Ollanta Humala declaró que Perú es "líder en minería a nivel mundial y vamos a continuar siendo un portafolio importante de este sector", tras la aclaración de la empresa Southern Perú Copper que continuará desarrollando el proyecto cuprífero Tía María .
"Southern ha aclarado que no se están yendo y que continuarán el trabajo con el proyecto Tía María , a través de la mesa de desarrollo", declaró Humala a la prensa durante una visita de trabajo en la región Ayacucho.
El jefe de Estado dijo que el Gobierno ha hecho lo que debía para ser un facilitador, pero manteniendo un equilibrio, entre el proyecto minero y las diferentes actividades económicas de la región Arequipa, donde está la concesión de Tía María.
"Hoy día la minería, con los nuevos estándares de calidad, es muy competitiva, particularmente en el Perú, donde coexisten las empresas más grandes del mundo", agregó Humala.
Por lo tanto, "las exigencias que se les hacen en estudios de impacto ambiental, licencia social y responsabilidad social son mecanismos que permiten estar tranquilos de que el daño ambiental será mínimo", anotó el gobernante.
Humala aclaró que, en el caso de Tía María, se van a usar plantas desalinizadoras de agua de mar y no el agua de la cuenca del río Tambo, una de las principales quejas de los pobladores, dedicados a la agricultura.
La minera Southern Copper , filial del Grupo México, anunció hoy que seguirá desarrollando el proyecto cuprífero Tía María , en la región sureña de Arequipa, horas después de que su portavoz oficial en Perú anunciara su cancelación alegando que existía un "terrorismo antiminero" en esa zona.
"La compañía minera Southern Peru Copper Corporation (SPCC), Sucursal del Perú, anunció hoy que continuará con sus mayores esfuerzos para sacar adelante el proyecto Tía María", enfatizó la empresa en un comunicado enviado a los medios.
La nota señaló que el presidente ejecutivo de SPCC, Oscar González Rocha, aclaró que "las declaraciones formuladas por un funcionario de la empresa", en referencia al portavoz Julio Morriberón, que anunció la salida de la empresa, "no recogen la voluntad de la compañía."
"Consideramos que el proyecto Tía María es relevante y será muy beneficioso tanto para la empresa, sus trabajadores, la población de la zona donde está localizado, así como para la región Arequipa y el país", indicó.
Agregó que "concretar dicho proyecto representa la recuperación de la confianza de la comunidad de inversionistas mineros" y agradeció "todos los esfuerzos que vienen realizando las autoridades del gobierno para promover la instalación de una Mesa de Desarrollo."
Horas antes, Morriberón declaró en la emisora RPP Noticias que la empresa había decidido cancelar el proyecto por el "terrorismo antiminero" que existe en la zona del proyecto.
Southern Copper contempla la inversión de unos 1.200 millones de dólares para la construcción de Tía María, cuya producción estima en 120.000 toneladas métricas anuales de cátodos de cobre a partir del inicio de sus operaciones, previsto para el próximo año.
El proyecto estuvo paralizado durante dos años después de que las comunidades campesinas de Islay protagonizaran en 2011 una protesta que dejó 3 muertos y 44 heridos y a inicios de este año el Gobierno peruano entregó los permisos de construcción.
Esta semana, el Gobierno peruano envió 2.000 policías para prevenir desmanes en una protesta contra Tía María, donde el lunes las comunidades campesinas del Valle del Tambo iniciaron un nuevo paro indefinido para exigir el retiro del proyecto minero.
Los campesinos de Islay cortaron el lunes las principales vías de la región como la Costanera Sur y la Panamericana Sur, bajo la consigna "Agro sí, mina no".
El confuso incidente que ocurrió con la Southern Copper Corporation (SCC), pues la compañía anunció en un primer momento que el proyecto minero Tía María (Arequipa) no iba más, aduciendo un "terrorismo minero" que le impedía continuar con sus operaciones, y luego salió a decir que tal retiro no se produciría, ha ocasionado que se ponga la mirada en el resto de proyectos que también están envueltos en conflictos sociales y que involucran una inversión de unos US$ 25.299 millones.
De acuerdo con información del Ministerio de Energía y Minas (MEM), en la actualidad hay 51 proyectos en la cartera de inversiones mineras, de los cuales, según Carlos Herrera Descalzi, ex ministro de este sector, al menos nueve se encuentran en situaciones de conflicto con la población que vive en los alrededores de los centros mineros.
Mencionó en la lista al proyecto Tía María (Arequipa), en el que el compromiso de inversión asciende a US$ 1.400 millones, y también a Conga (Cajamarca) con US$ 4.800 millones comprometidos, aunque aquí las disputas entre la población y la empresa vienen de años atrás.
Asimismo, se encuentran los proyectos Las Bambas (Apurímac), en el que el problema se centra en las líneas de transmisión que afectan a algunos centros poblados y que perjudicaría la inversión de US$ 10.000 millones, y Cañariaco (Lambayeque), en el que al menos US$ 4.599 millones se están retrasando. Situaciones similares se presentan en otros proyectos.
"Muchos de los 51 proyectos que aparecen en la cartera de inversiones del MEM están en fase de exploración, en la que no hay nada decidido aún, y los proyectos más importantes están vinculados a los conflictos sociales, pero no se desarrollarán a menos que se resuelva el conflicto entre la agricultura y la minería", enfatizó el ex ministro.
Agregó que el Estado debe intervenir para lograr que los beneficios de la minería lleguen a quienes de verdad les corresponde.
"¿Por qué los que están al rededor de las operaciones mineras no reciben los beneficios que estas producen si las leyes están hechas para que sean los primeros? Lo que vemos es que quienes reciben la gran parte de la torta (canon minero) son los gobiernos regionales y las alcaldías, que hacen de todo en vez de acercar los beneficios a esta población. Hacen construcciones y gastos que no tienen un efecto productivo, es un mensaje de dispendio, ineficiencia y hasta corrupción, esto le está fallando al Estado", señaló.
Para Rómulo Mucho, ex viceministro de Minas, una de las situaciones que más afectarían es el retraso de Las Bambas, que según lo estimado recién entraría en operaciones en el 2016 si es que logra superar las disputas que mantiene con la población de Apurímac.
Respecto a Tía María, Mucho consideró que es de "vida o muerte" su puesta en marcha, ya que este y otros proyectos de gran envergadura como Las Bambas, Toromocho –en el que el retraso es por problemas técnicos– y Cañariaco conforman el grueso de inversiones que sostendrán al sector en los siguientes años.
"Hoy lo que queda es convertir estos conflictos en una oportunidad. Los que se oponen deben decir por qué lo hacen, hay aquí un desentendido voluntario o involuntario, esto tiene que trabajarse, es una oportunidad para que la agricultura pase de 13 mil a 20 mil hectáreas en la zona de influencia de Tía María y tenga similares expansiones en el resto de zonas en conflicto e incluso se ingrese a la exportación", dijo.
Mucho agregó que, además de los que se encuentran en problemas con la población, hay otro grueso de proyectos detenidos por diversas razones.
"Zafranal (Arequipa) recién estará listo en un año; en el norte no hay mucho que contar, salvo Charuno, que lo ha comprado Río Blanco (Piura) y en el que estamos a la espera de una producción significativa de cobre que corresponda a la inversión de US$ 1.500 millones que se ha anunciado", sostuvo.
Señaló que hay proyectos que están a la expectativa como Toquepala (Tacna), que acaba de conseguir su expansión, y otros de reciente ingreso en los que el avance es reducido.
Lo que destacó es que Antapaccay (Cusco) ha alcanzando su máximo nivel de producción, aun cuando no se han superado totalmente las disputas con la población de Espinar.
Expertos dicen que panorama no es alentador
Ante esta cantidad de proyectos mineros con conflictos sociales, además de otros que se han retrasado por distintas razones, no se augura un buen año 2015 para la inversión minera en el país, según expertos del sector.
Carlos Herrera Descalzi consideró que si se igualan las cifras del año pasado se podrá decir que se ha logrado algo, ya que la caída en el precio de los metales y lo que sucede con los hidrocarburos tienen efectos directos en el comportamiento de la inversión.
Por su parte, Rómulo Mucho fue enfático al decir que "el panorama de las inversiones no es nada alentador", pues si el año pasado terminamos en US$ 8.500 millones, para este 2015 se espera que sean unos US$ 7 mil millones y para el 2016 una cifra incluso un poco menor.
Señaló que las iniciativas que están saliendo del Ejecutivo para promover las inversiones aún no son suficientes como para darles una inyección importante, y espera que los próximos paquetes sean más efectivos, ya que la economía nacional está muy ligada a la minería.
La gobernadora regional de Arequipa hará todos los esfuerzos posibles para evitar violencia en Islay, dialogando principalmente con el alcalde provincial de Mollendo y con sus similares distritales, aceptando una propuesta de mediación hecha por El Pueblo.
Yamila Osorio dijo que hará todo lo humanamente posible por conseguir tal objetivo y activar las mesas de desarrollo instaladas por el Gobierno, incorporando a ellas a quienes tienen pensamientos identificados con la oposición a la minería. Se abstuvo de comentar las maniobras que se produjeron el fin de semana al darse cuenta del retiro de Southern Perú, de la explotación de Tía María y la rectificación que siguió a tal anuncio inicial.
“No agregaré nada que complique la situación, pero rechazo la politización que se quiere hacer de un tema estrictamente técnico y de convivencia en la región Arequipa”, dijo.
En la edición de ayer domingo, El Pueblo propuso una mediación eficaz para evitar que las cosas empeoren y la propuesta fue alcanzada a Yamila Osorio durante la realización del almuerzo ofrecido al escritor Mario Vargas Llosa con motivo de su presencia en Arequipa.
Dirigentes promotores de la huelga indefinida contra el proyecto minero Tía María llegaron a la ciudad de Arequipa para solicitar el apoyo de las organizaciones populares locales para que se sumen a la medida de fuerza que acatan desde hace una semana.
Pepe Julio Gutiérrez, del Frente de Defensa del Valle de Tambo, y Jesús Cornejo, presidente de la Junta de Usuarios del distrito de Cocachacra, realizaron un plantón frente al atrio de la Catedral, en la Plaza de Armas.
“Actualmente la huelga se desarrolla en el valle de Tambo, pero necesitamos el apoyo de los gremios de la ciudad para que la protesta tenga contundencia”, afirmó Cornejo.
Ambos dirigentes indicaron que no participarán de la mesa de desarrollo porque no da solución a su demanda y que seguirán con las movilizaciones.
Luego de una reunión con los alcaldes de Islay, Cocachacra y Punta de Bombón, los agricultores antimineros decidieron realizar una "Marcha de sacrificio", como lo denominan ellos mismos. Con esto, los opositores del proyecto Tia María buscan lograr se escuchados
Cerca de 200 protestantes han tomado sus pancartas y banderas, y en estos momentos recorren la avenida Dean Valdivia de Cocachacra. Desde allí, tienen la intención de movilizarse a pie hasta la ciudad de Arequipa para protestar frente al gobierno regional.
El alcalde de Islay, Richard Ale Cruz declaró que no darán marcha atrás. "La única forma para que levantemos el paro es que la empresa Southern Perú y el proyecto Tia María se retiren de Islay definitvamente", indicó.
Además, refirió que los agricultores sí deseas participar del diálogo con las autoridades, pero no de las mesas de trabajo.
El anuncio de Southern Copper respecto a la cancelación del proyecto minero Tía María y el retiro de su inversión de Arequipa, traerá una parálisis de las inversiones mineras, golpeará el crecimiento PBI arequipeño e impedirá que la producción de cobre se duplique para el 2017, como esperaba el Gobierno.
"Tía María era un proyecto que iba a tomar de uno a dos años para su construcción, con una inversión de US$1.400 millones y este retiro no solo va a afectar el crecimiento del PBI nacional de este año, sino también el avance de la economía de la región Arequipa", aseguró Marco Antonio Zaldivar, socio de EY.
En ello coincidió Eduardo Kourt, director de Centrum Futuro. "El ritmo de crecimiento del PBI anual de Arequipa se reduciría a la mitad. Se esperaba que este año el avance de la economía de Arequipa llegara al 5%, pero con esta decisión, solo lo haría entre 2,3% a 2,5%", apuntó.
En tanto, el presunto retiro del proyecto Tía María también afectará las proyecciones de la producción de cobre al 2017. Como se conoce, el ingreso de Tía María, la ampliación de Toquepala, Cerro Verde, la entrada de Las Bambas y la estabilización de Chinalco, iban a permitir duplicar la producción de cobre del Perú. Ahora, el salto será menor.
"El proyecto Tía María termina siendo un nuevo Conga", apuntó Zaldívar.
Además, tanto Kourt como Zaldivar señalan que el fin del proyecto minero Tía María también repercute en la imagen del país ante los inversionistas. "Se empieza a ver al Perú como un país menos atractivo y competitivo para estas inversiones", alertó el socio de EY.
Ambos especialistas coinciden en que esta no es la primera vez que el Estado demuestra su falta de institucionalidad y de liderazgo, las cuales son aprovechadas por figuras opositoras a la inversión que apuntan a posicionar candidaturas.
"Creo que lo que va a producir [la salida de Tía María] en los siguientes meses va a ser una suerte de parálisis de estas inversiones mineras. Las empresas que quieran lanzar proyectos van a encontrar personas dispuestas a aprovechar estas circuntancias para posicionarse políticamente. Entonces, las empresas van a tener que esperar que pase esta coyuntura, de año y medio, para por fin sacar su proyecto y eso va a atrasar todo: crecimiento de país, la creación de más puestos de trabajo, entre otros efectos", puntualizó Zaldivar.
El anuncio de cancelación de Tía María marca un nuevo hito más en el desarrollo este proyecto minero. Si bien luego Southern Copper se habría retractado, pareciera que la empresa minera siente que por ahora debe al menos enfriar el avance del proyecto, tal como lo hizo en el 2011. Las fuertes protestas de la última semana, lideradas por autoridades políticas, hacen inviable llevar adelante la construcción por el momento. Al paro se ha sumado el alcalde provincial de Islay Richard Ale y los alcaldes distritales Helar Valencia, Jaime de la Cruz y José Ramos, de Cocachacra, Dean Valdivia y Punta de Bombón respectivamente. Incluso se ha sumado el congresista por Cajamarca Jorge Rimarachín. Aproxidamente 2,000 policías asignados para evitar actos de violencia derivados del paro, que llegó a sumar a 4,000 personas.
Entre el 30% y 40% de la población en la zona se opone a Tía María,estima José Luis López, coordinador del Grupo Diálogo Minería y Desarrollo Sostenible, ONG que trabaja en mejorar las relaciones entre mineras, Estado y comunidades. Muchos de ellos tienen una posición intransigente: no quieren el proyecto de ninguna manera. ¿Qué factores hay detrás?
El factor sociodemográfico es clave. La población de la zona consiste principalmente de empresarios agricultores. De hecho, el 80% de los agricultores de la zona estará apoyando el paro, calcula Carlos Zanabria, corresponsal de Arequipa del diario El Comercio. El desarrollo inicial del proyecto –la evaluación inicial y exploración– han impactado negativamente en su economía: los sueldos de los jornaleros se han duplicado de S/.30 a S/.60 en la actualidad, según José Luis López La construcción del proyecto –que se esperaba para finales del año– podría elevar estos sueldos hasta S/.150, estima el especialista, pues generaría una alta demanda por la mano de obra no calificada de la zona, la misma que contratan los agricultores. Un estudio de Ceplan estimaba que la construcción de Tía María implicaría 66,800 Así, la contratación se encarecería, lo que impactaría en sus negocios.
Este impacto negativo en el corto plazo podría ser compensado por el enorme beneficio en el largo plazo. Los US$1,400 millones requeridos para desarrollar el proyecto dinamizarían la economía local, dado el encadenamiento de la minería con el resto de sectores.Un estudio del Instituto Peruano de Economía estimó que un puesto de trabajo minero genera 9 puestos de trabajo adicionales en otros sectores. Raúl Jacob, CFO de Southern Copper, señaló recientemente a Semana Económica que el desarrollo inicial del proyecto ya había dinamizado la oferta hotelera de la zona. Otro estudio de Ceplan estimó que el proyecto Tía María –cuando su inversión estimada era menor– generaría 17,900 nuevo puestos de trabajo en agricultura y 16,600 puestos en los rubros de servicios. Por otro lado, las obras sociales de irrigación que Southern Copper podría ejecutar podrían ampliar la frontera agrícola de la zona, y con ello la capacidad de producción de los agriculotres, señala López. “Pero los que están opuestos no entienden esta mejora”, agrega.
Parte de la población no confía que Southern Copper es una empresa que velará por el desarrollo sostenible de la zona. El aspecto clave es el uso del agua. Inicialmente, Southern quería usar agua del subsuelo del valle del Tambo para su proyecto –había un volumen que no era empleado por los agricutores– pero la población local estuvo en contra de ello. La segunda alternativa fue construir una represa, que también fue rechazada. Southern finalmente planteó un proyecto para construir una planta desalinizadoras y usar agua del mar, pese a que era más cara.
El estudio de impacto ambiental del proyecto Tía María, inicialmente presentado hace cuatro años, tuvo 138 observaciones,según la UNOPS (entidad de la ONU que provee servicios de administración de proyectos), que realizó la evaluación. Las observaciones trataban sobre aspectos como la emisión de polvos que generaría la mina, filtraciones de rezagos químicos, y el manejo de desechos. Pese a que las 138 observaciones ya fueron resueltas, una parte de la población aún cree que la mina contaminará.
Existe una percepción negativa respecto al manejo ambiental de Southern Copper en el pasado, principalmente respecto a sus proceso de refinación y fundición en Ilo. Si bien la empresa no tiene pasivos ambientales hoy en día, sí manejaba estándares ambientales más bajos en aquel momento, en línea con las tendencias mundiales de ese entonces. Existe la idea entre la población cercana a Tía María, que Southern dejará pasivos tras operar la mina.
La intransigencia en el “no a Tía María” es liderada por varios de los candidatos elegidos en la zona. En el tercer día de la huelga, el alcalde Jaime de la Cruz declaró: “Ollanta aquí está tu alcaldía, si quieres te la metes al c…”. También pidió a la población atacar si es que la policía los atacaba. El congresista Jorge Rimarachín calificó la mesa de diálogo que el gobierno promueve para resolver el conflicto como un “cojudeo”. Jesús Cornejo Reynoso, presidente de la Junta de Usuarios del Valle del Tambo y uno de los líderes de la oposición cree la única solución es “la suspensión definitiva a Tía Maria”, según el diario Correo. De hecho, incluso está en contra de instalar una mesa de diálogo para llegar a una solución negociada. “Nosotros rechazamos la mesa porque agudiza el problema en el Valle del Tambo. La población quiere el retiro definitivo de la empresa Southern”, declaró según La República.
Varios de estos líderes están relacionados a Marco Arana, político de Cajamarca opositor al proyecto minero Conga, y a su partido Tierra y Libertad, que también se ha opuesto tajantemente al desarrollo de Tía María. Helar Valencia, alcalde del distrito de Cocachacra, postuló en representación del Frente Amplio por la Justicia, Vida y Libertad, alianza que surge a partir de Tierra y Libertad. El propio Arana viajó a esas zonas durante la campaña electoral y asistió a las juramentaciones de los alcaldes electos de su partido, según Humberto Olaechea, coordinador de la Red Nacional de Líderes Sociales. El dirigente Jesús Cornejo Reynoso también está afiliado al Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad.
Los lìderes locales son aún más radicales que Arana y negociar una salida al conflicto con ellos es imposible, según Olaechea. Han intentado crear todas las trabas posibles para llegar a una solución y no están dispuestos a dialogar porque justamente querían que Southern Copper cancelara el proyecto, como sucedió, agrega. Por ello, “la mesa de diálogo era inútil porque la demanda es radical y no van a cambiar de posición”, señaló Carlos Zanabria, corresponsal del diario El Comercio en Arequipa.
¿Hay una lucha ideológica detrás de la oposición? Tanto Olaechea como López coinciden en que las cabezas que lideran el paro tienen una propuesta ideológica marcada. Aprovechan el temor, la desinformación y la falta de reacción de Southern para captar a mayores personas a las protestas, agregan.
En medio de las recientes protestas y oposición, han surgido colectivos que apoyan públicamente el proyecto. Olaechea estima que el 20% de la población sí está a favor de Tía María, y cerca del 40% está indeciso y le da igual, pero están cansados de tantas protestas y falta de desarrollo. La zona de Mollendo, capital provincial de Islay, lidera la posición favorable al proyecto, según La República. Pese a ello, el grupo opuesto es el más activo. La violencia y el respaldo político de alcaldes los ha fortalecido en términos políticos y mediáticos.
Pese a ello, la estrategia de relanzamiento del proyecto, que Southern implementó tras suspender Tía María en el 2011, no ha logrado convencer a todos. Y la intransigencia de varias autoridades locales claves, hace difícil que Tía María vea la luz, pese a las declaraciones optimistas del Ministerio de Energía y Minas. Al menos hasta nuevas elecciones regionales.
La ministra de Energía y Minas, Rosa María Ortiz, señaló que el Perú está del lado de todo tipo de inversión, como la asociada al proyecto Tía María, por lo que somos un país líder en la región en lo que se refiere a minería.
“Somos un país líder en la región en lo que se refiere a minería, porque tenemos una cartera muy amplia que desarrollar”, sostuvo.
Refirió que con las mesas de desarrollo en Tía María esperan seguir adelante.
La titular del Ministerio de Energía y Minas (MEM) ejemplificó que el Gobierno desarrolla con éxito otras mesas de trabajo, como sucedió en las cuatro cuencas amazónicas (del Tigre, Corrientes, Pastaza y Marañón) y que concluyeron hace 15 días.
“Sucedió en La Convención y ya hay una mesa de trabajo en Satipo. Es un proceso promedio de tres a cuatro meses de labor ardua e intensa. En las cuatro cuencas se solucionó el problema después de 40 años. Tía María apunta a seguir en la misma línea”, indicó.
Detalló, por otro lado, que el proyecto minero Conga “viene desarrollándose como corresponde” y es el único que está suspendido en Cajamarca.
“El Gobierno busca inversiones, pero no se pone del lado de un empresario. Busca el equilibrio entre las comunidades y los inversores”, destacó.
El mundo necesita metales y Perú cuenta con una riqueza minera muy importante, la cual debe aprovechar de manera racional y sostenible, sostuvo el exministro de Energía y Minas, Juan Incháustegui, al comentar lo ocurrido con el proyecto Tía María en Arequipa.
Indicó que si se concretaba el retiro de este proyecto, que prevé una inversión de 1,400 millones de dólares, hubiera sido “un precedente fatal” para el país.
“El Perú es un país que tiene entre sus muchos recursos una riqueza minera muy importante, el mundo necesita metales y que esta riqueza del Perú tiene que aprovecharse pero de un modo racional y sostenible”, dijo a RPP.
Respecto a los reclamos producidos por el proyecto Tía María en Arequipa, manifestó que en algunos casos fue “agudizado y hostigado” por agitadores “que han perdido su agenda política y que no tienen discurso”.
“Ahora la nueva agenda política es el tema ambiental, el ecológico, este proceso está levantando una controversia a nivel nacional, entre los peruanos que queremos desarrollar el país y los que al parecer no quieren”, explicó.
En otro momento, refirió que el Gobierno no puede ser un simple facilitador de la inversión minera, sino que debe ser promotor de la misma, pues este “es el motor de la economía del Perú”.
“En el Perú hay en efecto una memoria de minería que ha estado desaprensiva con respecto al tema de sostenibilidad, ahora es cierto que en tiempos pasados no había conocimiento real de los impactos negativos y secuelas sobre ciertas acciones o actividades y no se tomaban precauciones”, señaló.
Incháustegui comentó que todo esto permitió la aparición de “una historia negra” que es necesario superar y generar confianza, a través de la información y de la promoción por parte del Estado.