La minería no metalífera y de aplicación de la provincia de San Juan es un sector industrial que experimentó un crecimiento constante durante los últimos cinco años y al parecer continuará con el mismo ritmo en 2015. La cal se convirtió en la vedette de esta franja productiva ya a que desde 2010 y hasta a fines de 2014 su crecimiento osciló entre el 7 y el 19% anual. El tradicional polvo blanco del departamento Sarmiento es una isla de desarrollo entre los minerales industriales. Actualmente emplea a más de 10.000 sanjuaninos y sostiene ventas de más de 2,2 millones de toneladas por año.
Otro mineral que promete un gran desarrollo en los próximos años, es el cuarzo. Desde que el gobierno de San Juan comenzó a apostar por la energía solar, lo cual devino en la instalación de una fábrica de paneles solares, los productores de cuarzo de Valle Fértil esperan que sus ventas puedan estabilizarse y de esta manera sumarse al círculo productivo solar suministrando la materia prima para la obtención de silicio.
Según cifras oficiales ygenerales de la Cámara Minera de San Juan (que nuclea a la mayoría de las pequeñas y medianas empresas del sector) la producción no metalífera y de aplicación ha experimentado un 25% de aumento durante los últimos cinco años.
“El sector no metalífero y de aplicación ha experimentado una evolución constante en lo económico y en lo infraestructural. Esto se debe a la apertura en materia de exportación de cales, la instalación de nuevos hornos, las mejoras realizadas en transporte de travertinos y las labores que tienden a mejorar la calidad de las bentonitas.
En relación al cuarzo existe un gran potencial vinculado a la energía solar, un factor fundamental para el futuro de San Juan. Sin embargo, todavía falta tomar una decisión política e invertir en tecnología, porque la tecnología necesaria para poder convertir el cuarzo en silicio de grado solar no existe en la provincia, ni siquiera en el país.
Vale destacar que el factor clave de crecimiento de los no metalíferos se debe primero a la excelente calidad de la materia prima, a lo que se suma que la mayoría son empresasson pequeñas o medianas. Es decir, se acomodan a las circunstancias y la economía mundial no las afecta tanto. Esto hace que tengas que salir a buscar mercado y si no hay en el país, salís a buscar afuera, tratas de mantenerte y de hacer un producto que sirva. Por ahí hay otros sectores que no tienen esta mirada. La vitivinicultura por ejemplo es una actividad productiva que vive de subsidios en San Juan, porque a mi entender no se le busca una solución de fondo al tema”.
Jaime Bergé - Presidente Cámara Minera