Por Nicolás Balinotti.
Dudó hasta el último minuto en tomar la decisión, pero finalmente lo hizo. Hugo Moyano se puso recién ayer al frente de paro nacional que activará el martes próximo la pragmática alianza de gremios opositores en reclamo de una modificación en el impuesto a las ganancias, un aumento de emergencia para los jubilados y "un sinceramiento" del Gobierno sobre la inflación real y el desempleo.
La huelga, que fue impulsada de raíz por unos 22 sindicatos del transporte, sumó ayer las adhesiones de la CGT moyanista, de la CGT Azul y Blanca -que encabeza Luis Barrionuevo-, de la CTA Autónoma -de Pablo Micheli- y del gremio de los bancarios. Es muy posible que sectores vinculados con la izquierda también se suban al reclamo.
La protesta del martes será por 24 horas, aunque servirá como punto de partida de una hoja de ruta de conflictos. El próximo paso lo blanqueó ayer Moyano: llamó a un plenario para el 15 de abril, en el que se avanzaría en un plan de lucha que incluiría un paro nacional de 36 horas (posiblemente para mayo) con movilización a la Plaza de Mayo. La estrategia del jefe de los camioneros será engordar la tropa de adherentes con el apoyo de algunos gremios que están hoy anidados en la CGT oficialista y que ensayarán, gradualmente, un alejamiento del kirchnerismo ante la falta de respuesta a sus pedidos y por conveniencia político-electoral.
En lo que será el primer gran desafío sindical del año para la Casa Rosada, el martes se alterará el normal funcionamiento de los servicios de los colectivos urbanos, ómnibus de larga distancia, vuelos internacionales y de cabotaje, ferrocarriles, y se paralizarán la actividad portuaria y el comercio exterior. Pero ahora, con el respaldo de las centrales obreras, habrá otros servicios afectados: se reducirá al máximo la atención al público en los bancos y no abrirán las dependencias estatales en las que ATE tenga representación; tampoco funcionarán la recolección de residuos, el transporte de carga y no abrirán las estaciones de servicio de combustible, entre otros rubros ligados al comercio.
Tanto Moyano como Barrionuevo definieron su respaldo al paro cuando advirtieron que Roberto Fernández, el jefe de los colectiveros de la UTA, esta vez no daría marcha atrás. En el último paro nacional, el 28 de agosto pasado, la UTA modificó su postura a último momento a cambio de subsidios para apurar el cierre de su paritaria y de la presunta cesión de un predio para montar un centro de capacitación.
"Lamentablemente, en el Gobierno no hemos encontrado ninguna solución; así que [el paro] está confirmado. La inflación es cada vez más grande. Cuando uno en su casa gasta más de lo que entra, acá están las consecuencias", dijo ayer Fernández en Radio Mitre. Su mensaje no fue casual: tras días de silencio, ratificó públicamente su posición como una manera de darles garantía a Moyano y Barrionuevo, que aún hoy sospechan de sus movimientos.
Tras el anuncio de Moyano, la CGT de Barrionuevo y la CTA de Micheli oficializarán esta tarde su adhesión. El gastronómico lo hará después de haber logrado su cometido: activar un plan de lucha en abril en contra del Gobierno. Micheli, en tanto, ya había dado señales de armonía durante una protesta en el Ministerio de Trabajo, desde donde convocó a "construir el paro del transporte en un paro nacional". La CTA servirá para sumar a los gremios que comulgan con la izquierda, a los estatales de ATE y a diversas agrupaciones sociales.
La reivindicación por el impuesto que pesa sobre los salarios unifica la postura en el arco gremial. Agrupa en un mismo sector a oficialistas y a opositores. Es así, a pesar de que desde el Gobierno se mantiene el rechazo a modificar en el corto plazo el tributo o elevar las escalas del mínimo no imponible de Ganancias. Con las últimas modificaciones impositivas, concretadas en agosto de 2013, Ganancias es tributado por el 10,2% de los trabajadores registrados (955.527) y el 0,7% de los jubilados (39.641), según informó la AFIP. En diciembre pasado, Cristina Kirchner desactivó un paro de transportistas al eximir de Ganancias el medio aguinaldo. Fue un anuncio pasajero que ayudó a descomprimir el clima de fin de año.
Sin embargo, ahora los gremios pretenden una reforma impositiva de fondo. Y su pedido es tanto para este gobierno como para el que eventualmente surja de las elecciones nacionales del 25 de octubre. El sindicalismo vuelve a estar en pie de guerra.
ANÍBAL BUSCARÁ "ALTERNATIVAS" CONTRA LA MEDIDA
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, sostuvo ayer que buscará "de todas las maneras posibles encontrar una alternativa" para lograr desactivar el paro de transporte anunciado para el 31 de este mes, medida de fuerza a la que se sumarán los trabajadores bancarios.
"Nunca me quedé de brazos cruzados y siempre traté de explicar todo lo que fuera posible con el propósito de encontrar una alternativa entre todos y evitar el paro", dijo el funcionario en su habitual contacto matutino con la prensa antes de ingresar a la Casa Rosada.
En ese marco, añadió: "Intentaré de todas las maneras posibles encontrar una alternativa para impedir que lleguemos al paro". El paro, convocado para el martes de la semana que viene por los principales gremios del transporte, será en reclamo de modificaciones en el impuesto a las ganancias.
SERVICIOS QUE SE VERÁN AFECTADOS
Colectivos
El transporte urbano y los ómnibus de larga distancia no funcionarán hasta la víspera a Semana Santa
Ferrocarriles
Si bien la Unión Ferroviaria no adhiere, no habrá servicios porque paran los maquinistas y señaleros
Aeronáuticos
Tres de los seis gremios aeronáuticos adhieren, por lo que no habrá vuelos internacionales ni de cabotaje
Subte metropolitano
Pararían las líneas B y D, donde es delegado Claudio Dellecarbonara. El resto, funcionaría con demoras
Recolección de basura
No habrá servicio. Tampoco habrá transporte de cargas ni abrirán las estaciones de servicio
Bancos
No habrá atención al público en los bancos; tampoco habrá actividad en los puertos, lo que afectará el comercio exterior
Por: Mariano Martín.
Sin sorpresas, el paro del martes próximo convocado por los gremios del transporte contra el Impuesto a las Ganancias será nacional y multisectorial, con la adhesión de las centrales opositoras. Así lo confirmaron los sindicatos organizadores y también la CGT de Hugo Moyano, que prometió desde abril intensificar un plan de lucha con más huelgas. En el Gobierno confirmaron la búsqueda de opciones para frenar la medida. Así, junto a los transportistas pararán los bancarios y gremios opositores como los petroleros del sur, los judiciales, los municipales y los empleados de estaciones de servicio.
La protesta, aunque planteada con varios reclamos, tendrá como eje Ganancias, única variable que lo evitaría, según los dirigentes. La confirmación que más expectativa había generado corría por cuenta de los 22 gremios del transporte y llegó por la tarde, en especial de las dos organizaciones sobre las que recae la contundencia y visibilidad de la acción: los colectiveros de la UTA y los maquinistas de trenes de La Fraternidad.
Anoticiados de esa ratificación, más temprano se supo de la adhesión de la CGT del camionero, que aguardó hasta último momento por desconfianza hacia Roberto Fernández, de UTA. De hecho, el último paro nacional del 28 de agosto pasado tuvo la deserción de los colectiveros pocos días antes por un arreglo con subsidios estatales de su paritaria. Meses antes, el 10 de abril, otra huelga nacional tuvo mucho mayor impacto gracias a la UTA.
La acción, de todos modos, se orienta más al próximo Gobierno que a las actuales autoridades: en reserva los organizadores descreen de una reacción de Cristina de Kirchner y dan por hecho que, de haber una modificación en Ganancias, la anunciará más cerca de las Primarias de agosto. El otro vector de la medida tiene que ver con la interna de la CGT: con las gestiones retomadas por la unificación, como informó ayer este diario, los gremios del transporte buscan constituirse en el principal bloque de referencia.
Moyano, de todas formas, no quiso quedar a la zaga: su CGT anunció la convocatoria para el 15 de abril de su Comité Central Confederal, máximo órgano resolutivo, para disponer una nueva huelga, pero en este caso con movilización a la Plaza de Mayo y eventualmente por más de 24 horas. "El Gobierno nos empuja a profundizar el plan de lucha y a la calle, que es donde mejor nos movemos", advirtió Abel Frutos, de la central de Moyano.
La CTA opositora, de Pablo Micheli, anunciará hoy a las 17 su inclusión en la huelga. Y lo propio hará en las próximas horas la CGT "Azul y Blanca", de Luis Barrionuevo. La reacción oficial ayer llegó de parte del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien dijo que el Gobierno intenta "encontrar una alternativa para impedir" la huelga. "Nunca me quedé de brazos cruzados y siempre traté de explicar todo lo que fuera posible con el propósito de encontrar una alternativa", explicó.
El titular de la Unión Tranviarios Automotor, Roberto Fernández, confirmó que los colectiveros se sumarán a la huelga del próximo martes contra el Impuesto a las Ganancias, por lo que la paralización del transporte público será total.
"La UTA se adhiere a la medida del 31 de marzo. Lamentablemente con el Gobierno no hemos encontrado ninguna solución con el diálogo. Es lamentable, pero está confirmado", anunció esta mañana Fernández en radio Mitre.
La adhesión de los colectiveros es clave para garantizar la efectividad de la huelga. El 28 de agosto del año pasado, Fernández no se sumó a un paro general y la medida perdió fortaleza, ya que apenas un puñado de líneas de colectivos no funcionaron. La otra pata clave es el líder de La Fraternidad, Omar Maturano, que garantiza que no haya trenes.
"Si no se escucha, lamentablemente no se puede gobernar", disparó el titular de la UTA. "No estamos enfrentados con el gobierno, los trabajadores queremos que el gobierno termine su mandato como corresponde. Pero si no hay diálogo, esto funciona mal", dijo Fernández.
Los gremios del transporte mantuvieron hace dos semanas una reunión con Aníbal Fernández, de la que se fueron sin ningún avance y terminaron confirmando el paro. "Yo entiendo que nosotros no le vamos a apurar los tiempos a la Presidenta, pero cada día que pasa los tiempos para los trabajadores, se hace más imposible", dijo hoy el titular de la UTA.
La medida es convocada por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que agrupa gremios de todos los sectores del transporte público. "Todo el transporte va a parar en todo el país", dijo Fernández, quien aseguró que no habrá colectivos, trenes, subtes ni aviones, entre otros servicios.
"Camioneros va a parar también", confirmó Fernández, en referencia al gremio que conduce Hugo Moyano.
El camionero confirmó esta tarde que la CGT opositora se sumará al paro del martes y prepara un plan de lucha que incluiría un paro nacional de 36 horas con movilización a la Plaza de Mayo. Para ello convocó al Comité Central Confederal para el próximo 15 de abril.
La decisión fue adoptada pasado este mediodía por un plenario de secretarios generales que sesionó en la sede sindical de Azopardo 802, de esta capital. Del cónclave participaron además de Moyano, Guillermo Pereyra (petroleros), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Amadeo Genta (municipales), Gerónimo Venegas (UATRE), Omar Plaini (canillitas) Abel Frutos (panaderos), Jorge Pérez Tamayo (pilotos), Julio González Insfrán (capitanes y oficiales navales), Ricardo Epelbaun (señaleros) y Domingo Pereira (ceramistas) entre otros.
Moyano no fue parte activa de las organización del paro aunque si lo hicieron dos moyanistas puros: Juan Carlos Schmid y Omar Pérez (integrante de la cúpula de Camioneros). Juan Pablo Brey, titular de la Asociación Argentina de Aeronavegantes y también cercano a Moyano, es otro de los impulsores de la medida.
La medida de fuerza contará con el respaldo de la opositora CTA-Autónoma del estatal Pablo Micheli, que será oficializado mañana.
Algo más reticente parece Luis Barrionuevo, el líder de la CGT Azul y Blanca. Molesto por algunos desplantes de los gremios del transporte -sobre todo por la cancelación del paro que se había anunciado para fines de 2014-, el gastronómico demorará su adhesión un poco más. Barrionuevo desconfía de los transportistas y teme que nuevamente se bajen a último momento.
No obstante, su principal aliado ya anunció que se sumará a la medida. Se trata de Carlos Acuña, el Secretario General del Sindicato de Trabajadores de Estaciones de Servicios, por lo que el martes 31 tampoco habrá carga de combustibles.
En las últimas horas, el titular de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo adelantó que "todo indica" que se sumarán a la medida de fuerza. "Tenemos una posición clara ya que en 2014 el sindicato realizó diez paros nacionales, de los cuales seis fueron por Ganancias. Hemos parado solos y probablemente ahora concluyamos con los compañeros de gremios del transporte", señaló.
Palazzo también coincidió con el temor de Barrionuevo (y que también comparte Moyano) sobre una marcha atrás de los gremios del transporte. "Esperamos que garanticen que van a parar. Si llegamos 48 horas antes y alguno decide bajarse, así es difícil ser efectivo", indicó el bancario.
Al respecto, esta mañana Aníbal Fernández dijo que buscará "de todas las maneras posibles encontrar una alternativa" para lograr desactivar el paro. “Nunca me quedé de brazos cruzados y siempre traté de explicar todo lo que fuera posible con el propósito de encontrar una alternativa entre todos y evitar el paro", dijo el funcionario.