Se mantiene el suspenso. El directorio de Petro-Perú pospuso su decisión de ingresar como socio a los lotes III y IV, ubicados en Talara, hasta que se realice un análisis de riesgo de la existencia de pasivos y contingencias por esta operación.
Ese análisis fue solicitado por el directorio a la gerencia general de la empresa, el cual, según fuentes de Petro-Perú, permitirá definir si el ingreso a los referidos lotes es sustentable o demandará recursos, lo cual perjudicará el desarrollo del Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara (PMRT).
El informe también permitiría argumentar la necesidad de que Petro-Perú desista de participar con el 25% en estos dos lotes y dar marcha atrás con la decisión adoptada por el anterior directorio. Sin embargo, las fuentes indican que ya existen informes de las diferentes gerencias (legal, planeamiento, financiera, etc.) que indican que no habría ningún riesgo en esta medida.
FIN DE CONTRATO
En tanto, en Perú-Petro se esperaba que la decisión con respecto a la situación de Petro-Perú se tomara ayer. Ello debido a que el contrato temporal de explotación de los lotes III y IV, que tiene United Oilfield (que obtuvo la propiedad de Interoil), vence el 6 de abril y se requiere que no solo dé su visto bueno Perú-Petro, sino también elMinem y el MEF.
Además, se necesita publicar el decreto supremo que avale el inicio de operaciones de los nuevos concesionarios: Graña y Montero Petrolera (GMP) y Petro-Perú (en caso de que se apruebe su ingreso a esa actividad). Para todo este proceso apenas se cuentan con dos semanas (incluidos los días festivos por Semana Santa).
GMP tiene un contrato de asociación con Petro-Perú, y para sellar su sociedad requiere un contrato de operaciones, el cual debe ser aprobado por el directorio de la empresa estatal.
Perú-Petro ha evitado pronunciarse sobre la viabilidad de la participación de Petro-Perú en la explotación petrolera porque, según las normas, la petrolera estatal es responsable de sus decisiones.
MÁS DATOS
► Según fuentes de Petro-Perú, el ingreso de la estatal le permitiría la posibilidad de hacerse de un crudo más barato y poder competir.
► Los lotes III y IV tienen alrededor de 55 millones de barriles en reservas probadas.
Como suele ocurrir cada tanto en el Perú, otra vez la petrolera estatal está en el centro de la discusión pública por las anunciadas intenciones del gobierno de darle un papel más protagónico en el sector hidrocarburos. Ahora el debate se centra en si es conveniente que Petroperú vuelva a ingresar al upstream, pero antes (y esto es más importante) habría que preguntarse cuál es (si existe) la política de largo plazo que el Estado ha trazado para su empresa más importante, al menos en términos de facturación. “El camino no va por una mayor o menor participación en la explotación, el camino pasa por determinar en primer lugar qué queremos hacer con Petroperú”, recalca Pedro Martínez, gerente general de Pecsa.
A diferencia de otros países de la región, que han apostado por enfoques claros (y divergentes) para sus petroleras estatales, en el Perú parece claro que el Estado no sabe bien qué quiere hacer con Petroperú. “Chile, Colombia, Brasil, Ecuador y Bolivia tienen distintos enfoques, en que coinciden o discrepan, pero todos saben lo que quieren. Perú, hace 20 años que no sabe lo que quiere hacer con la empresa”, resaltó Eleodoro Mayorga, por entonces ministro de Energía y Minas, en una entrevista con SE, en setiembre del año pasado.
“Lo que el Perú necesita en materia de hidrocarburos es dar una mejor información acerca de los lotes de petróleo, dar un panorama claro de qué va a pasar con el gasoducto del gas. Con respecto a Petroperú no hay una clara definición acerca de qué se va a hacer con la empresa a mediano plazo”, señala Pablo Secada, consultor del Instituto Peruano de Economía (IPE).
A lo largo de las últimas tres décadas Petroperú ha estado sometida a un constante vaivén, sin un enfoque a largo plazo y a merced de los ciclos políticos. En los 90 se pretendía desintegrarla. El proceso quedó trunco pero la empresa cedió todas sus operaciones upstream a los privados. La idea de que regrese a esta actividad ya se planteó durante el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006), pero durante el segundo gobierno de Alan García no se prosiguió. En cambio, se impulsó la modernización de la refinería de Talara.
Con la llegada al gobierno de Ollanta Humala, que enarboló la repotenciación de Petroperú como una de sus principales banderas, se han intentado varias iniciativas adicionales. Para ello contaba con la presencia de Carlos Herrera Descalzi como ministro de Energía y Minas y con Humberto Campodónico, un reconocido defensor del papel activo de las petroleras estatales, al frente del directorio de Petroperú. Sin embargo, más allá de las declaraciones de intención, no se avanzó mucho. En el 2013, ya con Jorge Merino al frente del MEM, se planteó la posibilidad de comprar la refinería La Pampilla y la cadena de grifos de Repsol. La fuerte oposición que encontró esta idea hizo que finalmente fuera desestimada. En paralelo, el MEF propuso abrir al capital privado la empresa, a través de la venta de hasta el 49% de sus acciones.
En el 2014, ya con Eleodoro Mayorga en el MEM, se firmó el contrato de la modernización de Talara. Posteriormente, se anunció la participación de PetroPerú en los lotes que se revertirán al Estado(por ejemplo los lotes 64 de Talisman, III y IV de Interoil). Y para progresar en la reestructuración de PetroPerú, se contrató a Wood McKenzie para que realizara un estudio de la compañía. Pero ahora, con Rosa María Ortiz como reemplazo de Mayorga, nuevamente parece que la mirada acerca de Petroperú vuelve a cambiar.
Carlos del Solar, ex presidente de la SNMPE, opina que Petroperú debería mantenerse al margen del upstream. “Petroperú no tiene capacidad para integrarse verticalmente, hace más de 20 años que no explora ni explota, sería correcto que no lo haga”, argumenta.
Lo cierto es que, antes de tomar decisiones sobre el modelo de negocio, es mucho más importante definir un horizonte claro para una empresa que, según el ránking Perú Top 10,000, es la número uno del Perú.
