Por Francisco Jueguen.
La economía argentina ingresó en una espiral descendente que se retroalimenta y se profundiza por la coexistencia de dos variables: recesión y falta de dólares. Así lo confirmaron ayer los datos oficiales del comercio exterior, que el mes pasado sufrió un verdadero derrumbe.
No es un dato más para el Gobierno. Sin acceso al mercado voluntario de deuda y con una inversión extranjera negativa, el saldo comercial (la diferencia entre exportaciones e importaciones) es la única canilla abierta para la entrada de divisas, y de él depende en gran medida que se produzca o no un estrés cambiario.
El comercio total de la Argentina registró en el primer bimestre del año una caída de 22% con respecto al mismo período de 2014. En febrero, tanto importaciones como exportaciones se hundieron. A pesar de que el Gobierno busca difundir una supuesta alza de las compras al exterior en los primeros meses del año por un repunte del nivel de actividad, el mes pasado las importaciones se desplomaron 25%. Sumaron US$ 4011 millones, cuando un año atrás habían alcanzado los US$ 5349 millones. Las exportaciones también se desmoronaron. En febrero del año pasado fueron de US$ 5393 millones. Un año después bajaron a US$ 4064 millones, lo que representó una caída de 24,6%.
Según los datos del informe de intercambio comercial argentino (ICA) del Indec, el saldo comercial fue positivo: US$ 53 millones, un 20,5% más alto que el año pasado como consecuencia de la férrea administración oficial del comercio.
Pero los porcentajes exageran el éxito. Comparado con 2013, cuando la balanza reflejó un número positivo de US$ 474 millones, la retracción del superávit es de 89%.
Por otra parte, los datos difundidos ayer serán hoy puestos en duda cuando los economistas que suelen investigar las estadísticas del comercio exterior comparen los datos del ICA con la base usuaria del mismo Indec. En los últimos dos años, esta última base oficial -que refleja los ingresos reales de divisas- reflejó que el informe del ICA infló en alrededor de US$ 5000 millones las exportaciones argentinas en 2013 y 2014. Por caso, en enero el ICA informó un superávit comercial, mientras que la base usuaria del Indec afirmó que se registró un déficit de US$ 600 millones.
"Los datos del primer bimestre confirman un escenario de virtual implosión del comercio exterior argentino", describió el economista jefe del Ieral, Jorge Vasconcelos. "La caída de 21% interanual de las exportaciones en el acumulado de enero y febrero alimenta la hipótesis de un número anual de exportaciones del orden de los US$ 66.000 millones en 2015. Eso mostraría una merma cercana a los US$ 20.000 millones respecto del pico alcanzado en 2011", proyectó el experto.
Los malos resultados del comercio exterior tienen -según Vasconcelos- varias causas: el atraso del tipo de cambio, la caída de los precios internacionales, las restricciones a las importaciones, la pérdida de crédito comercial de parte de proveedores del exterior y de mercados externos.
"En valores, las importaciones y las exportaciones de febrero se ubican en niveles mínimos desde 2010 para un segundo mes del año", analizó Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina. "La caída de las cantidades del sector externo refleja los desincentivos a la exportación y la necesidad de cerrar el grifo de las importaciones para no profundizar la escasez de divisas", estimó el economista. Entre los desincentivos mencionados citó el atraso cambiario y la presión tributaria.
La consultora abeceb.com destacó que un 44% de la caída de las exportaciones en los dos primeros meses del año corresponde a las menores ventas de manufacturas industriales (un 76% son menos ventas de autos y autopartes a Brasil). En tanto, un 52% de la caída se asocia a menores ventas de manufacturas de origen agropecuario y, de combustibles y energía. "La contracción se explica casi en su totalidad por el impacto negativo de la evolución del precio de las commodities", indicaron en la consultora que dirige Dante Sica.
Para abeceb.com, en el primer bimestre la retracción de las importaciones presenta variaciones similares a la de las exportaciones. "En un escenario de importaciones administradas y de debilitamiento de las exportaciones, este resultado se asocia al objetivo de las autoridades de controlar las compras externas de manera de mantener equilibrada la cuenta de divisas", concluyó su informe.
La producción industrial registró una caída del 7,2% interanual en febrero pasado, aunque resultó un 4% superior a la del mes anterior, incluyendo factores estacionales, mientras que si éstos se corrigen, la actividad aumentó, por segundo mes consecutivo, un 2,3%, según los índices elaborados por FIEL. Los datos relevados indican que la caída de actividad continúa afectando a alrededor del 70% de las actividades industriales.
De esta manera, en el acumulado del primer bimestre del año la actividad industrial se ubica un 6,7% por debajo de lo observado en el mismo período de 2014. "La caída de la actividad en la presente fase recesiva reduce su ritmo a un equivalente anual del -3,8%, al tiempo que continúa siendo la tercera recesión industrial más extendida desde 1980 a la fecha", sostiene FIEL.
"A nivel de ramas de actividad, en el acumulado para los dos primeros meses del año y en la comparación interanual tres sectores registraron un crecimiento de la producción, comenzando por Minerales no Metálicos (+5%) y siguiendo por Petróleo Procesado (+2,1%) y Alimentos y Bebidas (+1,4%). Al mismo tiempo, otros tres sectores presentaron en el acumulado para el primer bimestre caídas de actividad inferiores a las del promedio del índice de producción industrial de FIEL, tales los casos de Papel y Celulosa (-1,9%), Siderurgia (-3%) e Insumos Textiles (-4,3%)", señala el informe de la entidad. Finalmente, cuatro sectores de actividad registraron una contracción de la producción en el bimestre y en relación con el mismo período de 2014 superior al promedio de la industria, comenzando por Metalmecánica (-7,9%) y siguiendo por el sector de Cigarrillos (-9,6%), Insumos Químicos y Plásticos (-17,7%), y finalizando con el sector automotor (-21,1%).
"Luego de un primer bimestre atípico en el que varias actividades adelantaron vacaciones a enero y otros sectores fueron afectados por conflictos gremiales y paradas no anticipadas que redundaron en importantes caídas de actividad, las perspectivas para los próximos meses continúan resultando complejas, especialmente por las necesidades de divisas para sostener la producción y el impacto del retroceso de la actividad en Brasil y la apreciación de su moneda. No obstante, los sectores de bienes de consumo no durable han comenzado a mostrar una recuperación, al tiempo que otras actividades industriales que registraron importantes caídas en 2014, como los sectores de bienes de consumo durables y bienes de capital, podrían contribuir a la mejora de la actividad hacia el segundo trimestre del año", señala el informe. "Tomando en cuenta la clasificación de la actividad industrial por el tipo de bienes, se tiene que la producción de Bienes de Consumo Durable y Bienes de Capital continúa liderando la contracción de la actividad en el primer bimestre de 2015 al retroceder -14,8% y -8,8%, respectivamente".