Por: Juan Pablo Marino.
La Bolsa porteña sufrió su peor jornada en más de dos meses y medio y, su principal índice, el Merval, se derrumbó un 5,7%, arrastrado por las acciones del sector energético, que contagiaron al resto de los activos. Todos los papeles líderes retrocedieron en medio de un reacomodamiento de las cotizaciones, tras las fuertes subas en las últimas semanas y ante la debilidad de los mercados internacionales que acentuó la tendencia. En ese contexto, los inversores se decantaron por las ventas y profundizaron el desarme de sus posiciones.
Entre las acciones que más bajaron se destacaron las de Transener, que se hundieron un 14,5%. Le siguieron las de Pampa Energía (-9,2%); Comercial del Plata (-7,2%); Siderar (-6,5%) y Grupo Financiero Galicia (-6,2%). Pese a una fuerte suba del crudo internacional, las petroleras YPF y Petrobras también sintieron el pesimismo general y cayeron un 4,2% y un 4,3%, respectivamente. El volumen de negocios operados en acciones fue importante y alcanzó los $ 283,5 millones. Las energéticas, las principales víctimas de la jornada, venían justamente siendo el sector con mayores subas acumuladas.
"Los activos argentinos tuvieron un rally muy fuerte en las últimas semanas y el mercado lo subestimó, explicó Alejo Costa, de Puente Sociedad de Bolsa. "La posibilidad de un Gobierno más amigable con los mercados a partir de 2016 generó un optimismo desmesurado entre los inversores", agregó.
Por otra parte, las plazas financieras internacionales mostraron aversión al riesgo tras ataques aéreos en Yemen. Así, la Bolsa de Nueva York encadenó su cuarto día consecutivo de pérdidas. El economista Gustavo Ber, titular del Estudio Ber, señaló que "tras el fuerte resbalón del miércoles, Wall Street volvió a experimentar un tono cauteloso, lo cual condicionó también la marcha de los activos domésticos que se inclinaron una vez más por una toma de ganancias".
Los títulos públicos no escaparon al declive general de los papeles locales. Así, los cupones del PBI se hundieron hasta un 2,5%. Además, el Boden 2015 cedió un 1,6%; al igual que el Discount en dólares ley argentina. El Bonar 2017 perdió un 1,3%; el Par en pesos un 1%; mientras que el Bonar 2014, un 0,5%. El riesgo-país registró una baja del 2,14 %, hasta los 595 puntos básicos.
En el plano cambiario, el dólar oficial subió medio centavo y cerró a $ 8,82, en una rueda en la que el Banco Central finalizó con un saldo vendedor de u$s 20 millones. La autoridad monetaria "debe asistir a los bancos para el pago de importaciones vendiendo dólares y controlando el incremento del precio, ya que las exportaciones que ingresan no satisface la demanda mencionada", indicaron desde una mesa de dinero. Pese a esta sangría, las reservas del BCRA finalizaron en u$s 31.456 millones, u$s 10 millones más que el miércoles, gracias a un avance del oro y a los títulos externos que forman parte de los activos, que arrojaron un saldo positivo de u$s 7 millones.
Tras una nueva suba, la divisa estadounidense que se negocia en las principales casas de cambio y bancos de la city porteña acumula un ascenso de ocho centavos (+0,9%) en lo que va del mes.
En la región, el panorama sigue bajo dominio de la volatilidad del real brasileño, que ayer volvió a subir un 0,3%, a 3,191 unidades por dólar, tras el desplome del 2,4% que registró el miércoles.
Por su parte, el dólar "blue" continuó prácticamente "planchado" al ceder otros dos centavos y cotizar a $ 12,79. El miércoles el billete informal había bajado un centavo y durante marzo ya descendió 24 centavos (-1,8%). De esta forma, la brecha cambiaria se consolida debajo del 50% y se ubica en el 45% (cayó a la mitad desde septiembre pasado cuando llegó a rozar el 90%). Además, el "contado con liqui" se hundió 26 centavos, a $ 11,75, en medio de una fuerte caída de los papeles locales en este tipo de operación. Mientras, el dólar "Bolsa" bajó siete centavos, a $ 12,03.
La bolsa argentina operó con un fuerte retroceso el jueves, por lo que continuó con el clima de negocios adverso iniciado el miércoles a nivel internacional. Las mayores pérdidas correspondieron a los papeles del sector energético y bancario.
El índice líder Merval de la Bolsa de Buenos Aires cayó un 5,69% a las 10.530 unidades, con lo que acumuló una baja de casi 7 por ciento en las últimas dos ruedas.
Entre las principales bajas sobresalieron los papeles de la transportadora de energíaTransener, con un 14,5 por ciento, y de Pampa, con un desplome del 9,2%. Luego, Comercial del Plata descendió 7,2 por ciento.
Entre los bancos, las mayores caídas correspondieron a Grupo Galicia, con el 6,3%, y Macro, con el 4,8 por ciento.
En Wall Street el desplome de las empresas argentinas que cotizan bajo el formato de ADR fue notorio: Pampa se derrumbó 7% y Telecom cayó 6,3%. El resto de los papeles promedió un retroceso de entre 2 a 4 por ciento.
Operadores dijeron que las órdenes dadas por los inversores estaban lideradas por papeles de alta liquidez, al margen de la continuidad en una toma de utilidades que se afirmó el miércoles tras dos feriados locales. Las plazas financieras internacionales mostraban aversión al riesgo tras ataques aéreos en Yemen.
En títulos públicos, el Boden 2015 descendió 1,6%, igual cifra que bajó el Discount en dólares bajo ley local y el Global 2017. En tanto, el cupón del PBI en pesos retrocedió 2,5 por ciento.
El Bonar X cayó 1,3 por ciento.
"El comienzo del año ha traído un mercado muy revulsivo hasta alcanzar niveles desobrevaluación, pero según comportamiento de los últimos días los precios se ajustan y buscan valor seguro. Se verá", evaluó Gustavo Morandi, director de Morandi y Cía, a la agencia Nosis.
Y finalizó: "No se puede hablar de puntualidades porque salvo el caso del petróleo, evidentemente retrasado, las generales de la ley marcan una oferta en busca de objetivos realistas".