La economía de Perú se aceleró en enero frente al mes previo por una recuperación del vital sector minero, pero una caída de los sectores vinculados a la demanda interna pondría más presión al Gobierno y al Banco Central para implementar políticas "más agresivas".
La actividad económica creció un 1,68 por ciento interanual en enero, mayor al avance de 0,5 por ciento anotado en diciembre del 2014, pero inferior a la expansión de 4,3 por ciento de enero del año pasado. Analistas habían estimado un crecimiento de 2,1 por ciento interanual en enero.
El dato oficial del estatal Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), coincide con el 1,7 por ciento de expansión para enero que anticipó el viernes el presidente del Banco Central, Julio Velarde, a Reuters.
A nivel desestacionalizado, la economía creció un 0,5 por ciento en enero frente a diciembre, agregó el INEI.
Con el resultado del primer mes del año, la economía del tercer productor mundial de cobre acumuló un crecimiento del 2,15 por ciento en los últimos doce meses a enero, precisó el organismo.
La economía de Perú, también tercer productor mundial de plata y sexto de oro, se ha desacelerado desde hace varios meses debido principalmente a la caída de los precios internacionales de los minerales y a un freno en la inversión local.
"Hay una caída del avance físico de obras en los gobiernos locales y regionales. Ellos acaban de asumir funciones y esto ha hecho que el sector de construcción no tenga el dinamismo esperado", dijo el jefe del INEI, Alejandro Vilchez.
POLÍTICAS MÁS AGRESIVAS
En el avance menor al esperado se refleja el comportamiento de la inversión pública, que según el Banco Central cayó un 25 por ciento en los dos primeros meses del año, dijeron analistas.
La recuperación estaría ahora en las manos del Gobierno que debería elevar el gasto o en el Banco Central que tendría mayor presión para recortar su tasa de interés de referencia.
"El problema es que estamos afrontando un déficit de demanda privada y pública, que no crecen sino que se encogen, mientras que el consumo privado se ha desacelerado", dijo el economista Jorge González a Reuters.
"Es necesario que se pise el acelerador con un mayor gasto público y una política monetaria más agresiva que contemple quizá la baja de la tasa de interés y que el Gobierno haga lo imposible para mejorar las expectativas empresariales", agregó.
El Banco Central mantuvo su tasa de interés en marzo sin cambios debido a una caída de la moneda local, el sol, que se deprecia un 4 por ciento en lo que va del año.
"La economía viene creciendo por debajo del potencial de alrededor de 5 por ciento y esa brecha va a continuar en febrero y marzo ya que no vemos una señal clara de recuperación", dijo el jefe de estudios económicos de Scotiabank Perú, Pablo Nano.
"Hay una brecha entre el PIB real y el PIB potencial que ameritaría una reducción de la tasa de Banco Central", agregó.
En el 2014, la economía local se expandió un 2,35 por ciento, mucho menos de la mitad frente al 2013, a pesar de las medidas de estímulo del Gobierno, que redujo impuestos y alentó la inversión pública en obras de infraestructura.
El INEI indicó también que el sector de minería e hidrocarburos se expandió en enero un 5,6 por ciento, mientras que el del comercio avanzó un 3,56 por ciento.
Sólo el subsector minero -responsable del 60 por ciento de las exportaciones del país- se recuperó en enero en un 5,8 por ciento, destacó el INEI.
Sin embargo, los rubros de la construcción y manufactura -sectores que generan el mayor número de empleos en Perú- cayeron un 2,98 por ciento y 5,54 por ciento, respectivamente.
Asimismo el sector pesquero se contrajo un 23,5 por ciento en enero por una veda de la anchoveta, utilizada para fabricar harina de pescado, del que Perú es el primer productor mundial.
(Reporte de Teresa Céspedes, editado por Marco Aquino/Manuel Farías)
El optimismo empresarial y de los consumidores ha decaído, y no se percibe aún el impacto de las medidas fiscales; por ello, se espera que el sector no primario vuelva a debilitarse en los próximos meses, indicó el BBVA.
La economía peruana creció solo 1.68% en enero, frente a ello, se esperaría que la actividad económica en el primer trimestre se ubique entre 1.5% y 2%, precisó el BBVA Research.
Además, señaló que probablemente revise sus previsiones a la baja para el 2015 (actualmente en 4.8%).
Recordemos que el PIB avanzó en enero 1.7% en términos interanuales, por debajo de lo que se preveía (BBVA: 2,1%; Consenso: 1,8%).
Si bien esta es una mejora en comparación con el promedio de los tres meses anteriores (1%), refleja principalmente una menor contracción del conjunto de actividades primarias -cuyo comportamiento está muy influenciado por elementos del lado de la oferta-, pues el sector no primario, que incluye a las actividades de transformación y servicios, se ralentizó.
Dentro del conjunto de actividades primarias, el INEI destacó sobre todo el mejor desempeño de la minería. Del lado no primario, sin embargo, las actividades de servicios se han desacelerado en más de medio punto porcentual
con respecto al cuarto trimestre de 2014, en tanto que las de transformación como Manufactura y Construcción se contrajeron.
El comportamiento en el sector Servicios se mantiene desde hace nueve meses a pesar de que en enero se contó con una baja base de comparación interanual. En el segundo caso, manufactura y construcción, responde en parte a la débil ejecución del gasto de inversión en los gobiernos subnacionales.
El BBVA Research señaló que los primeros indicadores para febrero y supuestos razonables para las actividades primarias apuntan a que el crecimiento interanual en ese mes no fue muy distinto que el de enero.
En conclusión, si bien la cifra de crecimiento del PIB en enero muestra cierta mejora en comparación con meses previos, ello recoge principalmente el inicio de un desempeño más favorable de los sectores primarios, como se anticipaba, señaló el informe.
En tanto, Minería ha mejorado y Pesca lo hará pronto, incidiendo en el mismo sentido sobre la Manufactura primaria. Por el contrario, el componente más tendencial del producto, recogido en las actividades no primarias, parece volver a debilitarse.
Ello podría intensificarse en los siguientes meses debido a que el optimismo empresarial y de los consumidores ha decaído, a lo que se suma, de un lado, que no se percibe aún el impacto de las medidas fiscales, y de otro, que el Banco Central encuentra dificultades para ampliar el estímulo monetario.
