A medida que los productores de combustibles fósiles del mundo se preparaban para satisfacer las necesidades de energéticas de la sedienta China, la economía del gigante asiático reveló un patrón inquietante año pasado : la demanda de carbón cayó por primera vez en este siglo, mientras que el crudo se redujo a su nivel más bajo en una década. La demanda de gas natural creció, pero por debajo de las expectativas.
Los tibios datos sugieren que China está sufriendo una transformación de su sector energético que podría tener consecuencias de gran alcance para los mercados de petróleo y gas a nivel mundial.
China consumió dos de cada cinco nuevos barriles de petróleo producido y moldeó con una sola mano los precios de las commodities durante la última década. Pero los datos del año pasado deberían hacer reflexionar a empresas con esperanzas de atraer la inversión china o enviar barcos de petróleo y gas a través del Pacífico.
"Algo está pasando en China. ¿Dará lugar a un cambio profundo en el sector de energía, o se trata de una interrupción a corto plazo?, "dijo Tao Wang, del Programa sobre Clima del Centro Carnegie-Tsinghua de Política Mundial en Pekín. "Mi sensación es que vamos la energía crecerá mucho más lento que antes en los próximos años y, potencialmente, habrían fuentes que en un futuro próximo no crecerán del todo”
Sin duda, la demanda energética china no se despeñará por el precipicio – con seguridad superará a EE.UU. como el mayor importador de petróleo del mundo en 2020.
Pero entra en un período de reforma profunda en cuanto a la diversificación de sus fuentes de suministro.
Al igual que sus pares desarrollados del G-20, China es cada vez más eficiente en el uso de la energía. Su nivel de intensidad de energía - la energía necesaria para producir una unidad de PIB - está cayendo a un ritmo rápido. En 2014, necesitó 540.000.000 barriles por día para generar 1.000MM de yuanes del PIB, en comparación con 660.000.000 bpd en 2008. La Agencia Internacional de Energía (AIE) espera que la intensidad energética se contraiga a 430.000 bpd al 2020. Se estima que la demanda de petróleo crecerá un 2.6% por año 2014-2020, aproximadamente la mitad de su anterior ciclo de seis años, según la AIE.
El país también se enfrenta a una presión sin precedentes para reducir la contaminación en las grandes ciudades, un problema que las autoridades temen que pueda dar lugar a disturbios sociales.
Under The Dome, un documental chino sobre la crisis de contaminación que fue crítico de la industria del petróleo atrajo a cientos de millones de espectadores cuando fue lanzado on line a principios de este mes.
El mayor emisor del mundo de carbono apunta a instalar hasta 17.8 gigavatios (GW) de proyectos solares en el 2015, dijo la Administración Nacional de Energía (ANE). Esto podría atraer tanto como US$ 3.400MM de inversión adicional para proyectos de energía solar, estima Bloomberg New Energy Finance.
Las acciones de las empresas solares chinas aumentaron luego de darse a conocer la meta. Hareon Solar Technology Co. aumentó 4.5% en Shanghai. Jiangsu Akcome Science & Technology Co. subió su límite diario del 10% en Shenzhen, mientras las de Comtec Solar Systems Group Ltd. subieron hasta un 9.7%.
"Esto beneficiará a los proveedores de equipos que se enfocan en el mercado interno," dice Yin Lei, analista de China Merchants Securities, y señaló que se espera que la nueva meta de 17.8 GW impulse proyectos de energía solar más pequeños, algo que el gobierno ha promovido desde 2013.
China añadió hasta 12 gigavatios GW solar en 2014, muy cerca del objetivo que se había fijado para el año, de acuerdo con Bloomberg New Energy Finance (BNEF). Los EE.UU. agregaron 7.3 GW de capacidad de energía solar durante el año.
La nación de casi 1.400MM de personas se propuso triplicar su capacidad de energía solar a 100 GW en 2020, dijo la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma en noviembre pasado.
Las emisiones de dióxido de carbono de China cayeron el año pasado por primera vez en más de una década, ayudando a frenar la producción global de gases contaminantes.
Las emisiones totales de carbono en la segunda economía más grande del mundo cayeron un 2 por ciento en 2014 respecto al año anterior, el primer descenso desde 2001, según una estimación de BNEF basado en datos preliminares de demanda de energía de la Oficina Nacional de Estadísticas de China.
La ANE ha pedido a los departamentos locales en 26 regiones del país que presenten planes a finales de abril que detallen los nuevos proyectos solares para este año.
El norte de la provincia de Hebei, la región del país con la peor contaminación de aire, se le ha asignado la mayor cantidad de los nuevos proyectos solares que suman 1.2 GW. Le siguen las provincias de Jiangsu, Zhejiang, Anhui, Qinghai y Ningxia, a las que se les ha dado que todo se les ha dado un gigavatio, según el ANE.
Beijing, donde la contaminación promedio es más del doble de la media nacional, desactivará la última de sus cuatro grandes plantas de carbón el año que viene. Las instalaciones serán reemplazados por cuatro estaciones de gas con capacidad para abastecer a 2.6 veces más electricidad que las plantas de carbón.
Los cierres son parte de una tendencia más amplia en China. Beijing planea reducir el consumo anual de carbón en 13.000.000 de toneladas métricas en 2017 con respecto al nivel de 2012 en un intento de reducir la concentración de contaminantes.
Apagar todas las grandes centrales eléctricas de carbón en la ciudad equivale a reducir el uso anual de carbón en 9.200.000 ton/m3, por lo que se estima que reducirá las emisiones de carbono en aproximadamente 30.000.000 ton, dijo Tian Miao, analista de North Square Blue Oak, una compañía de investigación con sede en Londres.
A nivel nacional, China planea cerrar más de 2.000 minas de carbón pequeñas desde 2013 hasta el final de este año dijo Song Yuanming, vice jefe de la Administración Estatal de Seguridad de Minas de Carbón.
La contaminación del aire ha atraído ha sacudido la opinión pública con imágenes de densas capas de smog que envuelven ciudades ícono como Beijing y Shanghai. Alrededor del 90% de las 161 ciudades cuya calidad del aire se controló en 2014 no cumplió con las normas oficiales, señaló un informe de la Oficina Nacional de Estadísticas de China a principios de este mes.