Por: Corina Pons.
La petrolera estatal PetroVietnam estaría evaluando salir del proyecto que opera con su sociaPetróleos de Venezuela (PDVSA) en la Faja del Orinoco, la mayor reserva petrolera de la nación sudamericana, según dijeron dos fuentes cercanas a la asociación.
La compañía del sudeste asiático estudiaría la venta del 40% de las acciones que posee en la empresa mixta Petromacareo, que en 2010 inició labores con miras a la explotación del bloque Junín 2 del área al sur del país.
PDVSA, que controla el 60% de la asociación, está al tanto que su socia evalúa su salida del proyecto, dijo una fuente de alto rango en la firma de hidrocarburos estatal venezolana. "La salida debe ser previamente aprobada por PDVSA", agregó.
"Una empresa colombiana estaría interesada en adquirir esa participación", comentó una segunda fuente conocedora del tema.
Las petroleras extranjeras se han quejado en los últimos años que el estricto control de cambios que existe en Venezuela, vigente desde hace más de una década, perjudica sus operaciones e influye en el retraso de los proyectos. La empresa mixta no registró producción el año pasado, según el informe anual del Ministerio de Petróleo venezolano.
La inversión en la empresa conjunta es una de las mayores de la petrolera de Vietnam en el extranjero, con un costo de unos 1.800 millones de dólares en cinco años, hasta 2014.
Preocupación oficial
La eventual salida de PVN formó parte de la agenda de Elías Jaua, ministro venezolano para las Comunas, durante una visita realizada a mediados de marzo a las oficinas de la petrolera en Vietnam.
Jaua dijo que "el presidente Maduro había ordenado a su equipo resolver las dificultades actuales en la cooperación petrolera y de gas entre ambos países, y no dejar que PetroVietnam deje el proyecto", de acuerdo a declaraciones reproducidas en el sitio web de PetroVietnam, a propósito del encuentro con Nguyen Quoc Khanh, presidente de la firma.
Para estimular las operaciones de las compañías extranjeras, Venezuela habría permitido a "casi todas" esas empresas vender parte de sus divisas a una nueva tasa de cambio flotante que hasta el miércoles pasado se cotizó cerca de 191 bolívares por dólar, con lo que incrementarían sustancialmente su flujo de caja en moneda local, dijo una fuente de PDVSA.
Venezuela tiene tres tipos de cambio: uno de 6,3 bolívares por dólar para la importación de comida y alimentos; de 12 para otros bienes prioritarios; y la tercera de libre flotación.
En enero del año pasado la empresa vietnamita negó haber suspendido su participación en el proyecto, luego que reportes en la prensa oficial así lo indicaron, argumentando la altísima inflación del país miembro de la OPEP como razón de la salida.
De concretarse el rumor, PetroVietnam no sería la primera petrolera que abandona la vasta Faja del Orinoco, rebautizada Faja Hugo Chávez tras el fallecimiento del líder socialista.
La petrolera malasia Petronas salió de su participación de 11% en uno de los mayores proyectos de la Faja, Petrocarabobo. En la empresa mixta se mantienen, junto a PDVSA, la española Repsoly las firmas indias ONGC, Oil India e Indial Oil Corp.
La petrolera estatal PetroVietnam estaría evaluando salir del proyecto que opera con su socia Pdvsa en la Faja del Orinoco, la mayor reserva petrolera de la nación sudamericana.
La compañía vietnamita estudiaría la venta del 40% de las acciones que posee en la empresa mixta Petromacareo, que en 2010 inició labores con miras a la explotación del bloque Junín 2 del área al sur del país.
“Una empresa colombiana estaría interesada en adquirir esa participación”, comentó una segunda fuente conocedora del tema.
Las petroleras extranjeras se han quejado en los últimos años de que el estricto control de cambios vigente en Venezuela desde hace más de una década, perjudica sus operaciones e influye en el retraso de los proyectos.
La empresa mixta no produjo el año pasado, según el informe anual del ministerio de Petróleo venezolano.
La inversión en la empresa conjunta es una de las mayores de la petrolera de Vietnam en el extranjero, con un costo de unos $1.800 millones en cinco años, hasta 2014.
La salida de PVN formó parte de la agenda de Elías Jaua, ministro venezolano para las Comunas, durante una visita de mediados de marzo a las oficinas de la petrolera en Vietnam.
Jaua dijo que “el presidente Maduro había ordenado a su equipo resolver las dificultades actuales en la cooperación petrolera y de gas entre ambos países y no dejar que PetroVietnam deje el proyecto”, de acuerdo a declaraciones reproducidas en el portal de PetroVietnam, a propósito del encuentro con Nguyen Quoc Khanh, presidente de la firma.
Para estimular las operaciones de las extranjeras, Venezuela habría permitido a “casi todas” las firmas vender parte de sus divisas a una nueva tasa de cambio flotante que hasta el miércoles se cotizó cerca de 191 bolívares por dólar, con lo que incrementarían sustancialmente su flujo de caja en moneda local.
En enero del año pasado la vietnamita negó haber suspendido su participación en el proyecto, luego de que reportes en la prensa oficial así lo indicaron, argumentando la altísima inflación del país miembro de la OPEP, como razón de la salida.
Esta no sería la primera petrolera que abandona la vasta Faja del Orinoco, rebautizada Faja Hugo Chávez, tras el fallecimiento del líder socialista.
La petrolera malasia Petronas salió de su participación de 11% en uno de los mayores proyectos de la Faja, Petrocarabobo.
A los trabajadores del sector petrolero no les cayó bien el decreto de Barack Obama que sanciona a siete funcionarios venezolanos y califica al país como una "amenaza". "En la industria todos, como el pueblo general de Venezuela, rechazamos cualquier tipo de injerencia de Estados Unidos. Ellos no tienen ninguna moral", advierte José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros. Sin embargo, rechazan que ahora se pretenda presionarlos para firmar la carta que desde Miraflores se le quiere enviar a la Casa Blanca.
Bodas confirma que han recibido denuncias de trabajadores de la industria petrolera que han sido obligados a dar su apoyo a la carta a Obama, en la misma línea que denunció esta semana la Unión Nacional de Trabajadores (UNETE) y la ONG Provea. "Se les ha dicho que si no firman, eso se tomará en cuenta para la evaluación de su desempeño laboral".
Los casos, explica Bodas, se han presentado de forma general en la industria. Sin embargo, dice que los mayores casos les han llegado de las dependencias de Pdvsa en Maturín, la Faja Petrolera, la industria petroquímica y los muelles expropiados. "Esta situación ha hecho que, muchos trabajadores que quisieron firmar al principio, ahora no acepten al estar siendo presionados. Saben que es una injerencia, pero entienden que es un show esta recolección de firmas".
Las presiones, de acuerdo con las denuncias que ha recibido este sindicato, vienen directamente de gerentes de la industria, que tildas a los "insubordinados" como "apátridas" en desmérito de sus derechos. Bodas recuerda que estas prácticas son cónsonas con la política de no discutir los contratos colectivos vencidos.
Presiones indirectas
A la situación que denuncian los sindicatos, se suma el temor que sienten los ciudadanos con el recuerdo de la Lista Tascón. En algunas de los locales de la cadena estatal Pdval en Caracas se han instalado puntos de recolección de firmas: a los clientes, tras pedirle la cédula por el nuevo control de compras, los invitan a respaldar la misiva a Obama.
De la situación hace cuenta Ana Martínez, quien relata que optó por decir que ya había plasmado su rúbrica en otro punto, antes de confesar su negativa: "Me preocupaba que no pudiese luego comprar mis productos". Aunque a nadie se le quitó la posibilidad de adquirir bienes en ese Pdval que visitó en el centro de Caracas, incluso rechazando prestar su firma, el temor ya está enquistado entre los ciudadanos.
Lo niegan
Al sindicalista Franklin Rondón no le extraña las denuncias que han realizado desde sectores como la Unión Nacional de Trabajadores (Únete). "Desde hace tiempo ella esta al lado de la una política antisindicalista", dice en referencia a Marcela Máspero, una de las voceros de la organización. Jura a oídos de la Federación Nacional de Trabajadores del Sector Público (Fentrasep) no ha llegado ningún caso sobre presiones para firmar la carta que Miraflores le desea enviar al presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
"La gran mayoría de la clase trabajadores del país está con el presidente Nicolás Maduro. Se debe hacer así, se trata de la defensa de la patria", dice Rondón. Es más, apunta que incluso se han sumado a la recolección de rúbricas en gobernaciones, alcaldías y otras dependencias: "hemos estado sorprendidos por la atención de los trabajadores del Estado".
Exiliados y perseguidos
EFE. Miami. El grupo Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) de Miami denunció que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, "ha obligado" a estudiantes y funcionarios públicos a firmar cartas contra las sanciones impuestas por EE.UU. al país suramericano.
Maduro "ha dado muestras del totalitarismo que existe en el país" al obligar a los estudiantes de las escuelas públicas y a los funcionarios a firmar cartas dirigidas al presidente de EE.UU., Barack Obama, para que derogue la ley que declara a Venezuela una "amenaza".
Obama declaró a través de una orden ejecutiva emitida a principios de mes una "emergencia nacional" en Estados Unidos por la "amenaza inusual y extraordinaria" que la situación de Venezuela representa para la seguridad estadounidense.