Pertenecer a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (también llamada OCDE u OECD, por sus siglas en inglés) trae beneficios para los países que la integran. Este selecto grupo de países (mayoritariamente desarrollados) se caracteriza por influir en la agenda global. En América Latina, sólo Chile y México son parte de este grupo.
Colombia, inició el proceso unos años antes que el Perú, por lo que su experiencia puede ofrecer una buena guía sobre el camino que deberá recorrer el Perú. Funcionarios de Acceso OECD, institución del gobierno colombiano encargada del proceso de adhesión al grupo, justamente llegaron a Lima para compartir su experiencia. Paula Durán, directora de Acceso OECD, conversó con Semana Económica sobre lo que significa ingresar a este grupo, y los avances de Colombia para unirse.
La OCDE nos permite garantizar que el país se rige bajo ciertos estándares que comparten los países desarrollados. Es como un “sello de garantía”. Es un espacio donde nuestros funcionarios (del gobierno) tienen la oportunidad de interactuar y entender cuáles son los temas que se están discuten en la agenda global e incidir en los mismos.
También es un espacio donde se miran estadísticas, donde podemos compartir experiencias y compararnos con los países para saber cómo estamos avanzando en nuestras políticas públicas.
Creo que es beneficioso por la naturaleza misma de lo que significa la organización. La OCDE no es un espacio donde haya una sola forma de hacer las cosas, sino que lo que busca un intercambio de experiencias y de mejores prácticas.
Cada país tiene su forma única de llevar a cabo sus políticas públicas y de llevar a cabo los servicios que ofrece el estado a sus ciudadanos.Lo que busca la OCDE es compartir esas prácticas; y que uno dentro de su contexto entienda cuáles son aquellas prácticas que efectivamente le sirven y cuáles son las que puede compartir con los demás.
Para Colombia, hay muchas cosas de las que hace el Perú que de por sí ya representan una buena práctica. Seguramente para el Perú ocurrirá lo mismo. Lo mismo ocurre a nivel de estos países desarrollados. Cuando estás en ese espacio de interacción te das cuenta que el país tiene muchas cosas que mostrar y que hemos avanzado mucho. Y tenemos una historia de éxito que contar. Nosotros [Colombia] hemos crecido y hemos logrado mejorar todos nuestros indicadores sociales y económicos a una tasa mucho más grande de lo que lo han hecho los otros países. Para ellos es importante identificar cómo hemos logrado esos cambios.
En el aspecto organizacional, Colombia puede aprender sobre su organización constitucional, liderada por un consejo de ministros.Otro tema que para nosotros ha sido muy enriquecedor es esa visión de largo plazo que tienen ustedes, los peruanos, como gobierno. Ayer, por ejemplo, nos presentaban el plan de modernización que va al 2021 (Perú 2021), que trasciende a los gobiernos. Nosotros, en Colombia, tenemos un plan de gobierno que se hace cada cuatro años y que termina con el gobierno. La OCDE ya nos ha pedido desarrollar una visión de largo plazo, y dentro de ella, enmarcar nuestros planes de gobierno.
En cuanto a lo que ustedes pueden aprender de nosotros, podríamos destacar el tema de la organización frente a la OCDE. Es fundamental que las coordinaciones para entrar en la OCDE se realicen desde un ente del gobierno que tenga la capacidad de influir en ministerios y mover las reformas que hay que hacer. Es muy importante centralizar los procesos. para llegar a la OCDE con un sólo mensaje.
El proceso depende de la dinámica en la que vive el país, no hay una sola forma. Hay un proceso normal de pre-acceso en donde el país está conoce cómo funciona la organización y cómo esta lo puede beneficiar. La OCDE también empieza a conocer al país y a ver si efectivamente puede acceder a la organización. En el caso de Colombia, ese proceso se dio de una manera ‘uno a uno’ mediante comités (en Colombia son 23). En el caso de Perú, se está realizando un “Programa país”, es decir, hay un acuerdo más formal con la OCDE sobre cómo se va formar la etapa de pre-acceso.
Luego de esa etapa, viene una invitación formal del consejo de la OCDE, para que el país inicie el proceso de acceso. Ésta es la etapa en la que está Colombia. No sabemos cuánto puede durar pues no hay sóla forma de hacerlo; depende de cómo el país avanza en las diferentes reformas. Pero durante esta etapa de acceso del país a la OCDE empieza esa interacción con los diferentes comités de la organización y en dónde tenemos que implementar la mayor cantidad de reformas que nos permitan cumplir con los estándares de la organización. Cada uno de esos comités nos evalúa, y da su visto bueno sobre el acceso del país a la OCDE.
Hay que diferenciar la etapa de recomendaciones del memorando inicial. En el primer caso, hay revisiones técnicas que la OCDE realiza por sector. Son documentos técnicos donde la organización señala las buenas prácticas y en qué temas debemos trabajar.
El memorándum inicial es un documento que resume los estándares de la OCDE. Estos sí son requisitos y nosotros debemos cumplir con la mayoría.
En medio de los pasillos de la feria más importante del mundo móvil, el MWC2015 que se realizó a inicios de mes en Barcelona, solo un país latinoamericano gritaba presente a todo pulmón. No solo tenían un stand en una ubicación estratégica - al inicio del pabellón dedicado a las aplicaciones móviles - que fue llamativa hasta para Mark Zuckerberg, sino que regalaban café y cerveza a los curiosos que se acercaban a interactuar con un colombiano, quien desde su ciudad natal, vía teleconferencia de alta calidad, hablaba de las bondades de sus productos.
Estar en una feria internacional como esta implica grandes presupuestos y toda una organización logística dedicada a ello. No había necesidad de dedicar US$100 millones al evento, tal como hicieron marcas chinas como Huawei, pero mínimo bordear losUS$10 millones. Los resultados son altamente retribuidos, porque en Barcelona estaban reunidos todos los actores de la industria y los pasillos estaban llenos de gerentes generales buscando proveedores.
Carlos Rosales, director creativo de Foonkie Monkey, nos reveló que las 14 empresas desarrolladoras de Apps que viajaron a Colombia para ofrecer sus productos en el stand, lo hicieron con apoyo de ProColombia, el equivalente a nuestro Prom-Perú, quienes cubrían una parte de los gastos de viaje y la totalidad del costo del stand.
Rosales estaba feliz, porque luego de cinco años de dedicarse a desarrollar y exportar aplicaciones desde Colombia, ahora tenía la oportunidad de mostrar sus creaciones a cientos de interesados del mundo entero (habían 1.800 compañías de 200 países presentes y 90 mil asistentes) y durante los cuatro días que duró el evento no paró de tener reuniones relevantes, estableció el inicio de al menos una decena de nuevos proyectos y hasta cerraron una negociación con Altas Buscadores, una empresa española de marketing digital.
Además de las empresas presentes en el stand, que incluían proveedores de diversos servicios de desarrollo corporativo y no solo aplicaciones móviles, habían otras siete empresas inscritas en el 4FYN, una plataforma de negocios que se realiza en el mismo MWC2015 con el objetivo que las start-ups para móviles e inversionistas se encuentren y desarrollen nuevas iniciativas emprendedoras.
Llegar al MWC es el resultado de una política estructural dedicada a impulsar la industria del software local como un servicio de exportación, nos explicaron en el stand. Refleja una preocupación y atención por un sector en particular al cual se le están dando no solo beneficios tributarios, sino además un presupuesto para su promoción en eventos como estos.
ESFUERZO SOSTENIDO
Los fabricantes de software de Colombia exportaron en conjunto el año pasado más de US$330 millones, casi diez veces más de lo que exportó el Perú (US$38 millones), y vienen manteniendo un índice de crecimiento superior al 30% anual, cifra también mayor a la peruana y a la media regional (20%). Su expectativa para cierre del 2018 es superar los US$600 millones.
Específicamente en el área de servicios prestados (outsourcing de sistemas informáticos) al extranjero, en Colombia aseguran ser el tercer país en términos de ventas al exterior y son el país con mayor crecimiento en la región. En total, estos servicios se estiman que generen ventas por US$1000 millones sumando tanto las operaciones al interior como al exterior del país.
Para lograrlo, además de diseñar una oficina que impulse la oferta de las soluciones colombianas en el exterior, explicaron que tienen programas que brindan créditos a más de 4.600 jóvenes para cursar especializaciones y postgrados tecnológicos.
A nivel de beneficios, los empresarios del sector se agrupan y trabajan en las zonas francas que existen en la ciudad. Valga la aclaración que dichas zonas libres de tributos se crean por iniciativa privada, ya que son el grupo de empresarios interesados quienes solicitan una inscripción de su ubicación geográfica, la cual es evaluada para ser otorgada. No es como en el Perú que hace falta que vía el Congreso se apruebe una norma al respecto.
En Colombia ya hay 1.800 empresas de tecnologías de la información que desarrollan o prestan servicios de software y su meta para el 2018 es elevar esta cifra a 3.600 empresas. En el Perú tenemos cerca de 300 reconocidas, muchas de las que se crean cada año viven solo dos años porque los desarrolladores descubren que es más rentable ser funcionarios de una empresa extranjera. Acá no hay zonas francas especiales para ellos, solo algunos servicios están considerados dentro de la tabla que está inafecta al IGV (no tienen que pagar este impuesto) y solo un grupo pequeño alcanza a participar de los esfuerzos de promoción que realiza PromPerú.