Mientras monitorea activamente la situación de la minería en el norte producto de los temporales -donde una de sus preocupaciones fue descartar cualquier inconveniente en los tranques de relaves-, el subsecretario de Minería, Ignacio Moreno, se da un tiempo para abordar los planes que vienen para potenciar la industria del litio en el país.
Dice que en estas semanas se trabaja en el comité de ministros económicos los alcances de la comisión que abordó el tema para definir en conjunto la hoja de ruta, algo que debería estar listo hacia fines del primer semestre.
Hay que tomar varias decisiones. Por ejemplo, ante el interés de algunos inversionistas extranjeros para producir litio, hay que definir si se crea o no una nueva empresa pública o se apuesta por un camino más rápido de constituir una filial de Codelco o Enami que facilite la llegada de nuevos actores.
Moreno dice que el marco regulatorio actual permite esta fórmula. Agrega que el mercado del litio es pequeño, de unas cinco empresas internacionales, donde tres miran con interés y tienen disposición a generar proyectos en el país, en el corto plazo.
"Tenemos que avanzar rápido para ser capaces de responder a este interés", dice.
Moreno dice que en los próximos años esperan sumar uno o dos nuevas operaciones de este metal en el país, para aprovechar el aumento de la demanda que se espera, la que podría duplicarse en ocho años.
"Estamos a tiempo para aprovechar el momento del mercado, pero en este período tenemos que ser capaces de aumentar la producción. Si nos atrasamos, aunque sea poco, podemos perder importancia en el mercado", dice.
Para esto, impulsarán en los próximos meses algunas medidas administrativas, que derivan de las conclusiones de la comisión del litio.
Ejes estructurantes
"Lo que nos interesa como país es aumentar y desarrollar la producción de litio y nos pareció que el régimen de concesión minera no se adapta a la explotación de un recurso que está contenido en un líquido", explica.
Agrega que hubo consenso en la comisión de mantener el carácter no concesible del litio, con lo que se abre la posibilidad de un sistema de cuotas de extracción.
El segundo eje, era que el Estado debía asumir un rol más preponderante en esta industria. Al interior de la comisión hubo dos posturas: los que apostaban por fortalecer organismos existentes y, otros, la mayoría, estaba por crear una institución nueva, que podría ser hasta una "superintendencia de los salares" que establezca reglas del juego y sea capaz de fiscalizar los salares.
El tercer punto fundamental era la necesidad de tener una contraparte comercial, que represente al Estado. En ese marco se analizó crear una empresa o una filial de Enami y Codelco. La idea es que ella centralice el dominio de las pertenencias en salares.
Esto no implicará necesariamente un traspaso de pertenencias, sino que podría ser un usufructo u otra figura.
Además, hay que definir si esta filial actuará como socio del inversionista, o establecerá un sistema de regalías.