El director ejecutivo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), Oscar Thomas, admitió hoy que las 20 turbinas de la represa "han experimentado una fuerte disminución de su vida útil por haber operado casi 15 años con un salto de siete metros, inferior al de su diseño original".
Sin embargo, precisó que "desde 2010, Yacyretá viene estudiando, asesorados por universidades y expertos, para entender e intervenir sobre los eventos que pudieran surgir". A través de una comunicación en su cuenta de Twitter que se divulgó hoy, Thomas emitió sus observaciones acerca de una serie de denuncias periodísticas que se conocieron en los últimos días en Paraguay, sobre el estado de los generadores de la represa binacional, construida en el río Paraná en 1994.
Añadió que "a mediados del 2011 se tenían evidencias ciertas del panorama de situación. Por ello se apercibió al diseñador y proveedor de las turbinas para que asistan a Yacyretá en la resolución de la cuestión". "Así fue que Voith Hydro comenzó a trabajar en la rehabilitación del parque generador desde el 2012", sostuvo.
El director ejecutivo de la EBY remarcó que el objetivo fue entonces "afectar lo menos posible la generación de energía que ronda los 20.000 GWH por año". "Simultáneamente con la reparación de dos turbinas por vez, se continúa con el programa de mantenimiento programado por parte del departamento técnico de Yacyretá", puntualizó.
Respecto a las consecuencias de las operaciones a bajo nivel, "pudimos constatar que en estos tiempos los diseños de turbinas Kaplan, como las de Yacyretá, son más robustas en todos sus componentes", dijo.
Thomas hizo referencia a sus impresiones por las vibraciones en el área de la presa, en 2003, al señalar que, "a medida que fuimos subiendo el embalse, esas vibraciones fueron disminuyendo hasta que no se sintió más, a esa altura de los acontecimientos el daño estaba causado, a poco tiempo empezamos a ver sus consecuencias", expresó.
Por último aseguró que "Yacyretá tiene un plan integral de rehabilitación de su parque generador con asistencia experta de académica y de consultoría, además de quien diseñó y construyó las turbinas. También hay un equipo técnico especial que hace el seguimiento de los trabajos en tiempo real".
Afirmó también que para "ensayar soluciones alternativas, se ha montado un laboratorio de primer nivel en la Universidad de La Plata, Facultad de Ingeniería Hidráulica. Se ha investigado en centrales hidroeléctricas similares del mundo y se han visto problemas parecidos", señaló.
El director ejecutivo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), Oscar Thomas, admitió que las 20 turbinas de la represa "han experimentado una fuerte disminución de su vida útil por haber operado casi 15 años con un salto de siete metros, inferior al de su diseño original".
Sin embargo, precisó que "desde 2010, Yacyretá viene estudiando esto, asesorada por universidades y expertos, para entender e intervenir sobre los eventos que pudieran surgir". Así, Thomas emitió sus observaciones sobre una serie de denuncias periodísticas en Paraguay sobre el estado de los generadores de la represa binacional, construida en el río Paraná en 1994.
En ese sentido, el directivo señaló que, "de unas 240.000 horas" de vida útil de las turbinas, "se redujo a menos de la mitad" por operar con un nivel de agua inferior al necesario, lo que "significó que partes fijas del tubo de aspiración y del anillo de descarga y partes móviles del sistema Kaplan, sometidas a sobreexigencias mecánicas y dinámicas, estén cercanas a la fatiga y podría sufrir fisuras".
Añadió que "a mediados del 2011 se tenían evidencias ciertas del panorama de situación. Por ello se apercibió al diseñador y proveedor de las turbinas para que asistan a Yacyretá en la resolución de la cuestión" y "así fue que Voith Hydro comenzó a trabajar en la rehabilitación del parque generador desde 2012".
El director ejecutivo de la EBY remarcó que el objetivo fue entonces "afectar lo menos posible la generación de energía que ronda los 20.000 GWH por año". "Simultáneamente con la reparación de dos turbinas por vez, se continúa con el programa de mantenimiento programado por parte del departamento técnico de Yacyretá", puntualizó.
Respecto a las consecuencias de las operaciones a bajo nivel, dijo que pudieron "constatar que en estos tiempos los diseños de turbinas Kaplan, como las de Yacyretá, son más robustas en todos sus componentes". "El revestimiento del tubo de aspiración que en Yacyretá hemos verificado que son de 20 a 30 milímetros hoy se los hace de 50 a 70 milímetros para exigencias normales, imaginen haber operado bajo mayores exigencias por menor salto", señaló.
Thomas hizo referencia a sus impresiones por las vibraciones en el área de la presa, en 2003, al señalar que, "a medida que fuimos subiendo el embalse, esas vibraciones fueron disminuyendo hasta que no se sintió más, a esa altura de los acontecimientos el daño estaba causado, a poco tiempo empezamos a ver sus consecuencias".
Por último aseguró que "Yacyretá tiene un plan integral de rehabilitación de su parque generador con asistencia experta de académica y de consultoría, además de quien diseñó y construyó las turbinas. También hay un equipo técnico especial que hace el seguimiento de los trabajos en tiempo real".
Afirmó también que para "ensayar soluciones alternativas, se ha montado un laboratorio de primer nivel en la Universidad de La Plata, Facultad de Ingeniería Hidráulica. Se ha investigado en centrales hidroeléctricas similares del mundo y se han visto problemas parecidos", señaló.
En los últimos días, versiones periodísticas aseguraban que utilizan los motores por encima de la capacidad para evitar cortes masivos del suministro.
En febrero de este año, las autoridades paraguayas denunciaron que el Gobierno argentino vendía ilegalmente a Brasil energía generada por la usina. Ahora, se hizo público que el vecino país acusó a la administración argentina de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) de exigir más allá del límite tolerado las turbinas que motorizan la represa para evitar grandes cortes energéticos.
Según publicó NORTE de Corrientes, la parte argentina salió al cruce, negando de plano la imputación. El conflicto entre las partes y la aprehensión de la ciudadanía se disparó cuando el gobierno paraguayo aseguró que el miércoles 18 de este mes los motores de la central hidroeléctrica fueron utilizados por encima de la potencia máxima recomendada.
Además, dejaron claro que los propios técnicos de la planta se habrían negado a sostener ese nivel de generación Las 16 turbinas de Yacyretá, la usina ubicada en los saltos del río Paraná, que es compartida por Argentina y Paraguay, tienen una potencia máxima recomendada de 135 megavatios.
Sin embargo, Paraguay aseguró que el pasado miércoles a las 15.40 estaban operando con una potencia de entre 143 y 155 megavatios, valores que representan aproximadamente un 15% por encima de su capacidad.
Funcionarios del Estado paraguayo aseguraron que esa irregularidad se debe a los pedidos de Argentina, cuya producción de energía eléctrica no llega a cubrir la totalidad de la demanda en los días de mayor consumo. Además, como prueba indicaron que se registraron cortes de luz en distintos barrios de Buenos Aires y de sus alrededores ante la demanda en aumento.
Ante la repercusión internacional que puso a los países en la mira de gran parte de América Latina, y en peligro latente a las relaciones bilaterales, la EBY aseguró a través de un comunicado y mediante el sitio del director ejecutivo de la EBY Argentina, Oscar Thomas, en la red social Facebook, que “en ningún momento se ha sometido a las turbinas a mayor esfuerzo del que pueden soportar, desmintiendo cualquier tipo de sobre exigencia como indicaron versiones periodísticas”.
La entidad además ratificó que la represa está operando normalmente y recordó que “luego de años funcionando a una cota inferior a la de diseño, producto de las políticas neoliberales por las que deliberadamente se resolvió no terminar las obras, Yacyretá desde el año 2012 viene implementando un programa de rehabilitación de su parque generador”.
“Precisamente este plan es concordante con el cumplimiento de la vida útil del mismo. Por ello tiene dos turbinas en rehabilitación con paradas de seis meses y dos en etapa de mantenimiento programado con corta duración de parada, manteniendo una generación anual de 20.000 GWh”, señaló Thomas.
“El subjefe técnico de la central hidroeléctrica, Gabino Fernández, se negó a sostener ese nivel de generación durante mucho tiempo y lo redujo al límite permitido. El pedido de aumentar la potencia con el que insistió la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (Cammesa), de Argentina, no fue escuchado”, según publicó el sitio paraguayo ABC Color.