Julio es el mes clave para Lundin Mining, la minera con sede en Vancouver que sorpresivamente adquirió los activos de Candelaria, yacimiento cuprífero ubicado en la región de Atacama.
Ese mes, la empresa dará a conocer su plan estratégico, el que considera ampliar la vida útil de la mina y un agresivo plan de perforaciones para elevar los niveles de reservas y recursos de Candelaria.
La minera compró a fines del año pasado la operación minera que pertenecía a Freeport, en una operación que fue cuestionada por el mercado internacional debido al timing, pues se cerró justo antes de que se desplomara el precio del cobre. Sin embargo, la compra le permitió a la empresa quedarse con un activo de clase mundial en el negocio del cobre y de elevado potencial.
Actualmente, la empresa está evaluando qué hacer con ese activo, tanto en lo relacionado con la mina y la planta como con los activos anexos. Y aunque no formará parte del plan que se presentará en julio, la empresa ya hizo un pre diagnóstico sobre el puerto de Candelaria: en 2014 sólo fue usado el 18% de su capacidad, lo que abre espacio para realizar otros negocios.
Hace algunos días el CEO de Lundin Mining, Paul K. Conibear, presentó un completo reporte en conferencia con inversionistas, entre los cuales saber qué planea hacer Lundin con Candelaria fue uno de los temas de más preocupación.
El ejecutivo aseguró que el plan es realizar nuevas perforaciones para optimizar el plan minero, en particular los primeros tres a cinco años, y la idea es tener un plan mayor actualizado para fines de julio, en conjunto con los resultados del segundo trimestre.
En él se definirán, por ejemplo, las acciones para elevar la vida útil y aumentar la producción.
“Ya hemos avanzado en ese plan. Creo que si nos fijamos en las perspectivas a diez años, según fue publicado originalmente en Candelaria, hay una caída en la producción en 2016, 2017 y 2018 (…) Luego Candelaria es un fuerte productor a partir de 2019 por lo que puedo asegurar que se trata de una mina competitiva y creemos firmemente que podemos mejorar las toneladas producidas, las leyes y otros aspectos. Esa nueva proyección la tendremos en julio”, expresó.
Otro punto clave para Candelaria lo constituyen los activos anexos a la mina y la planta, como lo son la planta desaladora y el puerto.
Para el caso de la desalinizadora no hay mucho espacio para abrir algún tipo de negocio, pero sí para el puerto.
Activos estratégicos
“En la planta desaladora, que tiene una capacidad de producción de más de 500 litros por segundo, estamos utilizando el 100% de esa agua para nuestras operaciones. Ahí no hay capacidad disponible. Pero la planta desaladora está al lado del puerto, y en el futuro vamos a ver cada vez más el valor de ambas cosas. Hoy nuestra prioridad para este año es la mina Candelaria, asegurarnos de que la transición de la propiedad marche correctamente asegurándose, perforar agresivamente y mejorar la calidad de la planta de producción. Por ello, va será hacia 2016 y 2017 cuando empecemos a ver qué hacer para obtener mayor valor de la infraestructura, incluyendo un corredor de gasoducto con que contamos. Ya veremos lo que hacemos con la infraestructura en el futuro”, añadió.
Pese a ello, en el caso del puerto de Candelaria ya se ha hecho una preevaluación: el factor de utilización del terminal es mínimo y constituye un activo único dada su ubicación.
“El puerto ha conseguido una capacidad de carga de buques de concentrados de aproximadamente 3,5 millones de toneladas por año. Fue utilizado solamente, a grandes rasgos, el 18% de las veces por lo que tener un puerto en la costa del Pacífico y en particular en Chile es un activo único. Está subutilizado significativamente y se buscará obtener algún valor adicional sobre el puerto”, complementó Conibear