"La industria acordó una importación de 950.000 barriles de petróleo de origen nigeriano. La compra la hará Enarsa para abastecer a las refinadoras de YPF, Axion, Oil, Shell y Petrobras, ante la menor producción de crudo local, sostuvo ayer el presidente de Shell, Juan José Aranguren. "Enarsa luego venderá el crudo a las petroleras, en función de la cuota a la que se han comprometido, según un acta acuerdo, con el fin de mantener el nivel de producción y perforación", explicó el ejecutivo. La operación contempla precisamente respetar el precio del crudo de la cuenca neuquina de u$s 77. De modo que Enarsa pagará el barril nigeriano al precio internacional de unos u$s 60 y se los venderá a las refinerías locales a u$s 77. "En realidad le pagaremos u$s 75, se contempla un dólar para absorber el prepago (el costo financiero al concretarse el pago 5 días antes que llegue el barco) y otro dólar para cubrir el costo de traslado ya que Enarsa entrega el crudo en zona de alije en altamar", agregó Aranguren.
Si bien aún no comenzó la paritaria del sector, pero como señaló ayer el titular del Shell ya hay algunas conversaciones provincia por provincia, el objetivo de estas importaciones de crudo de acuerdo con los términos pactados es prioritariamente sostener la producción local (sobre todo de la cuenca neuquina que es el crudo de mejor calidad) y la actividad de perforación. En relación con esto, Aranguren reconoció que sin este acuerdo habría una crisis social en el sector dado que en la actualidad hay 129 equipos de perforación trabajando y cada uno emplea directa e indirectamente entre 80 y 100 personas. Claro que esta situación constituye también un dique de contención frente a las aspiraciones salariales de los sindicatos a la hora de negociar la paritaria.
A continuación, otras declaraciones claves del presidente de Shell -que cumplió el domingo 12 años en la presidencia y 36 en la compañía- durante una rueda de prensa tras haber inaugurado la 613ª estación de servicio en el Tigre.
• El mercado de los combustibles está levemente estancado, como la economía. Casi en la misma situación que en 2014. Por lo visto en el primer bimestre, las ventas de gasoil cayeron un 3% y casi el 1% las de naftas.
• El ajuste en los precios de los combustibles está en línea con la evolución del tipo de cambio oficial. El barril está pactado en el mercado local en dólares (hoy está por encima del precio internacional) y al pagarse en pesos, con cada devaluación se traslada a los costos y por ende a los precios del surtidor. Ahora los consumidores subsidian a las petroleras.
• El 80% de los costos de Shell está en dólares. El tipo de cambio se va atrasar lo que resta presión sobre los costos. Igual no conviene aumentar los combustibles de golpe, es mejor gradualmente. Nadie lo dice, pero el petróleo está dolarizado desde enero de 1991.
• El sector requiere un nivel de inversión anual de u$s 25.000 a 30.000 millones para tener seguridad energética, no soberanía, es decir, tener el acceso a energía sostenible. Necesitamos recuperar la confianza y las reglas de juego para recuperar las inversiones.
• Soy muy optimista, gane quien gane el 10 de diciembre vamos a mejorar y siempre es mejor volver a vincularse con el resto del mundo bajo un escenario de precios bajos. El sector petrolero tiene una gran oportunidad con los recursos naturales disponibles, hasta se podría pensar en una nueva refinería.
La petrolera estatal Enarsa compró 950.000 barriles de petróleo nigeriano para abastecer a refinadoras ante la menor producción de crudo del país, dijo este miércoles el presidente de la filial local de Shell, Juan José Aranguren.
Los embarques ordenados por Enarsa serán luego adquiridos por Shell, Axion, Oil,Petrobras y la estatal YPF, que no cuentan con suministros locales suficientes de crudo para refinar, pese a los esfuerzos del gobierno para revertir el costoso déficit energético del país.
Será la segunda importación de crudo en 10 meses (la anterior fue en mayo de 2014), todo un récord para la Argentina, que estuvo más de dos décadas sin necesidad de comprar petróleo en el exterior.
Eso se debió, en parte, al fuerte aumento que registró la producción en los años 90 (en 1998 el país llegó al récord de extracción, pero luego comenzó a caer de manera ininterrumpida).
"La industria se puso de acuerdo en importar un cargamento grande, en este caso de 950.000 barriles (...) y distribuir esos 950.000 barriles conforme a una proporción de lo que puede absorber cada una de las refinerías", dijo Aranguren en una reunión con periodistas en Buenos Aires.
La producción de petróleo de Argentina cayó 1,4% en 2014 y extendió su baja en el primer mes del año, cuando mostró un declive de 1,1% respecto al mismo mes del año pasado.
Enarsa pagará entre u$s61 y u$s62 por barril y lo venderá a las refinadoras a u$s75, agregó Aranguren. El gobierno mantiene desvinculado el precio local del barril del internacional para evitar que los vaivenes de los valores globales afecten al mercado doméstico.
El gobierno busca desarrollar la formación Vaca Muerta, que podría albergar una de lasmayores reservas de hidrocarburos no convencionales del mundo, para poder revertir el millonario déficit energético del país austral.
Shell es una de las empresas internacionales que tienen operaciones en la promisoriaformación, que abarca 30.000 kilómetros cuadrados en la provincia patagónica de Neuquén.
En diciembre, Shell anunció que invertirá u$s250 millones para explotar dos yacimientosde 325 kilómetros cuadrados en esa área.
"La idea es continuar con la tarea exploratoria para poder definir dentro de tres años unplan de desarrollo para la explotación masiva, si es que se confirman los datos que estamos obteniendo", dijo el ejecutivo.
Argentina necesita generar un clima de confianza y de reglas de juego estables paraatraer entre u$s25.000 millones y u$s35.000 millones por año para contar con disponibilidad y acceso a sus propios recursos naturales, agregó Aranguren.
"Es una cuestión de constancia en las políticas públicas, en políticas energéticas, que sean sostenibles en el tiempo, que haya reglas de juego claras", dijo el ejecutivo de Shell.
La petrolera estatal argentina Enarsa compró 950,000 barriles de petróleo nigeriano para abastecer a refinadoras locales ante la menor producción de crudo, dijo el miércoles el presidente de la filial Argentina de Shell, Juan José Aranguren.
"La industria se puso de acuerdo en importar un cargamento grande, en este caso de 950,000 barriles (...) y distribuir esos 950,000 barriles conforme a una proporción de lo que puede absorber cada una de las refinerías", dijo Aranguren en una reunión con periodistas en Buenos Aires.
Shell, Axion, Oil, Petrobras y la petrolera bajo control estatal YPF firmaron el acuerdo en el que se comprometen a comprar una cuota de esa embarque, agregó el ejecutivo.
"La industria se puso de acuerdo en importar un cargamento grande, en este caso de 950,000 barriles (...) y distribuir esos 950,000 barriles conforme a una proporción de lo que puede absorber cada una de las refinerías", dijo Aranguren en una reunión con periodistas en Buenos Aires.
La producción de petróleo de Agentina cayó 1.4% en el 2014 y extendió su baja en el primer mes del año, cuando mostró un declive de 1.1% respecto al mismo mes del año pasado.
Enarsa pagará entre 61 y 62 dólares por barril y lo venderá a las refinadoras a 75 dólares, agregó Aranguren. El Gobierno mantiene desvinculado el precio local del barril del internacional para evitar que los vaivenes de los valores globales afecten al mercado doméstico.
El Gobierno de la presidenta Cristina Fernández busca desarrollar la formación Vaca Muerta, que podría albergar una de las mayores reservas de hidrocarburos no convencionales del mundo, para poder revertir el millonario déficit energético del país austral.
Shell es una de las empresas internacionales que tienen operaciones en la promisoria formación, que abarca 30,000 kilómetros cuadrados en la provincia patagónica de Neuquén.
En diciembre, Shell anunció que invertirá 250 millones de dólares para explotar dos yacimientos de 325 kilómetros cuadrados en esa área.
"La idea es continuar con la tarea exploratoria para poder definir dentro de tres años un plan de desarrollo para la explotación masiva, si es que se confirman los datos que estamos obteniendo", dijo el ejecutivo.
Argentina necesita generar un clima de confianza y de reglas de juego estables para atraer entre 25,000 millones y 35,000 millones de dólares por año para contar con disponibilidad y acceso a sus propios recursos naturales, agregó Aranguren.
"Es una cuestión de constancia en las políticas públicas, en políticas energéticas, que sean sostenibles en el tiempo, que haya reglas de juego claras", dijo el ejecutivo de Shell.
