El bloqueo por tiempo indeterminado dispuesto por el gobierno de Dilma Rousseff a las importaciones de peras y manzanas provenientes de la Argentina empezó a revelar una matriz problemática que va mucho más allá de un tema meramente sanitario. 

Si bien la detección por parte de las autoridades sanitarias brasileñas de una plaga denominada “Carpocapsa” es un hecho objetivo, lo cierto es que resulta evidente que la relación comercial entre la Argentina y Brasil atraviesa su peor momento. 

Es que a las trabas a las exportaciones dispuestas por el kirchnerismo durante los últimos años, sumado a la reciente devaluación -sin previo aviso- del real, se agregó en febrero pasado el polémico acuerdo económico con China. 

Dicho convenio, aprobado por el Congreso, no solamente fue muy criticado en el ámbito político local, sino que también fue muy mal recibido entre los empresarios del vecino país que quedaron oficialmente afuera de las grandes obras de infraestructura.

“Está claro que la relación comercial no es confortable porque este tipo de problemas se podrían haber conversado de otra manera”, explicó a La Política Online Marcelo Elizondo, director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI). 

“Por más que estemos hablando de una peste que real, es cierto que el acuerdo con China y las trabas a las exportaciones generan un ámbito de diálogo interrumpido que dificulta escenarios de negociación entre ambos países”, agregó Elizondo.

El bloqueo no es un problema menor: en el primer bimestre de este año la Argentina exportó un total 22.249 toneladas de peras a Brasil, un 12% menos que en el mismo periodo del año pasado, según datos publicados en valorsoja.com. 

En tanto, en los primeros dos meses de 2015 el vecino país importó unas 1731 toneladas de manzanas argentinas sobre un total exportado por nuestro país de 9704 toneladas (se trata de una cifra 81% inferior a la registrada en igual lapso de 2014). 

En este escenario, ¿cabe la posibilidad de reemplazar los mercados?, preguntó LPO. “No es tan fácil porque las monedas mundiales se están depreciando respecto al dólar, mientras que el peso argentino sigue el camino contrario”, respondió Elizondo. 

Por otra parte, en la zona del Alto Valle en la provincia de Río Negro ya están mencionando la posibilidad de que en caso de que el bloqueo brasileño no se levante en el corto plazo se genere un verdadero problema socio-económico en dicha región. 

Para tener una idea, según un informe de la Sociedad Rural (SRA), actualmente los productores de peras cobran $ 2 por kilo, mientras que los de manzanas perciben apenas $ 1,70 (en los comercios ambos productos se consiguen a $ 20 y $ 26 respectivamente).

“En los últimos años los costos internos subieron un 50% al tiempo que los precios al productor aumentaron un 20%”, comentó Raúl Robín, presidente de Economías Regionales de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). 

“Hoy el productor está cobrando un tercio de lo que necesitaría para cubrir sus costos y seguir en la actividad; esta situación obliga a muchos a directamente ni encarar los trabajos de cosecha”, señaló Robín a este medio.

 En este contexto, pareciera que el escenario se complicará aún más dado que Brasil no está dispuesto dar el brazo a torcer. “En cuestiones de defensa sanitaria la tolerancia será cero, independientemente de que se trate de un socio comercial”, advirtió la ministra de Agricultura, Kátia Abreu.