Royal Dutch Shell el viernes que había completado la venta de su participación en un campo petrolero de Nigeria por $ 737 millones como los grandes se acerca la petrolera anglo-holandesa la realización de una revisión estratégica de activos en el país de África Occidental .
Petróleo y Minería Arrendamiento (OML) 18 y "instalaciones conexas en el Delta del Níger Oriental" se vendieron a Eroton Exploración y Producción Company Limited.
Eroton también adquirió la participación del 10 por ciento de la petrolera francesa Total y 5 por ciento de participación de la italiana Eni en OML 18, dándole un 45 por ciento la participación total, dijo Shell en un comunicado.
OML 18 produjo alrededor de 14.000 barriles de petróleo equivalente por día en 2014.
Shell anunció el pasado octubre que tenía acuerdos de venta firmados para los cinco activos de petróleo de Nigeria se puso a la venta después de una revisión de 2013 de su negocio en Nigeria.
La compañía anglo-holandesa completó la venta de OML 24 en noviembre. (Reporte de Ron Bousso, editado en español por William Hardy)
Por Marta Úbeda.
La multinacional petrolera Royan Dutch Shell y la italiana Ente Nazionale Idrocarburi -ENI -han admitido más de 550 derrames de petróleo en el delta del Níger durante el año pasado, según la información recogida en un análisis de Amnistía Internacional.
La petrolera Shell informó de 204 derrames durante el año 2014, mientras que ENI, que opera en un área más pequeña, reportó un total de 349 derrames durante el 2014. “Estas cifras son realmente alarmantes. ENI ha perdido claramente el control sobre sus operaciones en el delta del Níger. Y a pesar de todas sus promesas, Shell no ha hecho progresos en la lucha contra los derrames de petróleo“, denuncia Audrey Gaughran, Director Asuntos Globales de Amnistía Internacional.
La organización Amnistía Internacinal denuncia que en cualquier país del mundo, esta situación sería de emergencia nacional, pero que “en Nigeria parece ser un procedimiento operativo estándar para la industria petrolera“. A.I. advierte además sobre el coste humano que supone estos derrames incontrolados que obligan a miles de personas a convivir con la contaminación con el consiguiente riesgo.
A principios del mes de enero, la compañía Shell llegó a un acuerdo con la comunidad nigeriana Bodo por el cual se comprometía a pagar 55 millones de libras esterlinas -unos 83 millones de dólares- por el vertido de cientos de miles de barriles de crudo durante los años 2008 y 2009 que provocaron un auténtico desastre medioambiental.
Tras una lucha de más de seis años, la comunidad Bodo consiguió que la petrolera Shell asumiera su responsabilidad en todo lo acontecido admitiendo que las fugas fueron causadas por la corrosión y el mal estado de los oleoductos. Según el acuerdo, Royal Dutch Shell tendrá que pagar alrededor de 83 millones de dólares a la comunidad nigeriana, monto que, aunque parezca alto, no compensa todo el desastre provocado en la región.
El problema es que la situación en el Delta del Níger lejos de mejorar continúa siendo igual de peligrosadebido a que Shell sigue sin arreglar sus oleoductos a pesar de haber reconodido que representan unagrave amenaza para la zona por no cumplir con las exigencias de calidad mínima exigidas para este tipo de insalaciones.
La compañía italiana ENI, propietaria de Nigerian Agip Oil Company es un actor menor en el Delta del Níger que la petrolera Shell, pero Amnistía Internacional advierte que el número de derrames provocados por ENI requiere una acción urgente por parte de los gobiernos nigeriano e italiano. “El gobierno italiano debe investigar lo que está sucediendo en las operaciones nigerianas de ENI. Estas cifras plantean serios interrogantes sobre el potencial de la negligencia por parte de la empresa desde hace muchos años “, dijo Audrey Gaughran.
Es necesario y urgente poner fin a la peligrosa explotación petrolera en la zona que, a consecuencia del mal estado de las instalaciones y a la negligencia de las operaciones, están destruyendo el Delta del Níger y obligando a millones de personas a soportar las consecuencias de vivir con el impacto de la contaminación acumulada, consecuencas como la pérdida de su base de subsistencia.