El desierto más árido del mundo está inundado mientras Patagonia, donde están las mayores reservas de agua potable del mundo, arde en llamas por la sequía. No son pocos los que notan con tristeza la ironía.
Ayer la lluvias en el norte pusieron al mercado cuprífero en alerta luego que Codelco anunciara el cierre de Chuquicamata y la mina Radomiro Tomic, dos de las minas de cobre más grandes del mundo.
Al anuncio de la minera estatal se sumaron los de Antofagasta Minerals, que paralizó sus operaciones en Michilla y Centinela. También paralizaron sus operaciones Caserones y la mina Candelaria.
Codelco explicó que las lluvias tornaban demasiado peligrosas las condiciones de los caminos para los camiones gigantes que la mina necesita para operar y transportar el mineral.
El Gobierno amplió ayer a Antofagasta la zona de excepción que decretó en Tierra Amarilla, Alto del Carmen y Copiapó, en la norteña Región de Atacama, territorios azotados desde el martes por fuertes lluvias que han causado aluviones y crecidas de los ríos, junto con obligar a evacuar a cientos de personas.
La Presidenta Michelle Bachelet confirmó anoche que hay entre seis y diez personas desaparecidas.
En la zona, asimismo, hay cientos de damnificados y más de medio millar de personas albergadas en refugios dispuestos por el Gobierno, según un catastro de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
Las autoridades locales han señalado que sólo en Antofagasta podrían ser evacuadas unas 50.000 personas que habitan en las quebradas Uribe, La Chimba, Jardines del Sur y La Cadena.
En tanto, el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, solicitó a la población que siga las instrucciones de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, ya que –según admitió– la situación podría empeorar en las próximas horas, ya que el informe de Meteorología prevé lluvias intensas para la madrugada del jueves. El subsecretario recalcó que, en caso de que la población se niegue a ser evacuada, “operarán las fuerzas policiales y militares”. “Se ha dispuesto que todos los recursos económicos y del Gobierno necesarios tienen que estar disponibles para enfrentar la situación de emergencia”, declaró por su parte el ministro del Interior, Rodrigo Peñalillo.
Cabe mencionar que, en un año normal, Calama recibe un promedio de 6 mililitros de agua y el pronóstico es que tan solo en las próximas 12 horas caigan entre 15 y 20.