Por GEORGE PARKER Y GEOFF DYER.

Francia, Alemania e Italia acordaron seguir a Gran Bretaña y sumarse al banco de desarrollo internacional encabezado por China, según funcionarios oficiales europeos. Dicho apoyo es un golpe a los esfuerzos de EE.UU. para mantener a los principales países occidentales fuera de la nueva institución.

La decisión que tomaron los tres gobiernos europeos llega después de que Gran Bretaña anunciara la semana pasada que se unirá al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), un potencial rival del Banco Mundial en Washington.

Australia, una aliado clave de Estados Unidos en la región Asia-Pacífico que había recibido presiones de Washington para mantenerse afuera del banco, también aclaró que ahora está repensando esa postura.

Las decisiones europeas representan un significativo revés para la administración Obama, que asegura que los países occidentales podrán tener más influencia sobre el funcionamiento del banco nuevo si se mantienen unidos por fuera de la institución y exigen mayores estándares crediticios.

El AIIB, que fue inaugurado formalmente por el presidente chino Xi Jinping el año pasado, forma parte del esfuerzo que está haciendo China para crear instituciones financieras y económicas nuevas que le permitan tener mayor influencia internacional. Pasó a ser un tema central en la creciente disputa entre Estados Unidos y China sobre quién definirá las normas económicas y comerciales en Asia en las próximas décadas.

Cuando Gran Bretaña anunció su decisión de entrar en el AIIB la semana pasada, la administración Obama dijo que la misma forma parte de una mayor tendencia hacia el "constante entendimiento" de Londres con Beijing. Los funcionarios británicos se mostraron poco críticos sobre la manera en que China manejó sus manifestaciones prodemocracia en Hong Kong el año pasado.

Gran Bretaña en 2014 trató de ganar "la ventaja" de ser el primero en tomar la iniciativa incorporándose al banco encabezado por China, antes que los otros miembros del G7. El gobierno británico aseguró que debía moverse rápido debido a las inminentes elecciones generales del 7 de mayo. La iniciativa de George Osborne, el canciller de Hacienda británico, recibió elogios desde Beijing.

Gran Bretaña espera posicionarse como destino número uno para la inversión china

En el Tesoro de Estados Unidos señalaron el lunes a la noche que reconocía la necesidad de una mayor inversión en infraestructura en todo el mundo. Sin embargo, afirmó que cualquier institución nueva debería "incorporar los altos estándares que ha construido colectivamente la comunidad internacional", y esos miembros nuevos del AIIB deberían "impulsar la adopción de esos mismos estándares elevados".

En forma privada, los funcionarios de EE.UU y de Australia sugirieron que la decisión británica de romper filas y unirse al banco tiene que ver con consideraciones comerciales y que Londres no ve las implicancias geopolíticas en la región de Asia-Pacífico.