Por Daniel Tejada
- Si Massa ganara la presidencia, ¿el tema medioambiental tendría rango ministerial?
-Eso obviamente es una decisión que va a adoptar Sergio Massa en el momento que sea presidente. Él me convocó específicamente para eso, con un equipo especializado, muy técnico, con muchísima trayectoria y muchísimo desarrollo intelectual, para generar la instancia institucional más elevada y más responsable del gobierno, que demuestre además un compromiso muy fuerte en términos de medio ambiente. Hoy en la Argentina prácticamente no hay ningún tipo de política pública que tenga que ver con lo ambiental. La Secretaría de Medio Ambiente de Nación está devastada y desmantelada.
- ¿Tiene contactos ambientalistas en San Juan?
-No particularmente, pero nosotros hemos puesto a disposición de todas las organizaciones ambientalistas del país los 10 compromisos ambientales que hemos elaborado como parte de la campaña de Sergio Massa. Eso tiene la intención de generar debate. No es letra muerta ni una postura definitiva sino un intento de discusión, para poder enriquecer la agenda ambiental de los próximos cuatro años.
-En su libro "Los mitos del Medioambiente" usted califica como "mentira" aquello de la "minería sustentable", que en San Juan es eslogan de las mineras... ¿Habría que parar?
-No, nosotros no somos partidarios de prohibir ninguna actividad. Pero sí creemos que hay dos principios rectores que hay que defender a rajatabla. El primero es el derecho de cada comunidad a elaborar su modelo de desarrollo. Esto tiene que ver con aquellas comunidades que quizás no incorporan a la minería dentro de su horizonte, pero también respetar a aquellas que sí lo incorporan. La minería sustentable es una contradicción, porque estamos hablando de un recurso no renovable. Pero sí creemos que tiene que haber minería responsable, con tres aspectos centrales: el respeto por toda la legislación ambiental, no solamente por aquella que determina el organismo de control; el respeto por los derechos de la comunidad; y fundamentalmente generar una minería que deje en el territorio parte de la ganancia que genera.
-¿No es el modelo actual ese?
-Nosotros entendemos que la minería debería generar un aporte muchísimo mayor. Esto es parte del trabajo que estamos haciendo con los equipos técnicos de Sergio Massa vinculados a lo económico. Y creemos que la minería tiene todavía un recorrido muy importante en materia de aquello que reinvierte en el país.
- ¿Qué mirada tiene sobre la ley mendocina 7.722 (prohíbe la minería que se practica en San Juan)?
-Verdaderamente preferiría no opinar sobre una legislación que en definitiva es prerrogativa y derecho de los legisladores de Mendoza. Yo entiendo que se trata no de copiar modelos sino de que cada comunidad se dé a sí misma el modelo de desarrollo que cree más conveniente. Y ese modelo tiene que ser dentro de los parámetros del mayor respeto por la actividad ambiental.
-¿Usted propondría alguna modificación en la ley de presupuestos mínimos en lo ambiental minero?
-Creemos que hay que rediscutir toda la legislación minera. Esto no supone ir en contra de la actividad. Pero sí creemos que hay que modernizar y adecuar la normativa ambiental a los estándares actuales que se aplican en todo el mundo. Y eso no debiera ser para la minería un problema. Al contrario, la minería debería buscar trabajar con los mejores estándares internacionales en materia de medio ambiente. Y entender que eso le generaría una corriente positiva dentro de la sociedad, que lamentablemente todavía no tiene. Nosotros no estamos en contra de nada. Ni a favor de prohibir absolutamente nada.
-Me queda la idea de que presumen que la minería, tal como está hoy, no trabaja bajo los estándares internacionales: ¿Es esa la mirada que tienen ustedes?
-Yo no califico la minería actual porque no soy parte de un gobierno que esté gestionando. Pero quiero decir que si hay espacio para que la minería alcance estándares más elevados, que los controles sean externos a la actividad y externos a quienes brindan los permisos de explotación, si eso ocurre, la minería tendrá mayor licencia social. Lo que no podemos es entrar en una lógica de que quien pretenda mejorar los estándares ambientales, luego sea acusado de estar en contra de esa actividad o de pretender volver a las cavernas. El medio ambiente hoy no es un obstáculo para el desarrollo, al contrario.
- ¿Cuál es su posición acerca de las represas hidroeléctricas?
-La Argentina está en una posición ideal para poder rediscutir cuál es su matriz energética. Tenemos que liderar y estimular a que ese debate se haga. Argentina tiene menos del 1% de su matriz energética provista por energías alternativas: solar, eólica, biomasa. Y esto es un lujo que no nos podemos dar. No podemos seguir mirando la matriz energética con criterios del pasado en donde las grandes obras de infraestructura eran la gran solución y parecía que no tenían impactos. Hay que revisar todos los proyectos de energía hidroeléctrica y todos los de energía producida a partir de hidrocarburos.
- ¿Y respecto de obras de infraestructura como el túnel de Agua Negra?
-Las obras de infraestructura no son necesariamente un problema en términos ambientales. Entendemos que estamos en un mundo en el que necesitamos inversión y obras de infraestructura. El asunto es no solamente cuál es el impacto puntual que esas obras de infraestructura tienen sino cuál es el escenario ambiental que establecen. Probablemente haya obras muy necesarias y quizás haya otras que haya que reemplazar con tecnologías blandas. El punto es no ser dogmáticos ni hacia un lado ni hacia el otro. Hay que analizar caso por caso. Estos recaudos no han sido tomados a lo largo de los últimos 30 años.
- ¿Está de moda ser ecologista? ¿Es cool?
-No, yo no creo que sea cool. Creo que es reflejo de una preocupación que tiene la sociedad. Según una encuesta del año pasado de la Fundación Vida Silvestre, el 40% de la gente dice mirar las plataformas ambientales de los candidatos. Quiere decir que hay mucha preocupación al respecto. Porque además 8 de cada 10 personas consultadas se manifestaron muy preocupadas por el estado del ambiente. No es un problema de moda o un problema de posición frente a la vida. Es cuál es el compromiso político que se adopta.