Un crecimiento del PIB en la parte baja del rango de 2,5% a 3,5% para este año y una inflación anual a diciembre entre 2,7% y 3,3% es el escenario que baraja para 2015 Vittorio Corbo, el ex presidente del Banco Central e investigador asociado del Centro de Estudios Públicos (CEP).
No obstante, en su análisis que publica el CEP, advierte que el principal riesgo son las malas expectativas de empresarios y consumidores. "Un mejor entorno económico para los negocios y la reducción de la incertidumbre asociada a las reformas en curso son necesarias para impulsar la recuperación del consumo y la inversión privada", puntualiza.
Sus perspectivas apuntan a que el consumo privado se elevaría levemente gracias al mayor crecimiento de la masa salarial real y la caída en el precio de los combustibles. Sin embargo, una inflación que cede muy lentamente y las deterioradas expectativas de los consumidores afectarán negativamente la expansión del consumo.
Por otro lado, "la inversión privada no repuntará significativamente mientras se mantengan bajas las expectativas de los empresarios y el crecimiento económico no repunte en forma sostenida", dice Corbo.
El economista ve efectos contrapuestos en el crecimiento de 2015. Entre los factores expansivos menciona la política monetaria (de baja tasa de interés), la depreciación real, un mayor crecimiento mundial, menor precio del petróleo y progresos en la agenda de energía e infraestructura. Como elementos contractivos cita condiciones financieras internacionales menos favorables; la desaceleración de la economía china; la incertidumbre interna y las malas expectativas de empresarios y consumidores.
Para la economía mundial avizora un crecimiento marginalmente superior al del año pasado, que fue de 3,2%, según Consensus Forecast.
Advierte que uno de los riesgos que podría llevar a un menor crecimiento mundial al proyectado es que "el inicio del ciclo de alzas de tasas de la Fed podría desatar otro episodio de salidas abruptas de capitales, depreciación de las monedas de países emergentes y una volatilidad y ajuste a la baja en los precios de activos (acciones).