Gabriel Cabrera, glaciólogo e investigador del CONICET, destacó la importancia el monitoreo que se efectúa en los glaciares de Conconta y Amarillos de acuerdo a los normas que establece la Unesco. La Argentina aporta datos sobre el comportamiento de tres glaciares de los cuales dos se encuentran en San Juan y que integran el Inventario de Glaciares a nivel mundial. Los informes permiten comparar la situación de los glaciares de la cordillera de los Andes con otros ubicados en otras partes del mundo.
"El monitoreo de los glaciares se concreta en forma sistemática desde el 2007”, indicó Cabrera quien tiene una experiencia de 35 años en el campo de la investigación y que actualmente desarrolla su trabajo como consultor de Barrick. El glaciólogo explicó que las campañas se inician en la primavera, de acuerdo a las normas establecidas a nivel mundial, se mide cuanta nieve quedó sobre el glaciar de ese invierno y luego se regresa en el otoño para ver cuanta nieve se fundió. Posteriormente se concreta un balance con toda la información seleccionada. El investigador expresó que la información se recolecta de acuerdo a los métodos que indica la Unesco. Esta metodología permite que los nuevos monitoreos sean comparativos con los datos ya existentes desde hace varios años de otros glaciares del mundo.
"Los glaciares que venimos siguiendo presentan el mismo comportamiento que tienen los glaciares en todo el mundo como consecuencia del cambio climático. Los glaciares monitoreados en la zona de Veladero y Lama fueron incorporados al Inventario Mundial de glaciares (WGMS, por sus siglas en inglés). Esta información está siendo entrega, e incluída en el monitoreo, desde hace tres años a la Unesco”, precisó Cabrera. El investigador explicó que el cambio climático está haciendo que el agua circule más rápidamente y no alcance a llegar a la montaña.
"No nieva en el invierno y el calor es cada vez mayor en el verano. Este fenómeno es más acentuado en las alturas, ya que la variación de la temperatura se debe fundamentalmente a la radiación.”, sostuvo Cabrera. Además, en referencia a la recolección de datos desde hace dos años que se concreta un estudio denominado "balance de energía” durante los meses de enero y febrero en el cual se toman datos referidos a la energía solar, la humedad de la atmósfera. "En la Argentina, San Juan es la única provincia en la cual se está concretando esta clase de estudios”, señaló Cabrera.
"La discusión si el cambio climático es una fluctuación climática natural o producto del accionar del hombre se develará completamente en los próximos años. El ser humano sólo tiene registros meteorológicos fiables desde hace aproximadamente 100 años pero hay evidencia de que esto ya ha ocurrido antes. Por ejemplo hace 250 años se dio la denominada "pequeña edad de hielo” en la que los glaciares avanzaron pero luego de cerca de 80 años avanzando, comenzaron nuevamente a retroceder”, comentó Cabrera.
El glaciólogo valoró la importancia de recolección científica y expresó que su transferencia a las autoridades permitirá elaborar políticas públicas en beneficio de la comunidad. "En toda actividad que se desee concretar se debe incluir el cambio climático como variable. Se conoce como el punto de adaptación al cambio climático”, finalizó.