Por Pablo Wende.
Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street tuvieron ayer un día más tranquilo luego de varias jornadas de euforia. Pero entre los papeles más destacados estuvo YPF, que luego de un arranque de año más flojo va ganando terreno en forma acelerada. La petrolera de mayoría estatal había sido afectada por el derrumbe del crudo, por lo que no pudo acoplarse al rally de los ADR argentinos en Nueva York. Los papeles bancarias, en cambio, cerraron con leves variaciones, pese a las importantes subas de Wall Street tras la reunión de la Fed.
Con la suba de ayer, la acción de YPF cerró en su nivel máximo en lo que va de 2015, al tocar los u$s 28,90, luego de una suba de casi un 3%. Por supuesto que ayer el papel resultó beneficiado por la mejora del precio del petróleo, que después de tocar los mínimos de los últimos seis años subió el 2,8%.
Una de las opciones más comentadas entre inversores es la posibilidad de bajarse del rally de bancos y de otros papeles para pasarse a las que están más retrasadas, como el caso de YPF.
A principios de esta semana, de hecho, Merrill Lynch divulgó un informe en el que establece que el precio objetivo del papel es de u$s 39, lo que representa una suba de casi el 40% en relación con el precio que tenía cuando salió la recomendación. Esa recomendación también ayudó a sostener el precio del papel en las últimas jornadas. Por otra parte, la acción acumula en lo que va del año una suba de apenas el 10%, contra más del 60% de aumento de los bancos. Esto indicaría que aún está lejos de incorporar en su precio la caída del riesgo argentino en su precio, como ya sucedió con la mayoría de los papeles argentinos.
Si bien la caída del petróleo impactó en todas las compañías del sector, en el caso de YPF su balance no se vería tan afectado al menos en el corto plazo. Sucede que los precios internos están más altos que los internacionales, lo cual implica una suerte de subsidio para las compañías del sector. Además, la empresa está importando a u$s 55, mientras vende a un precio interno superior a los u$s 70 en el mercado interno. En ese sentido, a pesar de la caída del crudo casi no bajó los precios en el mercado local y en las últimas semanas incluso aumentó un 1% el valor de los combustibles para no perderle pisada a la suba del dólar en el mercado oficial.
La petrolera de mayoría estatal había sido afectada por el derrumbe del crudo, por lo que no pudo acoplarse al rally de los ADR argentinos en Nueva York. Los papeles bancarias, en cambio, cerraron con leves variaciones, pese a las importantes subas de Wall Street tras la reunión de la Fed.
Con la suba de ayer, la acción de YPF cerró en su nivel máximo en lo que va de 2015, al tocar los u$s 28,90, luego de una suba de casi un 3%. Por supuesto que ayer el papel resultó beneficiado por la mejora del precio del petróleo, que después de tocar los mínimos de los últimos seis años subió el 2,8%.
Una de las opciones más comentadas entre inversores es la posibilidad de bajarse del rally de bancos y de otros papeles para pasarse a las que están más retrasadas, como el caso de YPF.
A principios de esta semana, de hecho, Merrill Lynch divulgó un informe en el que establece que el precio objetivo del papel es de u$s 39, lo que representa una suba de casi el 40% en relación con el precio que tenía cuando salió la recomendación. Esa recomendación también ayudó a sostener el precio del papel en las últimas jornadas. Por otra parte, la acción acumula en lo que va del año una suba de apenas el 10%, contra más del 60% de aumento de los bancos. Esto indicaría que aún está lejos de incorporar en su precio la caída del riesgo argentino en su precio, como ya sucedió con la mayoría de los papeles argentinos.
Si bien la caída del petróleo impactó en todas las compañías del sector, en el caso de YPF su balance no se vería tan afectado al menos en el corto plazo. Sucede que los precios internos están más altos que los internacionales, lo cual implica una suerte de subsidio para las compañías del sector. Además, la empresa está importando a u$s 55, mientras vende a un precio interno superior a los u$s 70 en el mercado interno. En ese sentido, a pesar de la caída del crudo casi no bajó los precios en el mercado local y en las últimas semanas incluso aumentó un 1% el valor de los combustibles para no perderle pisada a la suba del dólar en el mercado oficial.
El director de YPF en representación de Chubut, Jorge Gil, confirmó la decisión de la operadora de aplicar una reducción de tarifas a empresas de servicios regionales del orden del 4 o 5 por ciento. Explicó que el ajuste llega a un 10% en el caso de empresas contratistas de servicios especiales referidos a perforación y rectificación y reparación de pozos.
Gil consideró que “tendrán que ver en qué aspecto la industria en general puede ir mejorando los esquemas de productividad con distintas organizaciones de trabajo y equipamientos. Es un tema que se tendrá que ir analizando y negociando con cada una de las empresas”. Indicó que “esto exige una readecuación porque frente a un fenómeno de crisis cada parte debe revisar cómo puede efectuar aportes para paliarla. Si no el tema se soluciona con la teoría neoliberal de comprar petróleo en el exterior, que es más barato”, expresó. Gil opinó que los combustibles tendrán que seguir subiendo. “Van a tener que aumentar más que el promedio que reajuste los salarios el sector petrolero y tendrán que estar en línea con el reajuste global de los salarios de toda la economía”, resumió.
El directivo de la petrolera estatal mencionó que en el caso de las empresas regionales la reducción de tarifas es “en promedio de entre 3 y 5% por la estructura de costos en la negociación que se efectuó con cada una”.
Consultado sobre de qué manera pueden absorber esa reducción, Gil explicó: “usted puede requerir disminuciones en los precios en los servicios en la medida en que optimice la productividad; tendrán que ver en qué aspecto la industria en general puede ir mejorando los esquemas de productividad con distintas organizaciones de trabajo y equipamientos. Es un tema que se tendrá que ir analizando y negociando con cada una de las empresas”.
Mercado interno
Negó que las otras variables sean una posible reducción de puestos de trabajo o salarios. “Son temas de aprovechamiento de la estructura organizativa, tecnológica, del layout de las empresas, organización del trabajo, requerimientos de los inspectores de las operadoras; esto exige una readecuación porque frente a un fenómeno de crisis cada parte debe revisar cómo puede efectuar aportes para paliarla. Si no el tema se soluciona con la teoría neoliberal de comprar petróleo en el exterior, que es más barato”, expresó.
Consideró que esa teoría sería “peor” porque “la base de la economía productiva del país si se abre totalmente el país a la llegada de producción industrial china o de petróleo barato de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) o de Estados Unidos la estructura industrial del país desaparece en menos de un año. No hay forma de resistir un embate de estas características. Por eso me parece inteligente adoptar estos criterios para articular esfuerzos de todos los actores para elaborar una estrategia que permita mantener un modelo que en el caso argentino sigue dependiendo del mercado interno”, especificó.
Pérdida de rentabilidad
Respecto de los cuestionamientos por parte de analistas, que consideran que se está sosteniendo artificialmente un precio más alto al interior del país en base a incrementos en precios de combustibles, Gil dijo no estar de acuerdo estoy tan de acuerdo con ese enfoque. El subsidio apunta a mantener niveles de ocupación y el efecto natural que va a tener esta situación crítica es una crisis de ganancias. Las operadoras no tendrán los niveles de rentabilidad de los últimos cinco años atrás.
“Esos analistas quizá sean del norte o centro del país que no comprenden la dinámica económica de la Patagonia. Nosotros descansamos exclusivamente en el precio del petróleo; sin la defensa del valor actual del mismo la productividad sería inviable. Incluso el precio sostén esta en algunos casos por debajo del valor de producción”, resumió.
Y añadió: “la posición de los gobernadores, de los sindicatos petroleros, las cámaras contratistas y operadoras coincide en el eje central de tener un modelo nacional que pueda hacer frente a una crisis deflacionaria de precios que es de competitividad geopolítica que se está dando en el mundo capitalista actual”.
“Cuando hay que mantener un nivel de actividad y la estructura de precios de mercado no permite mantenerlo, como es el caso actual, la única alternativa es el subsidio, que el Estado intervenga subsidiando a productores, trabajadores, a empresarios”, enumeró. Esto lo puede hacer distribuyendo el costo del subsidio a través de los productos finales como nafta y gasoil”, puntualizó.
Suba de combustibles
Además, consideró que los combustibles tendrán que seguir subiendo. “Van a tener que aumentar más que el promedio que reajuste los salarios el sector petrolero y tendrán que estar en línea con el reajuste global de los salarios de toda la economía en su conjunto”.
Afirmó que podría tratarse de un aumento de alrededor del 30% de acá a fin de año. “Es una hipótesis personal”, aclaró y mencionó que sería necesario para mantener “la inversión en la cuenca del Golfo o en Vaca Muerta tal como está previsto en la planificación del rol que le cabe al petróleo en la estructura nacional”.