El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) bajó un 2,3% y terminó en u$s47,05 el barril, afectado por nuevos datos que indican un incremento en el almacenaje de crudo en un importante punto de distribución en los Estados Unidos.
Al cierre de la sesión de operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos futuros del WTI para entrega en abril bajaron 1,12 dólares respecto al cierre de la sesión anterior y alcanzaron el precio más bajo en mes y medio.
Los analistas del mercado atribuyeron el descenso a datos que hablan de un incremento de cerca de 2 millones de barriles en las reservas de la terminal de Cushing (Oklahoma), el punto de distribución más importante de Estados Unidos.
Ese dato se suma al anuncio de que las reservas de petróleo de Estados Unidos crecieron en 4,5 millones de barriles la semana pasada.
Distinto fue lo que ocurrió con el barril de crudo Brent, que en los contratos para entregar en abril cerró en el mercado de futuros de Londres en u$s57,08, un 1% más que al cierre de la sesión anterior.
El crudo del Mar del Norte, de referencia en Europa, terminó la sesión en International Exchange Futures con un aumento de 54 centavos de dólar respecto a la última negociación, cuando finalizó en 56,54 dólares.
El mercado reflejó asimismo la perspectiva de que China, el segundo mayor consumidor de petróleo mundial, liberalice en 2015 sus tipos de interés.
Por Rodrigo Villamizar*.
Es solamente cuestión de tiempo para que Estados Unidos reduzca su dependencia del petróleo extranjero a menos del 25 por ciento (frente al 61 por ciento en el 2006).
La mayoría de la gente piensa que una verdadera guerra de petróleo se realiza con tanques M1A1 Abrams, barriendo fuego a través del desierto. Pero las guerras reales de la energía se libran en diferentes frentes. Una de ellas es la que ya tiene lugar dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep). Otra, no menos encarnizada, se lleva a cabo entre Arabia Saudí y Estados Unidos.
Por una parte, el cártel petrolero se ha dividido por la mitad sobre las decisiones de oferta. Y eso ha creado una grieta estructural en la cubierta exterior de acero del cartel. Más que la caracterización de sus miembros en ‘halcones’ como Irán y Venezuela, por un lado, y ‘palomas’, por otro, liderados por Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos, lo que observamos es la transición de un cártel a una asociación de compadres o simple club de productores.
La producción de la Opep hoy es de 30,4 millones de barriles por día. Entre julio del 2014 y julio de 2015, los ingresos netos de la Opep de exportación de petróleo crudo superaron 1.400 millones de dólares. Para el mismo periodo, los menores precios del petróleo empujarán hacia abajo este valor de las exportaciones de crudo de la Opep a alrededor de 900 mil millones de dólares; una caída de alrededor de 500 mil millones de dólares.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) piensa que la Opep no reducirá la producción como parte de su predicción de guerra de precios con Occidente. Por lo tanto, dos cosas amenazan y están causando la crisis de la Opep: que a países como Arabia Saudí les resulte más benéfico actuar por fuera que por dentro del cartel y que su mayor competidor sea –ahora– su mejor aliado: Estados Unidos. El Ministro de Petróleo de Arabia no estaba bromeando cuando dijo que el auge de shale gas (gas de esquisto) es una grave amenaza para la economía saudí.
Las empresas estadounidenses están extrayendo alrededor de 8,5 millones de barriles de petróleo por día y se prevé que aumentara a 9,5 millones de barriles el próximo año (según el último informe de Energy Outlook de la Energy Information Agency de Estados Unidos).
Es solamente cuestión de tiempo para que Estados Unidos reduzca su dependencia del petróleo extranjero a menos del 25 por ciento (frente al 61 por ciento del 2006).
En el sector de la energía, las importaciones netas ya solo representan alrededor del 10 por ciento del consumo total de energía de Estados Unidos (Como se puede observar en el gráfico).
Por el lado de la demanda, la EIA pronostica que el consumo total declinó en el 2014 y que aumentará en menos del 1 por ciento en el 2015. Como era de esperar, esto pone una presión a la baja sobre los precios del WTI, que se cotiza actualmente en un promedio de 54,58 dólares por barril. A todo este fenómeno se refería, recientemente, el presidente de ExxonMobil cuando dijo que Estados Unidos estaba en un “momento de transformación en la historia de la energía”.
Como siempre, hay inconvenientes que acompañan las buenas noticias. Cualquier caída sostenida de los precios dará lugar a una considerable desaceleración de la actividad por parte de los perforadores de shale gas en Estados Unidos.
De hecho, los analistas del Banco Deutsch aseguran que si la Opep no logra reducir la producción (y continúa su guerra de precios contra Occidente), alrededor del 9 por ciento de la producción de petróleo de Estados Unidos se detendría por no económica. Si los precios caen por debajo de 30 dólares, esa cantidad se podría elevar a 40 por ciento. Como en cualquier duelo de Texas, bajo el sol del mediodía, todo se reducirá entre Estados Unidos y Arabia Saudí, en quién parpadee primero.
* Profesor, University of San Diego y de IEB/Complutense/LSE de Madrid
El precio de la cesta de referencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cerró el miércoles en 52,25 dólares, lo que representó una caída de 0,78 dólares con respecto al cierre previo de 53,03 dólares, de acuerdo con cifras de la Secretaría del grupo, divulgadas en su portal web.
El bloque petrolero, de que Venezuela es miembro fundador, está integrado por 12 países que extraen cerca de 30 % del petróleo del mundo y han acordado un techo de producción de 30 millones de barriles diarios.
La cesta OPEP incluye 12 tipos de crudo: el argelino Saharan Blend, el iraní Iran Heavy, el iraquí Basrah Light, el Kuwait Export, el libio Es Sider, el nigeriano Bonny Light, el Catar Marine, el saudita Arab Light, el venezolano Merey, el angoleño Girassol, el ecuatoriano Oriente y el Murban, de Emiratos Árabes Unidos.