
Sin embargo, la generosidad de China - el uso de valiosas reservas estatales para apoyar las economías latinoamericanas que brindan pocas esperanzas de obtener reintegro de los préstamos blandos – se recalienta en el fuego del debate doméstico.
Songzuo dijo que los expertos financieros del continente se "quejan de que el país no pone condiciones suficientes sobre préstamos hechos a los gobiernos latinoamericanos díscolos".
Los préstamos a América Latina por parte de bancos estatales chinos pueden haber saltado a US$ 22.000MM en 2014, de US$ 13.000MM el año anterior, según datos del BID. Pero esto podría ser el techo: el gobierno chino ha comenzado ha reflexionar sobre la importancia de la imposición de las "condiciones adecuadas" de los préstamos concedidos a países de la región, dijo Xiang.
En los últimos años, China ha tomado conciencia del gran valor de sus recursos financieros, y está lentamente despierta hacia la necesidad de colocar mejor su dinero. El AIIb, dice Andrew Polk, economista senior del Centro de China de The Conference Board para la Economía y Negocios, sólo acelerará esa percepción. "El punto de los organismos multilaterales es compartir el riesgo, y China ha tomado demasiado riesgo con préstamos estos países latinoamericanos. Una vez que China se convierta en un actor de peso con su propio organismo multilateral, importa mucho a quién se le presta.” “En algún momento, pedirán que les regresen el dinero”.