El año pasado, Endesa Chile cuantificó las pérdidas vinculadas al cierre de Bocamina II en entre US$600 mil y US$1 millón diarios.
Un año más tarde el panorama parece cambiar para la empresa controlada por la italiana Enel, esto gracias al espaldarazo que le acaba de entregar el Gobierno a través del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) a su proyecto “Optimización Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad”, el cual se encuentra en plena tramitación ambiental y busca blindar la expansión de la termoeléctrica con un proyecto mejorado.
De acuerdo al Informe Consolidado de Evaluación (ICE), evacuado el viernes pasado, el Ejecutivo recomienda a todos los servicios públicos que inciden en la entrega del permiso ambiental, entregar su visto bueno y dar vía libre a la iniciativa (que considera una inversión de US$184 millones) que se someterá a votación el próximo 16 de marzo en la Intendencia de la Región del Bío Bío.
“El proyecto cumple con la normativa vigente de carácter ambiental aplicable a éste. Lo anterior en base a lo informado por los organismos del Estado con competencia ambiental que participaron en el proyecto”, apunta el SEA.
Adicionalmente fundamenta su recomendación de aprobar, estableciendo que el proyecto cumple todos los requisitos del artículo 11 del la ley del Medio Ambiente, es decir, no genera riesgo para la salud de la población, debido a la cantidad y calidad de afluentes, no genera efectos adversos significativos sobre la cantidad y calidad de los recursos naturales incluidos el suelo, agua y aire, entre otros elementos.
Compromisos de la empresa
Pero la recomendación de aprobación del Gobierno al proyecto de optimización de Bocamina II está sujeto a una serie de compromisos de la empresa. Por ejemplo, Endesa desistirá de captar un caudal adicional de agua de 5. 000 m3 /h de refrigeración, manteniéndose en 45 mil m3 /h, y además implementará una serie de medidas de manejo ambiental .
Asimismo, “la compañía deberá instalar filtros de tecnología avanzada en la succión de agua de refrigeración”, con el fin de minimizar el ingreso de biomasa a la central. También se techarán las canchas de carbón con una estructura geodésica similar a la que se proyectaba para el proyecto termoeléctrico Punta Alcalde, el cual fue congelado por Endesa en enero pasado.
“Asimismo, Endesa Chile se ha comprometido a que, en el intertanto no esté operativo el sistema de techado de las canchas de carbón, su capacidad de acopio se restringirá hasta un máximo de 175 mil toneladas”, explicita el documento del SEA.
Fallo anterior
El espaldarazo del Gobierno se une al entregado por la Corte Suprema el pasado 6 de noviembre, cuando hizo cesar la orden de no innovar presentada en contra de la operación de la central, abriendo el camino para que vuelva a funcionar en el más breve plazo.
En esa instancia, la Tercera Sala estableció como condicionante a que Endesa Chile deberá ofrecer planes para dar garantías ambientales vinculadas al desulfurizador de Bocamina I y a la succión de agua de mar.
Se estima que el complejo Bocamina opere nuevamente en su totalidad a mediados de este año.