Por Mario Riveros M.
La mayoría de los países de Latinoamérica tienen más reservas, pero es más caro extraer el crudo, lo que no hace rentables nuevas explotaciones a los niveles actuales de precio. Esto ha afectado sus presupuestos fiscales.
De los US$ 92,91 el barril en 2014, en lo que va del año el crudo ha caído prácticamente a la mitad.
En Chile esta baja se ha sentido a medias. En los combustibles se ha compensado con el alza del tipo de cambio, aunque para la minería esto ha sido un alivio, ya que ha permitido la mejora en los costos de las compañías, principalmente para las de mayor tamaño.
Pero en el resto de Latinoamérica el bajón ha sido fuerte.
Es que países como Venezuela o Ecuador, con grandes empresas dedicadas a la exploración de hidrocarburos, el remezón se ha sentido y se seguirá sintiendo, como explica Alfredo Coutiño, director para Latinoamérica de Moody’s, porque la mayoría de estas compañías son estatales, por lo que esta caída “introduce limitaciones no solo a la capacidad contracíclica de la política fiscal sino, incluso, a una fuente importante de crecimiento en la economía”.
Además, el bajo precio del petróleo ha limitado las inversiones en prácticamente todas las petroleras, por lo que algunos países, como México, ya redujeron su producción de crudo, mientras que otros deberán revisar sus previsiones de crecimiento o derechamente van a perder capacidad en el futuro.
Esto, explica Coutiño, “ha venido a desarreglar las cuentas fiscales de los productores latinoamericanos”.
En nuestro país esto se ve en menor medida. Si bien Chile es importador neto, Geopark tiene labores extractivas en Magallanes. La empresa privada, que también tiene operaciones en Argentina y Colombia, reportó que en 2014 sus utilidades cayeron 54,4%, y la suspensión de exploraciones en el sur de Chile, además del despido de gran parte de la dotación de trabajadores de la compañía.
Venezuela sumaría pérdidas por cerca de US$ 30 mil millones en un año
Si la estimación del economista venezolano Luis Oliveros es correcta, su país perdió casi US$ 30 mil millones en 2014. ¿Cómo?
“Por cada dólar que baje el precio promedio anual del petróleo venezolano, el país deja de percibir US$ 600 millones”, calcula el economista.
Esto convierte a la nación en la más afectada por la baja en el precio del crudo, lo que se ve profundizado en que la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) se había convertido, en los últimos años, en el gran motor de la economía venezolana.
La firma, que no entrega sus resultados de manera pública y que es uno de los principales proveedores de crudo de EE.UU., ya anunció recortes en inversiones programadas. La baja de ingresos, en todo caso, se ha visto compensada con la depreciación de más de 30% que ha mostrado el bolívar en lo que va de 2015.
Aún así, los embates de la baja de su principal exportación se han dejado sentir: para el FMI, este país será el más afectado de la crisis actual de los precios del petróleo, y la perspectiva del organismo es que este año su PIB retrocederá en 7%, una baja siete veces mayor que lo que había previsto en diciembre.
México reduce su presupuesto fiscal en US$ 4 mil millones por baja del crudo
En México la caída del petróleo ha golpeado a la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex). Es que luego de las pérdidas que mostró en 2014, el gobierno azteca acusó el golpe y preparó un presupuesto fiscal con un recorte de US$ 4 mil millones, únicamente por la baja del crudo.
Además, la empresa ya redujo su pronóstico de producción del combustible para 2015 en 5,7%, a 2,29 millones de barriles diarios. Esto, a pesar de una ambiciosa reforma gubernamental enfocada en revertir la caída en la producción de crudo que ha venido experimentando la empresa en los últimos años, desde su récord de producción de 3,38 millones de barriles diarios en 2004.
Esta merma, calcula Alfredo Coutiño, “le va a quitar a la economía al menos medio punto porcentual de crecimiento para dejarlo en alrededor de un 2,5%”.
De hecho, los ingresos petroleros equivalen a poco más del 10% del PIB.
Según el analista James McKeigue, de LatAm Investor, esta baja se compensa también porque México tiene un amplio sector manufacturero, el que se beneficia de una caída en el costo de la energía.
Brasil consume casi todo lo que produce, pero la corrupción lo complica
Brasil, el tercer productor de la región, tiene un problema un poco menos difícil pero que se complica cuando a la ecuación se le agrega el componente de la corrupción.
Al ser la octava mayor economía del mundo, Brasil consume mucho petróleo, es más, casi todo el crudo que produce lo dedica al consumo interno. Por eso, el efecto de la baja de precios los afecta, pero menos.
Alfredo Coutiño explica que “se espera que la economía de este país se mantenga estancada en el 2015, con cero crecimiento en el mejor de los casos”, pero más por problemas estructurales que otros que provengan del petróleo.
Lo que sí complican los bajos precios del crudo son las perspectivas de extracción de sus mayores reservas petroleras, las que fueron descubiertas en zonas profundas y cuyo costo de extracción es más alto. Con un petróleo bajo US$ 60, el barril en el largo plazo es casi imposible que este hidrocarburo pueda ser extraído por Petrobras.
Argentina: YPF gana más y tiene más reservas, pero es más caro extraerlas
El caso de Argentina hasta ahora es paradójico. Luego de una exitosa expropiación de YPF a la española Repsol, el gobierno de Cristina Fernández anunció enormes reservas de crudo, las que para extraerlas está negociando con empresas estadounidenses.
Sin embargo, el tipo de petróleo que tienen yacimientos como Vaca Muerta impiden su desarrollo con los precios actuales del crudo, no solo para la construcción, sino también para su operación.
“YPF sigue buscando socios para desarrollar sus recursos de esquisto en Neuquén, una ambición que ya fue difícil antes de la caída en los precios por la incertidumbre económica, política y regulatoria en ese país”, comenta Patricia Garip, bureau chief para Latin America de Argus.
Ecuador debería endeudarse para mantener el gasto
La baja mundial del hidrocarburo también ha impactado a Ecuador. El gobierno de ese país recortó en US$ 1.400 millones su presupuesto para este año, el que totaliza US$ 27.500 millones. De ellos, el 11,2% son ingresos del petróleo.
Este, en todo caso, podría ser más ajustado aún, ya que el precio del crudo que se usó para la construcción del erario bordeaba los US$ 80, y hoy el petróleo ecuatoriano está por bajo los US$ 60 el barril.
Además, explicó Fausto Ortiz, ex ministro de Finanzas de Ecuador, la situación también impactaría a la balanza comercial, que deberá endeudarse para mantener su nivel de gasto, en un país en el que el 53% de la inversión viene del fisco.
Esto, además, será más caro este año, pues la economía de Ecuador está dolarizada, por lo que la apreciación global que está experimentando esa moneda no le permite al país compensar, vía devaluación, la merma del commodity.
BLOOMBERG
Paul Horsnell, de Standard Chartered, pronostica que el petróleo subirá a u$s 90 por barril en el cuarto trimestre. Francisco Blanch, de Bank of America Merrill Lynch, pronostica que llegará a u$s 58. Hace seis meses, la diferencia entre ambos era de apenas u$s 1.
Esa repentina divergencia destaca una creciente tendencia: los analistas de energía experimentan las mayores divisiones en por lo menos ocho años en lo que respecta al rumbo del crudo Brent, la referencia global.
Los pronosticadores no lograron predecir la caída que redujo los precios del petróleo a más de la mitad luego de que el auge del esquisto estadounidense hiciera crecer la producción al nivel más alto en tres décadas.
La OPEP, que lidera Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, abandonó su tradicional papel de adaptar el ritmo de la producción para moderar las fluctuaciones de precios a los efectos de mantener su participación de mercado. Eso ha dividido a los analistas respecto de cuánto y con qué rapidez los bajos precios obligarán a los productores estadounidenses a contraerse, lo que hace que su tarea se vuelva "mucho más compleja", según Société Générale.
Horsnell dijo una semana atrás que la producción cae más rápido de lo que se estima, lo cual hará subir los precios. Blanch dice que el mercado sigue teniendo exceso de oferta. "Lo que en verdad cambió el mercado fue la decisión saudita de no seguir modificando la oferta para mantener el nivel de los inventarios", dijo el jueves desde Nueva York Blanch, el principal pronosticador del Brent del cuarto trimestre, según datos que recopiló Bloomberg Rankings. "El mercado internacional estará muy bien provisto incluso cuando cambie la situación en los Estados Unidos", agregó.
El crudo Brent cayó respecto del elevado nivel del año pasado de u$s 115,71 por barril y llegó el 13 de enero a u$s 45,19, el precio más bajo en seis años. Ayer perdió 5%, ya que terminó la sesión con una baja de u$s 2,78, a u$s 56,41 por barril.
Las fluctuaciones de precios fueron las mayores desde 2009. El promedio de las estimaciones de 39 analistas es que el Brent promediará los u$s 69 en el cuarto trimestre. El pronóstico de u$s 90 de Horsnell, el más alto, está un 80% por encima del más bajo, que corresponde a Andreas Speer, de Bayerische Landesbank y es de u$s 50. Es la mayor diferencia de estimación desde el primer trimestre de 2007.
Los futuros sobre petróleo ampliaron este lunes las pronunciadas pérdidas registradas durante la jornada anterior, pues parecen progresar las discusiones entre diplomáticos occidentales e Irán acerca de su polémica industria nuclear.
En el New York Mercantile Exchange, el petróleo para entrega en mayo registró mínimos de la sesión en 47,85 USD por barril, para situarse después en 48,07 USD durante la mañana de la jornada de negociación en Europa, con un retroceso del 1,6% u 80 centavos. El petróleo del Nymex se desplomó un 4,98% o 2,56 USD para situarse en 48,87 USD.
Por otra parte, en el ICE Futures Exchange de Londres, el petróleo Brent para entrega en mayo se negoció a 55,83 USD por barril, desplomándose un 1,03% o 58 centavos, tras registrar mínimos de la sesión en 55,76 USD. Los futuros sobre Brent que se negocian en Londres cerraron la jornada del viernes con un retroceso del 4,7% o 2,78 USD y un precio de liquidación de 56,41 USD.
Mientras, el diferencial entre los contratos de Brent y crudo del WTI se situó en 7,76 USD por barril, frente a los 7,54 USD registrados al cierre del viernes.
Las conversaciones entre diplomáticos de Occidente e Irán se retomarán este lunes ante las expectativas de que se alcance un acuerdo sobre el programa nuclear de Teherán antes de que se le acabe el plazo este martes.
Cualquier indicio de acuerdo entre Irán y las potencias mundiales podría provocar que un aluvión de petróleo iraní vuelva a introducirse en el mercado.
Mientras, los actores del mercado seguían cerca los acontecimientos en Yemen después de que Arabia Saudí y una coalición de la región del Golfo lanzaran la semana pasada ataques aéreos para contraatacar a los rebeldes hutíes que, apoyados por Irán, están sitiando el sur de la ciudad de Aden.
Sin embargo, se disiparon los temores acerca de una posible interrupción del suministro de la región pues Yemen es sólo un pequeño exportador de crudo y los tanques de petróleo podrían evitar pasar por el estrecho de Bab-el-Mandeb, que comunica el Golfo de Adén con el Mar Rojo para llegar a sus puertos de destino.
Alrededor de 3,8 millones de barriles de petróleo y productos petrolíferos atraviesan el estrecho cada día.
Por otra partes, el índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, avanzó un 0,5% hasta situarse en 98,12 al comienzo de la jornada de este lunes. El índice se dejó la semana pasada un 0,66%, su segunda caída semanal consecutiva.
El dólar ganó posiciones con respecto al euro y al yen este lunes después de que la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, reiterara el viernes que es probable que el banco comience a subir los tipos de interés este año.
Los inversores dirigían su atención hacia el informe sobre empleo de Estados Unidos, previsto para el viernes, y los datos sobre gasto personal que se publican el lunes, para conocer más información acerca del rumbo de la política monetaria.
El barril de crudo Brent para entrega en mayo abrió hoy a la baja en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, al cotizar en 56,09 dólares, un 0,56 % menos que al cierre del viernes.
El precio del crudo de la OPEP baja un 3 % hasta los 52,93 dólares por barril
El precio del barril de petróleo de la OPEP cerró la semana pasada a la baja y se situó el viernes en 52,93 dólares, un 3 por ciento menos que el jueves, informó hoy el grupo petrolero con sede en Viena.
El valor del crudo de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) perdió así buena parte de la ganancia registrada el jueves, de un 7,3 por ciento respecto a la jornada anterior.
Según los analistas, los acontecimientos geopolíticos en Oriente Medio están detrás de la fuerte volatilidad de los "petroprecios" de al semana pasada, especialmente la ofensiva saudí en Yemen, que presiona al alza, y la perspectiva de un acuerdo en el conflicto sobre el programa nuclear de Irán, que hace bajar la cotización.
En toda la semana, el barril de la OPEP se vendió a una media de 51,91 dólares, frente a la de 49,50 dólares de la semana anterior.
El promedio de todo marzo fue de 52,58 dólares, un 2,7 por ciento menos que la media de febrero (54,06) y casi un 50 por ciento por debajo del promedio del mismo mes del año pasado (104,15 dólares).