(Por Daniel Bosque*) El mercado de pases en el mundo de los negocios no cierra en fecha fija como en el fútbol, pero el año electoral tiene sus calendarios. Por eso, Juan José Aranguren hizo público lo que ya el mercado descontaba: su migración al otro lado del mostrador, a la política pura y dura, donde seguramente se sentirá más a sus anchas conforme el perfil que fue cultivando en los últimos años.
Se va de Shell y de la industria el más díscolo de los petroleros en la confrontación con el gobierno. Sus pares, que hoy lo aplauden y honran son los mismos que hace una década miraban incrédulos las largas pulseadas con los Kirchner y Guillermo Moreno. En el 13-D del 2006, el veterano ex presidente del IAPG, Eduardo Rocchi, se salió del protocolo y dedicó un brindis a Aranguren por las nuevas multas con que lo castigaba la secretaría de Comercio. Unos cuantos no se animaron a levantar la copa para no enojar al big brother.
Desde entonces a ahora ha pasado un océano. Parece la prehistoria del argentine oil&gas. No había nacido la YPF post Repsol de Miguel Galuccio, el shale de Vaca Muerta era una referencia lejana desconocida por 9,9 de cada 10 argentinos y todavía no había estallado la crisis energética con su secuela de buques metaneros. Daniel Cameron hacía la plancha en una pelopincho de subsidios y precios congelados y todos decían que era más negocio arriesgarse a los avatares de Bolivia que soportar el freezer de precios de la Argentina.
El fin del ciclo K no sólo verá a Aranguren y a otros voceros del cambio proponiendo nuevas cosas para alentar la expectativa de que el 2015 es un tránsito, que lo bueno comienza el 11 de diciembre. También está mostrando al kirchnerismo tardío haciendo gala de una flexibilidad que no disgusta al mundo de los negocios aunque esté llegando en tiempo de descuento. El último ejemplo es el fondo de 25.000 M de pesos para 40.000 productores de la Federación Agraria con que Kicillof quiere romper el frente chacarero.
Con la misma lógica, Axel y sus espadas vienen incentivando con US$ adicionales la producción de hidrocarburos, dentro de lo posible, sabiendo que se juegan una carta brava. El desplome del crudo del 4T 2014 descolocó a todos y Vaca Muerta ha frenado y cómo. No sólo aquí: precisamente Shell reconocía ayer que ha abandonado sus planes de esquisto en Sudáfrica, donde además de precios globales se viene dando un contexto de complicaciones sindicales. Todo un dato para Guillermo Pereyra, Loma Ávila y sus camaradas que brindaron a fin de año por el notable salariazo.
En Neuquén y Añelo ya muchos tomaron posiciones en el febril 2014, pero ahora han decidido esperar antes de sumar decisiones e inversiones. Unos cuantos contratistas redujeron planteles o frenaron incorporaciones. El compre y el empleo local se tornaron caros con el barril a US$ 48. La premisa ahora es bajar costos.
El shale de EE.UU. viene resistiendo el desplome, pero allí ya había un mercado maduro. En la Argentina, que estaba recién anudando inversiones, ha pegado más duro.
Ayer los empresarios, como todos sus connacionales, se cansaron de ver a Ernesto Sanz por la televisión. Los radicales no entusiasman por su falta de gestión, pero confían en el envión de Mauricio Macri. Al massismo y al sciolismo los siguen de cerca , porque uno nunca sabe. ¡Se viene el cambio!, decían ayer eufóricos los mercados after Gualeguaychú mientras subían los bonos un 8% y en las empresas seguían preguntádose qué les esperará el año que viene.
Cuando ya no reine Cristina, quien ya tomó nota de los sofocones de Dilma: triunfo reñido, gobierno débil, ajuste necesario, denuncias de corrupción devorando su imagen. ¿Es más negocio ganar o perder? La gran pregunta divide al FPV, cuya estrategia será decidida, como siempre, en mesa chica.
*Director de EnerNews y Mining Press
director@enernews.com