Por Rafael Mathus Ruiz.
Una nueva orden con la firma del juez Thomas Griesa le asestó un nuevo y duro revés a la Argentina. El magistrado le prohibió al Citibank realizar los pagos de los bonos en dólares emitidos bajo ley argentina durante los canjes 2005 y 2010.
La decisión, ya apelada anoche por el banco que tiene a su cargo los pagos de la deuda argentina, fue celebrada por los fondos buitre que litigan contra el país.
Es porque confirmó, por ahora, que el "default selectivo" nacido en julio último abarca a todos los papeles colocados en moneda extranjera, más allá de la jurisdicción de emisión, cuando la apuesta era que quede reducido a los vendidos bajo jurisdicción neoyorquina.
De allí que el Citi haya reclamado anoche también una cautelar que suspenda los efectos del fallo, para evitar sumar complicaciones al momento de pagar el próximo servicio del bono Par, a fines de este mes.
Además, la sentencia de ayer seguramente obligará al Gobierno a revisar la estrategia que se había planteado para volver a los mercados. Se quería aprovechar el renovado apetito por los activos argentinos, que surge de la apuesta al próximo recambio presidencial, como venía pregonando el presidente del Banco Central (BCRA), Alejandro Vanoli, en un intento de lograr aportes reales (y no sólo contables) a las reservas.
Griesa no sólo rechazó el pedido del Citi, respaldado por la Argentina. En una opinión de 14 páginas, reforzó el mandato judicial que le impide al país concretar algunos pagos de la deuda a menos que cancele la sentencia a favor de los demandantes liderados por el fondo buitre NML, con un lenguaje que, aquí, fue leído como una señal de que no habrá alivio alguno para los papeles en moneda extranjera de los canjes.
"Lo que hizo fue ampliar el default a los bonos argentinos que se paguen en el exterior", tradujo el abogado socio del Estudio Garrido, Eugenio Bruno, al explicar los alcances del fallo. "Es una decisión apelable [como ya lo hizo el Citi], pero parece difícil que sea revertida", insistió.
SUS FUNDAMENTOS
El juez rechazó todos los argumentos del Citi y de la Argentina.
Dijo que la mayoría de los bonos "argentinos" en dólares son deuda externa y no doméstica; que esos títulos fueron ofrecidos en otros países del mundo, como argumentaron los fondos buitre en la última audiencia, y no "exclusivamente" en la Argentina, y que el Citi no es un mero custodio, sino un participante en la cadena de pagos porque "asiste a la República en el cumplimiento de sus obligaciones".
"Si decidiera lo contrario, este tribunal tendría que adoptar una lectura técnica y extremadamente estrecha del término «participantes», una que contradice el claro lenguaje del mandato judicial y la intención de este tribunal al modelar ese mandato", dice la orden que firmó.
La noticia del fallo hizo caer algo más del 3% promedio los bonos en dólares surgidos de los canjes (Par y Discount) emitidos bajo ley argentina. Incluso volteó el impulso alcista que tenía la bolsa porteña, que subía más de 2% y terminó 0,3% abajo.
"La opinión sugiere que el tribunal podría estar dispuesto a ampliar el mandato para cubrir casi cualquier deuda en moneda extranjera, incluso deuda nueva pagadera en la Argentina", interpretó a LA NACION Mark Weidemaier, abogado y profesor de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, lo que explica la reacción en el mercado.
Esa lectura vale, sobre todo, para los bonos bajo legislación inglesa, cuyos pagos intenta liberar un grupo de bonistas europeos. "La retórica del juez se endureció y eso disminuye la probabilidad de que los bonos ingleses queden afuera", apuntó el estratega de emergentes del banco de inversión UBS, Alejo Czerwonko.
El juez no se conmovió ante el argumento del Citi de que sería castigado por la Argentina si no transfiere los fondos a los bonistas. Eso, sostuvo, se debe a que "la República se ha negado a observar" sus sentencias.
Con su decisión, Griesa cerró una discusión que se había abierto en 2013, cuando el Citi comenzó a buscar una aclaración definitiva sobre el alcance del mandato judicial de 2012.
Quienes recibieron con beneplácito la decisión del juez fueron los fondos buitre, en particular por la interpretación amplia que Griesa ensayó respecto de quién es un "participante" en los canales de pago de la Argentina. "El fallo deja en claro que cualquier tercero que intente ayudar a la Argentina en el proceso de pago se encuentra en violación del mandato del tribunal", señaló un vocero de NML, el fondo que lidera la ofensiva judicial contra la Argentina.
DESDE ECONOMÍA MIRAN AL BANCO
"El Gobierno espera que el Citibank cumpla con la ley argentina y realice el pago de los bonos", se limitó a decir a LA NACION una fuente del Ministerio de Economía, pocas horas después de conocido el fallo de Griesa. En esa dependencia aún esperaban la reacción del Citibank, que anoche mismo anunció desde Nueva York que "tomará todas las medidas legales a su alcance para cumplir tanto con dicha decisión como con la legislación argentina". Aludían de ese modo a la apelación ya presentada acompañada de una solicitud para que se suspenda su aplicación mientras se resuelve dicha apelación, tras el fallo de Griesa.
Por ESTEBAN RAFELE.
El juez de distrito de Nueva York Thomas Griesa impidió al banco Citibank pagar vencimientos de deuda argentina correspondientes a los bonos emitidos en dólares bajo ley local que formaron parte de los canjes 2005 y 2010.
El magistrado había permitido por única vez realizar esos pagos en tres ocasiones, a diferencia del resto de los bonos que obligó a defaultear en julio. Pero ahora rebatió cada uno de los argumentos de la entidad financiera y le exigió no colaborar con el país en esas operaciones.
El Citibank afirmó anoche que apelará la orden de Griesa y solicitó al magistrado una medida cautelar o stay que le permita transferir a sus clientes los pagos del próximo 31, correspondientes al bono Par en dólares. El Gobierno argentino avisó que depositará los vencimientos como lo viene haciendo. Es un problema de ellos (el Citi), porque de no pagar incumplen las leyes argentinas, indicaron en el Ministerio de Economía.
Seis días después de la audiencia con las partes, Griesa rechazó por escrito cada uno de los tres argumentos principales del Citibank, validados por los abogados defensores de Argentina: Que los bonos en divisa de ley local no son deuda externa sino deuda interna en moneda extranjera y que, por lo tanto, deben ser exceptuados de la orden que impide pagar vencimientos; que el Citibank no es un participante en la cadena de pagos y que, por eso, no violaría la orden que impide colaborar con el país; y que, de no pagar, el banco se expondría a sanciones en Buenos Aires.
La orden original, dijo el juez, habla de Exchange bonds o bonos del canje y no de deuda externa, e impide pagarlos si no van acompañados por un pago proporcional a los litigantes NML Capital, Aurelius y compañía. Ese pago proporcional, para el juez, es el 100% de la sentencia, de u$s 1.330 millones más intereses (u$s 1.700 millones). Sobre el rol de participante del Citi, eligió una definición amplia: Refiere a aquellas personas y entidades que actúan en concierto activo o participación con la República, para asistir a la República a completar los pagos. Y consideró que Citibank está asistiendo a la República a completar el pago de sus obligaciones en los bonos del canje.
Por último, sobre las sanciones que puede recibir Citibank Argentina por incumplir normas locales, sostuvo que la entidad financiera está en la incómoda situación de incumplir con la ley de Estados Unidos o con la argentina sólo porque la República ha rechazado cumplir los juicios de esta Corte, a cuya jurisdicción ha adherido.
Griesa no trabó solo los bonos del canje. Como indicó el Citi en su presentación, el 72% de los papeles por u$s 8.400 millones emitidos bajo ley local (Discount y Par) corresponden a otras operaciones, como el pago a Repsol por la estatización de YPF.
Cautelar y después
Fuentes del Palacio de Hacienda ya sentaron posición: Argentina depositará como siempre los vencimientos de los bonos Par en dólares de ley local y será responsabilidad del Citi que esos fondos lleguen a destino.
El Citi, en tanto, apelará y pidió una cautelar para pagar. Citibank, N.A. casa matriz tomará todas las medidas legales a su alcance para cumplir tanto con dicha decisión (de Griesa) como con la legislación argentina, indicó la entidad en un comunicado. En tal sentido, Citibank,N.A. casa matriz apelará la decisión del tribunal y ha solicitado la suspensión (stay) de la orden, continuó.
Un vocero de NML Capital, el fondo de Paul Singer, celebró el fallo y lo proyectó hacia lo que viene. La corte dejó en claro que cualquier tercera parte que ayude a la Argentina en el proceso de pagos violará la orden de esta Corte, dijo, en momentos en que el país sondea con bancos internacionales la colocación de nueva deuda. Argentina debería terminar con su desafío a las cortes y negociar una resolución a la disputa, agregó.
Para Marcelo Etchebarne, abogado del estudio Cabanellas, Etchebarne Kelly, ni Argentina ni Citi pudieron demostrar que fue un bono ofrecido al mercado local. Ese es el tema determinante. En su opinión, la apelación del Citi podría ser rechazada. La cámara ya resolvió que este aspecto es de competencia exclusiva del juez Griesa, afirmó. En ocasiones anteriores, la República Argentina (no los agentes de pago) había conseguido cautelares para pagar hasta que las instancias superiores resolvieran apelaciones.
La decisión del juez no cambia nuestras recomendaciones, indicó la consultora Elypsis, de Eduardo Levy Yeyati. Esta predecible diferenciación de los títulos sólo corrobora que, hasta que no se inicien las negociaciones, la plaza NY está cerrada, agregó.
Por Verónica Dalto.
El fallo de ayer del juez Thomas Griesa, que impide al Citibank pagar los bonos del canje bajo ley argentina en dólares por considerarlos deuda externa, dificulta los planes del gobierno para colocar deuda nueva en el exterior. El juez, al incluir los bonos bajo ley argentina emitidos en el extranjero dentro de la cláusula pari passu, dejó el dinero de una nueva colocación pasible de embargo. Y ratificó que todos los participantes en los pagos con negocios en EE.UU. que ayuden a Argentina quedan incluídos en su fallo, lo que hace imposible pagar los vencimientos.
Esta decisión arrincona al país a colocar un bono en dólares ley argentina en el mercado local. Pero los inversores locales no tienen espalda para comprar los montos que necesita el gobierno. Y para sumar a los extranjeros, él país tendría que pagar una mayor tasa de interés para compensar los riesgos de los compradores, porque el dinero podría ser objeto de embargos por parte de los holdouts.
Aunque el país lograra colocar la deuda, los pagos de intereses estarían comprometidos, por la orden explícita de Griesa de que los intermediarios no pueden ayudar a Argentina. A pesar del nuevo convenio entre Caja de Valores y Euroclear, sería esta entidad quien transfiera el dinero a los depositantes, y ella es una de las entidades nombradas en el primer fallo, por el cual no pueden participar.
Las intenciones del magistrado podrían incluso dificultar un pago o eventual canje del Boden 15, que vence en octubre. Un interesado podría presentarse ante la corte de Griesa y consultar si esos bonos quedan incluídos en el fallo y, eventualmente, inhabilitar a los intermediarios a ayudar a Argentina a realizar ambas operaciones.
Hace un par de semanas, JP Morgan y Deutsche Bank habían sondeado a inversores para comprar un Bonar 24 por unos u$s 2.000 millones. Griesa reaccionó solicitando a ambos bancos información sobre la operación y la frenó. La decisión de ayer puso al Citi en el mismo plano de igualdad que esas entidades -descartó que sea representante de los inversores- y cerró más los caminos a una emisión. Argentina necesita dólares financieros por ser su única entrada de divisas en un año en que los ingresos por el comercio exterior se reducirán.
"Griesa está cansado de Argentina. La tendencia es que si Argentina intenta colocar un bono, Griesa lo baja de un hondazo", dijo Guillermo Nielsen, quien participó del primer canje. "La decisión pone un límite infranqueable a nuevas emisiones", consideró.
El abogado Eugenio Bruno, del estudio Garrido, concidió: "El fallo hace casi imposible la emisión de deuda en los mercados internacionales porque cualquier bono bajo ley argentina que se emita en el exterior, aunque sea plata nueva, sería deuda externa. Sería un nuevo bono alcanzado por la cláusula pari passu. En el mercado internacional o vía inversores internacionales que utilicen participantes o agentes custodios internacionales, no se podrá emitir. Hay riesgo de embargo".
Marcelo Etchevarne, del estudio Cabanellas, Etchebarne, Kelly & DellOro Maini, coincidió: "La colocación de bonos no está prohibida por el fallo de Griesa. Por el discovery, el intermediario que tenga dinero de Argentina antes de que compre el bono, por ser un activo de Argentina, comercial y en EE.UU., podría tener un embargo antes de que llegue a la Argentina".
Sin embargo, el abogado explicó que "existen tecnologías jurídicas que permitirían hacer la colocación. El problema es que su complejidad haría que sólo pueda estar destinado a un universo muy reducido de inversores, porque no va a poder ofrecerse a ningún inversor del exterior, y la profundidad local es chica". Si un inversor de afuera decidiera participar, el país tendría que pagar una tasa mayor para compensar los riesgos. "Acabaron las chances serias de colocar deuda en dólares por montos relevantes, tipo Bonar 24, en condiciones óptimas de mercado a inversores externos", agregó.
Según explicó Alejo Costa, estratega de Puente, el gobierno podría emitir bajo ley argentina a través de un intermediario local. "Sin embargo, la liquidez en dólares es reducida. Por lo que se tendría que hacer gradualmente a lo largo del tiempo, de forma tal que las institucionales locales puedan vender los bonos gradualmente al exterior. Para una emisión de u$s 2.000 millones en un período corto, se tendrían que hacer varias emisiones por montos de alrededor de u$s 200 millones. Venezuela utilizó ese recurso".
Aunque el país lograra colocar, le sería imposible pagar. En adelante, Euroclear utilizará como depositante a la Caja de Valores, en vez del Citi, para los pagos bajo ley argentina. Pero se concide en que esa entidad no se atreverá a evadir las órdenes del juez. "Euroclear no va a mover un dedo sin la autorización de Griesa", dijo Nielsen.
Etchevarne se adelantó: "Si Euroclear cambiara los mecanismos de pago de Citi a favor de una entidad local, es posible que haya una acción por desacato si los demandantes consideran que se violó la orden de Griesa que prohíbe alterar los mecanismos de pago". El abogado también consideró que un interesado podría bloquear las cancelaciones del Boden 15: "Posiblemente, NML vaya a atacar a los Boden 15, Bonar X, etc. Pero eso afecta a los tenedores y no a Argentina".
*Con la colaboración de María Elena Candia