Una segunda etapa vivirá a partir de este año Pascua Lama, el proyecto binacional de oro y plata de la canadiense Barrick. La empresa informó en febrero que a mediados de año volverá a ingresar al sistema de evaluación ambiental, ya que solicitará nuevos permisos para la construcción de un sistema de aguas definitivo. Los problemas en este mecanismo causaron la paralización definitiva de la iniciativa en octubre de 2013 y una multa de US$ 16 millones -histórica para la fecha- de parte de la naciente Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) por un conjunto de irregularidades en su Resolución de Calificación Ambiental (RCA), entregada en 2006.
Hasta la fecha, la compañía aún no decide si la nueva tramitación se hará a través de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) o bien un Estudio de Impacto ambiental (EIA). Ambos procesos tienen exigencias diferentes. La compañía espera que este nuevo trámite le sea favorable y para eso está reforzando su trabajo con las comunidades ubicadas en torno a la iniciativa.
Barrick está apostando por el oro y, por eso, Pascua Lama es tan relevante. En la última entrega de resultados de la compañía, en febrero, su presidente ejecutivo, John L. Thornton, fue claro en que “primero que todo, nuestro objetivo es el oro. No tenemos planes para diversificar hacia otros metales”, dijo. Pero el proyecto, que a la fecha contempla una inversión de US$ 8.500 millones -de los cuales ya se han gastado US$ 5.500 millones hasta su paralización-, debe cumplir ciertas exigencias para poder seguir adelante. Por eso, la firma está trabajando en un nuevo plan de acción.
A eso se suma la condicionante sobre su rentabilidad. En febrero, los máximos ejecutivos de la firma fueron claros en que se espera un retorno sobre capital superior al 15% para el proyecto. La meta no es menor, pese a que Pascua Lama tiene reservas por 15,4 millones de onzas de oro y más de 674 millones de onzas de plata y bajos costos de operación. “La pregunta ahora es si los números adelante justificarían reanudar su desarrollo”, señaló el copresidente de Barrick, Jim Gowans.
Ex Codelco
Pese a que las actividades en el yacimiento se encuentran suspendidas hasta cumplir con las exigencias impuestas por la SMA, Pascua Lama se ha abocado en los últimos meses a conseguir la “licencia social” que le permita hacer viable la iniciativa y no repetir lo sucedido a inicios de 2013, cuando la comunidad diaguita logró suspender parcialmente el proyecto cuando denunciaron los inclumplimientos ambientales en los que había incurrido la compañía.
Por eso, hoy, el enfoque de Barrick está puesto en cambiar su forma de vincularse con las comunidades aledañas al proyecto, ubicado en la alta cordillera de la Tercera Región, al interior de la provincia del Huasco. “Nuestro departamento de Relaciones Comunitarias ha sido fortalecido con personas de amplia experiencia y el equipo está altamente motivado”, reconocen al interior de la minera.
Históricamente, en esas tierras ha vivido el pueblo diaguita, parte del cual se ha convertido en férreo opositor de Pascua Lama. Con 15 de las 18 comunidades de esta etnia, Barrick firmó un memorándum de entendimiento, con el fin de acercar posiciones.
Quien lidera este proceso es la geóloga y ex gerenta de sustentabilidad en varias divisiones de Codelco Sandra Riquelme. Hace seis meses, la profesional fue fichada como gerenta de Relaciones Comunitarias en Compañía Nevada, dueña de Pascua Lama. Ella ha sido la encargada de abrir el proyecto hacia las comunidades, realizando reuniones sectoriales en las zonas de influencia, explicando los alcances de la iniciativa y respondiendo las consultas de los vecinos. “Como compañía entendemos que integrarnos como un actor positivo y que contribuya desde su propio rol al mejoramiento de la calidad de vida de sus vecinos es la única manera de participar con legitimidad”, señalan en Barrick.
Agenda abierta
Una de las medidas que puso en marcha la minera fue invitar a la comunidad a conocer la faena, ubicada a cinco mil metros de altura. Las visitas guiadas comenzaron en el verano y buscan, de acuerdo a información de la compañía en su sitio web, “abrir espacio para que las comunidades y otros interesados conozcan el proyecto y obtengan información de primera fuente”. Cada miércoles están subiendo al yacimiento grupos de ocho a 10 personas, quienes deben realizarse antes un chequeo médico para ver si soportan estar a tanta altura. Hasta ahora han participado pobladores de localidades como Chollay, Junta de Valeriano, Chanchoquín, Chiguinto, Placeta, Valle del Tránsito, San Félix, Las Breas y El Corral. Para este miércoles se espera que suba gente de Camarones y Vallenar. También que se concrete la visita agendada por los concejales de Alto del Carmen, cuenta Cristián Olivares, concejal de esa comuna, donde se emplaza la mina. Esta sería la segunda “subida” de la autoridad local, luego de que en junio del año pasado lo hicieran por primera vez para conocer los sistemas de manejo de aguas, explica Olivares.
Las visitas son con “agenda abierta”, como destacó el propio Eduardo Flores, director ejecutivo de Barrick Chile, en un comunicado sobre la actividad, diciendo que “en cada visita, nuestro equipo de profesionales recibe a la comunidad con las puertas abiertas para explicar y responder todas sus consultas”.
Cambio de actitud
En la industria ya se habla de una nueva Pascua Lama, que ha aprendido de sus errores y se está abriendo a la comunidad para realizar un proyecto sustentable. El presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, quien fue el primero en la industria en levantar la voz de alerta cuando se conocieron los problemas ambientales de la iniciativa, reconoce el cambio de actitud. “Pascua Lama está llevando adelante un trabajo ejemplar desde el punto de vista de apertura de información hacia la comunidad y las autoridades en lo relacionado con el establecimiento de nuevos estándares y procedimientos en el relacionamiento con las comunidades que están aledañas o que de alguna u otra manera están afectadas con el desarrollo del proyecto”, dice.
Agrega que esta labor podría derivar en mejoras y en el enriquecimiento de los estándares de los procesos de acercamiento comunitario y transparencia. “Al final, esto será positivo para el país en general”, señala.
Al interior de la empresa indican que desde Canadá se ha estado activando una estrategia de partnership, metodología que Pascua Lama está impulsando con fuerza. “Esta mirada la hemos estado profundizando y estamos convencidos de que los avances, aunque lentos, son positivos”, aseguran dentro de la firma.
“Queremos que Pascua Lama sea un proyecto sustentable, que aporte al desarrollo de las comunidades ubicadas en las zonas de influencia de nuestras actividades. Este es un nuevo camino de colaboración que consideramos irrenunciable”, explican en la minera. Agregan que a partir del tercer trimestre de 2014 no sólo reforzaron el equipo en esta área, sino que también reforzaron el mensaje que querían entregar, incluyendo “una mirada más estratégica sobre la relevancia de tener participación en la sociedad local con una mirada colaborativa, de transparencia en la información, de comprensión de la visión del mundo o la cosmovisión de cada grupo”.
El abogado de la comunidad diaguita, Lorenzo Soto, señala que esta actitud de Pascua Lama es inédita. “Esta era una mina que incluso estaba cerrada a la autoridad”, afirma.
A su juicio, la nueva política de Barrick marcará un precedente en la forma en que se está vinculando con la sociedad. “Es lo que correspondería hacer en todos los proyectos que se relacionan de manera intensiva con su entorno y sus comunidades. Esto no se hacía en este caso y aún no se hace en otras inversiones, por eso los problemas que hoy tienen las mineras y empresas eléctricas, entre otras iniciativas”, señala.
Pero en las comunidades existen visiones distintas. De hecho, varias están tratando de invalidar el memorándum de entendimiento que se firmó en mayo, como explica el vocero de la Asamblea por el Agua de Huasco Alto y representante de la comunidad diaguita Patay Co, Rubén Cruz. “La verdad es que la actitud de la empresa con la comunidad no ha cambiado mucho. Ellos muestran que están haciendo una apertura de la mina hacia la comunidad, pero lo que están haciendo es un “turismo minero”, reclama. Añade que se ha inscrito para subir al yacimiento e incluso se ha realizado los exámenes, pero aún no lo llaman para visitar la faena.
El dirigente aclara que ellos están por la revocación del permiso ambiental y el cierre de la faena. Esta medida también es respaldada por los concejales Olivares y Raúl Garrote, quienes han sido los más críticos con la minera. “Pascua Lama divide a la gente. La mayor parte de la comunidad no está de acuerdo y la gente ya está perdiendo la fe”, explica Olivares.
Cruz indica que están esperando que la minera entre nuevamente al sistema ambiental. “Hay organizaciones como la Asamblea por el Agua del Huasco Alto que llevan un tiempo mirando ese escenario y analizando las aristas jurídicas que se puedan abrir. También está el movimiento socioambiental del Valle del Huasco, que cada vez se hace más fuerte y que reúne a organizaciones de la costa, del centro y de la cordillera. Nos estamos preparando para los próximos escenarios que se vienen, porque no nos vamos a quedar tranquilos hasta que se pueda corroborar que el proyecto Pascua Lama es inviable”, advierte.
Viaje a Canadá
Pero la apertura de la canadiense no sólo compete a las comunidades, sino que también a la autoridad. En enero, el fiscal de la compañía, Francisco Charlin, y la socia de la agencia de comunicaciones Azerta -que apoya el trabajo de Barrick-, Cristina Bitar, se reunieron con el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, para hablar del proceso sancionatorio que llevará adelante la SMA y también se conversó sobre el proyecto de ley de protección a los glaciares, cuyo acuerdo con los parlamentarios se firmó el jueves.
Además, en la industria señalan que la embajada de Canadá está apoyando el trabajo de Barrick y que a ello se debería una invitación que la delegación extendió a autoridades ambientales, mineras y de gremios, para participar esta semana en un taller sobre relacionamiento comunitario en el país del Norte. La convocatoria consideraba la visita de una operación de la minera en ese país. Ni la minera ni la delegación diplomática confirmaron esta información.
Según cuentan en la industria, la invitación se enmarcó dentro del congreso minero más importante del mundo, PDAC, realizado en Toronto a contar del 1 de marzo y que contó con la participación de más de 100 empresarios y representantes del gobierno.