Los precios del petróleo volvieron ayer a desplomarse a su nivel más bajo en seis años. En Nueva York, luego de un efímero rebote que no logró hacer olvidar el nivel cada vez más elevado de la oferta estadounidense, el valor del barril de "light sweet crude" (WTI) para entrega en abril cedió 1,6% (o 70 centavos) a u$s 43,96 al cierre de las operaciones. En Londres, el precio del barril de Brent del mar del Norte que sirve como referencia en Europa, perdió u$s 1,48 a u$s 54,43 para entrega en mayo.
El alto nivel de la oferta, en Estados Unidos y en el mundo, es el factor dominante en las preocupaciones de los operadores del mercado petrolero, y la principal causa que impulsa a la baja los precios en más de la mitad desde junio, llevándolos a su piso desde marzo de 2009. La caída del petróleo comenzó a acelerarse a partir de mediados de 2014.
Ya en enero pasado, varias entidades advertían que los valores seguirían cayendo y estaban lejos de encontrar su piso. En un informe a principios de año, Bank of America Merrill Lynch proyectó bajas de hasta u$s 40 para el barril de Brent y u$s 35 el WTI, o West Texas, por el estancamiento de la demanda y el aumento de las reservas. El Banco Mundial también pronosticó que los precios del petróleo seguirán bajos en 2015 y debilitarán las perspectivas de crecimiento de los principales países exportadores. No obstante, los beneficios derivados de la baja en los precios de los hidrocarburos pueden ser muy significativos para los países en desarrollo importadores, si el derrumbe del crudo termina por favorecer un mayor crecimiento global, según lo señalado en un análisis del Grupo Banco Mundial incluido en la última edición del informe sobre Perspectivas Económicas Mundiales. Para detener el derrumbe, Merrill Lynch aseguró que es necesario que los países productores miembros o no de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) reduzcan el suministro, y que la demanda global se fortalezca.
Impacto local
Un barril más barato, en el corto plazo, beneficia a la Argentina. Sucede que como país importador neto de energía, si los precios en el mundo continúan a la baja, el Gobierno se ahorraría unos miles de millones de dólares que gasta todos los meses para comprar combustibles del exterior. El Estado se ve obligado a importar energía debido a que la oferta doméstica no alcanza para cubrir la demanda local, ante una alicaída producción. Los especialistas proyectan un ahorro de al menos entre u$s 3.000 y u$s 3.500 millones. No es una cifra menor, teniendo en cuenta que ya hace un tiempo las cuentas públicas de la administración de Cristina Kirchner se ven afectadas por un déficit comercial provocado por la escasez de divisas, por un lado, y la fuga de cuantiosos montos a raíz de las importaciones de energía, por otro. Este contexto fue el que impulsó hace más de tres años al Gobierno a imponer el cepo cambiario, hoy difícil de levantar.
No obstante, para el plazo más largo, la caída de los precios de crudo en el mundo no es una buena noticia en el momento en que el país busca recuperar la producción de crudo y volver a ser exportador. Puntualmente puede complicar los esfuerzos de la estatizada YPF, que intenta desesperadamente encontrar aliados extranjeros para que asociarse en la gran apuesta para recobrar el autoabastecimiento: el yacimiento no convencional Vaca Muerta. "La baja del petróleo ayuda en la coyuntura al país por ser importador pero en cuanto a estrategia se abre una duda justo cuando la Argentina está apostando al shale en Vaca Muerta, aunque no derriba las posibilidades de inversiones", explicó a El Cronista, Ramiro Castiñeira, economista de Econométrica.
Por Horacio Riggi*
La Argentina suele vivir a contramano del mundo. Al menos, del mundo que imagina el establishment económico y financiero. Una muestra más es la caída de los precios del petróleo y su impacto en el empleo. Mientras los precios del crudo se desplomaron alrededor de 50% en un año y tal situación se está cobrando miles de puestos de trabajo, en el país la historia no parece la misma. ¿Pero, cuánto margen tienen las empresas?
Esa es la pregunta que inquieta al mercado pero, sobre todo, a las compañías, los trabajadores por supuesto, a los sindicatos.
La multinacional Weatherford International, que tiene sede en Suiza y presencia en la Argentina, es la última empresa vinculada al petróleo es una de las mayores proveedoras mundiales de soluciones mecánicas, tecnología y servicios para los sectores de perforación y producción que anunció recortes de personal. Este año despidió a 8.000 trabajadores. La gran mayoría, dijo la empresa, están dirigidos en el hemisferio occidental. El diario The Wall Street Journal, dice que con los recortes la empresa espera ahorrar u$s 350 millones de dólares anuales.
Otros ejemplos son las también proveedoras de servicios petroleros Baker Hughes y Halliburton que anunciaron despidos que rondan los 1.000 trabajadores, mientras que la también multinacional Schlumberger, la misma empresa dónde trabajó Miguel Galuccio antes de desembarcar en YPF, estudia recortar 9.000 empleos. La mexicana Pemex también tomó cartas en el asunto y despidió a 3.000 trabajadores. En total, solo en enero de 2015, la industria petrolera se desprendió de 21.000 trabajadores, y las proyecciones no son alentadoras: un estudio de la Reserva Federal de Dallas calcula que durante este año sólo el estado de Texas despedirá a 130.000 trabajadores.
La situación no escapa a ninguna empresa del sector. Los despidos también están en Chevron, Shell, Exxon, Total o Petronas, sólo para nombrar a las petroleras que por su marca tienen más reconocimiento público.
Con este panorama, los analistas no están convencidos que la Argentina salga inmune de la actual crisis del sector. Y no se refieren a que importar energía ahora es más barato o que a Vaca Muerta le lleguen menos inversiones de las esperadas hace un año.
Las miradas están puestas en las petroleras que operan en la Argentina y en las proveedoras de servicios. Cerro Dragón y Techint son dos ejemplos. La semana pasada, un grupo de trabajadores petroleros bloqueó durante cuatro horas el ingreso al yacimiento situado en Chubut contra los despidos de la empresa Halliburton, que podrían ser reincorporados en los próximos días. Cerro Dragón es el yacimiento donde concentra las mayores operaciones Pan American Energy (PAE). En el mercado aseguran que en la empresa de los hermanos Bulgheroni no hubo despidos porque el yacimiento no bajó la producción.
En Tenaris, la nave insignia del holding Techint, la caída del precio del crudo le pega de lleno a la producción. La situación impacta en su negocio "que evidencia una caída general en las órdenes de tubos".
La empresa comunicó oficialmente que en las plantas de Tenaris de Estados Unidos y de Canadá se desvincularon casi 1.000 empleados debido a falta de órdenes y a la pobre perspectiva del mercado norteamericano. La planta de TenarisConroe (Texas/tubos con costura) "suspenderá sus operaciones a partir del 23 de abril (230 personas) hasta que finalice la crisis, y en Italia, se estarían tomando medidas similares, afectando a 400 trabajadores".
En Argentina, Tenaris en su planta de Campana (tubos sin costura) que exporta el 70% de su producción a empresas petroleras mundiales está trabajando al 50% de su capacidad productiva. "Por esta razón y dada la caída de órdenes de tubos, se están tomando algunas medidas como adelanto de vacaciones, renegociación de contratos con proveedores, recorte de horas extra y sustitución de servicios tercerizados con personal propio", dijo la empresa. Los sindicatos coinciden en que no hay despidos.
Ayer, el crudo volvió a caer: marcó el precio más bajo de los últimos seis años y quedó en u$s 43,96 el WTI, mientras que el Brent cerró en u$s 54,43. La crisis no perdona, las empresas despiden personal, pero en la Argentina, por ahora, sólo por ahora, la historia parece ser otra.
*Editor de Economía y Negocios
Los futuros sobre petróleo revirtieron este jueves todos los beneficios registrados durante la jornada anterior pues los actores del mercado redirigían su atención hacia la superabundancia de reservas a escala mundial.
En el New York Mercantile Exchange, el petróleo para entrega en abril se desplomó un 2,82% o 1,26 USD hasta situarse en 43,40 USD por barril durante la mañana de la jornada de negociación en Estados Unidos. El contrato de abril vence al cierre de la jornada de este viernes.
Mientras, el contrato de mayo, más activo, se dejó un 1,99% o 93 centavos hasta situarse en 45,72 USD por barril.
El contrato de abril retrocedió el miércoles hasta situarse en 42,03 USD, su cota más baja desde marzo de 2009, tras conocerse que las reservas de petróleo de Estados Unidos registraron máximos históricos la semana pasada, lo que agravaba los temores en torno a la superabundancia de reservas.
Según el informe semanal de la Administración de Información Energética de Estados Unidos, las reservas de petróleo de la nación aumentaron en 9,6 millones de barriles la semana pasada hasta un total de 458,5 millones, su cota más alta en al menos 80 años.
El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, se disparó un 2% hasta el nivel de 99,31 tras desplomarse el miércoles hasta registrar mínimos de tres semanas en 94,77.
El contrato de abril se había disparado durante la jornada anterior un 2,76% o 1,20 USD mientras que el contrato de mayo se disparó un 3,23% o 1,46% pues el dólar perdió posiciones después de que la Reserva Federal rebajara sus previsiones de crecimiento e inflación y sus pronósticos para los tipos de interés.
La Fed eliminó de su discurso la referencia a ser “paciente” a la hora de subir los tipos, aunque añadió que este cambio en sus orientaciones no quiere decidir que haya decidido cuándo comenzará a subir los tipos.
“Sólo porque eliminemos la palabra ‘pacientes’ no significa que ahora estemos ‘impacientes’”, aclaró la presidenta de la Fed, Janet Yellen, en la rueda de prensa que siguió a la reunión.
El anuncio hizo que los inversores revisaran sus previsiones acerca de la subida de los tipos de interés y la dirección de los mismos.
Por otra parte, en el ICE Futures Exchange de Londres, el petróleo Brent para entrega en mayo se negoció a 54,39 USD por barril, dejándose un 2,73% o 1,52 USD. Los precios del Brent que se negocian en Londres se dispararon el miércoles un 4,49% o 2,40 USD, para después cerrar la jornada con un precio de liquidación de 55,91 USD.
Mientras, el diferencial entre los contratos de Brent y crudo del WTI se situó en 8,67 USD por barril, frente a los 9,26 USD registrados al cierre del miércoles.
Los precios del petróleo han retrocedido considerablemente durante los últimos meses pues la OPEP se resistía a frenar la producción, mientras que las extracciones de Estados Unidos avanzaron a su ritmo más rápido desde hace más de tres décadas, provocando una superabundancia de reservas.
Reuters
La Opep espera que la producción de petróleo en EE. UU. comience a bajar a finales del 2015.
Las perforaciones en las formaciones de esquisto en Estados Unidos pueden estar disminuyendo, pero no lo están haciendo lo suficientemente rápido como para que la Opep cambie su política de bombeo en su reunión de junio o evite una mayor caída del crudo, según los productores del Golfo Pérsico en el grupo.
La actual producción de petróleo de Estados Unidos puede resultar más difícil de doblegar, dijeron a Reuters fuentes en el Golfo tras estudiar detenidamente los últimos datos con importantes consultores.
El mensaje es que no hay que subestimar la capacidad de la industria petrolera para adaptarse: puede haber recortes de costos, reestructuración y consolidación y podría tomar tiempo, aseguraron las fuentes. “Estos dos años, 2015-16, siguen siendo un descubrimiento, todo el mundo está hablando de la rentabilidad del petróleo de esquisto, pero nadie está hablando con certeza (...) tienes que esperar y ver”, dijo una fuente de un productor del Golfo Pérsico en la Opep.
En su última reunión de noviembre, el peso pesado del grupo Arabia Saudita persuadió a sus socios a mantener la producción sin cambios, acelerando la fuerte caída del precio del petróleo a un mínimo de alrededor de 45 dólares.
El ministro de Petróleo del reino, Ali al-Naimi, ha dejado claro que Riad no recortará su producción para apuntalar los mercados del crudo a costa de su participación de mercado.
El ministro de Petróleo de Kuwait dijo el jueves que la OPEP no tiene otro remedio que mantener su cuota de mercado y evitar recortes en la producción de crudo, reiterando la perspectiva del emirato de que el grupo seguirá su curso cuando sostenga una reunión en junio.
"Por supuesto que estamos preocupados porque el precio del petróleo afectará a nuestro presupuesto (...) dentro de la OPEP no tenemos otra opción que mantener el techo de producción como está porque no queremos perder nuestra participación en el mercado", dijo Ali al-Omair a la prensa en la ciudad de Kuwait.
Muchos ministros de Petróleo de la OPEP, incluyendo a Ali al-Naimi de Arabia Saudita, han defendido la decisión del grupo de no reducir su producción en noviembre y defender la cuota de mercado y, en cambio, disminuir el bombeo de productores más costosos como Estados Unidos.
El acuerdo llevó al crudo por debajo de 50 dólares por barril, ampliando un fuerte declive que comenzó en junio en medio de un superávit global de suministros y una débil demanda.
Desde el colapso en los precios del petróleo, funcionarios de la OPEP han sostenido que quieren que los productores que no integran el grupo cooperen con el cartel, aunque esos esfuerzos no han progresado mucho.
"Si hay algún tipo de acuerdo con (países) fuera de la OPEP, estaremos muy contentos", dijo Omair el jueves, sin entrar en detalles.
El petróleo se ha recuperado levemente desde entonces a más de 60 dólares por barril, pero ha caído de nuevo en los últimos días.
El Brent para mayo caía en torno a 55 dólares por barril el jueves tras un alza mayor a la esperada en las existencias de crudo en Estados Unidos, que alentó preocupaciones de un exceso en la oferta en el mayor consumidor mundial.
Omair dijo que esperaba un alza en los precios del crudo para fin de año.
"Existen indicios de que a fines del 2015 las tasas de crecimiento económico mejorarán y esto haría que los precios mejoren", dijo.
La OPEP considera que el exceso de suministros, que alcanza 1.50 millones de barriles por día, se evaporará a medida que la demanda de crudo repunta y el crecimiento de la producción en Estados Unidos se desacelera.
No obstante, si los productores de crudo estadounidenses demuestran mayor resistencia ante lo que espera la OPEP, el superávit podría persistir y aumentar si las potencias de Occidente e Irán alcanzan un acuerdo nuclear que le permitiría a Teherán elevar sus exportaciones de crudo.