Por Matías Longoni.
Ocho de la mañana en la ruta 9. La bruma es espesa y apenas permite ver a 100 metros. Y un día después de la intensa tormenta, que obligó a aplazar la apertura, se abrió Expoagro 2015. Decenas de coches salen de la autopista a Rosario a la altura del kilómetro 214 y forman una larga fila en el acceso al predio.
En la muestra están los fabricantes de maquinaria agrícola y los bancos que financian las ventas. Pero dentro de la exposición se ven caras de cansancio y preocupación. Con el correr de los minutos, la neblina comienza a disiparse pero el cielo sigue gris y amenazante: en cualquier momento vuelve a llover. Las promotoras pegan saltitos entre charco y charco. En Nidera, una de las proveedoras líderes de semillas de soja y maíz, las bombas de agua trabajaron toda la noche sacando el agua que había cubierto las calicatas, como se denomina a las piletas excavadas en el perfil del suelo para mostrar la fortaleza de las raíces de las plantas allí sembradas.
Algunos expositores de maquinaria agrícola, el rubro descollante en esta muestra agropecuaria a cielo abierto, se muestran contrariados: justo ahora que hay que cerrar negocios (las ventas de tractores cayeron 26% en 2014 y las de cosechadoras 43%), por “falta de piso” en esta exposición la mayor parte de las exhibiciones dinámicas debió ser suspendida y reprogramada para los próximos días. Por el cielo aparecen los drones, símbolo del último grito tecnológico.
La campaña que termina, no pinta buena para el agro pampeano: aunque la producción será voluminosa (algunos hablan de una cosecha récord de hasta 115 millones de toneladas), los precios internacionales de los granos retrocedieron cerca del 25% y los análisis indican que habrá que lograr altísimos rendimientos para ganar algo de plata. En este contexto, el gobierno sigue negándose a discutir la estructura de retenciones y mucho menos las barreras a la exportación, que distorsionan los mercados.
Para colmo ahora hay inundación en muchas zonas productivas. En la Expoagro 2015 ese es un tema de conversación obligado. El otro es la posible fractura de la Mesa de Enlace, a partir de la distancia que tomó la Federación Agraria del paro agropecuario lanzado por el resto de las entidades rurales. A una enorme mayoría de los productores, esa noticia les cayó como otro baldazo de agua fría.
Al mediodía salió el sol y en las calles laterales del predio de 180.000 metros cuadrados comienza a sentirse el aroma de la carne asada para el almuerzo que se aproxima. Sobre la parrilla se despliegan los chorizos de Paraíso, una zona rural de Ramallo: los productores del partido se pusieron de acuerdo en que eran los más apetitosos de toda la región. Las calles comienzan a secarse y a todos se les hace mucho más fácil la recorrida.
Hay otro aroma que sobrevuela esta Expoagro. Luego de esta cosecha, como siempre, vendrá una nueva campaña agrícola. Primero la siembra del trigo, después el maíz y la soja. Nadie espera que Cristina Kirchner vaya a modificar en los meses que le quedan de gobierno ni una coma de la política agropecuaria aplicada todos estos años, la que provocó un visible estancamiento en los volúmenes de producción. Pero todos descuentan que el rumbo cambiará cualquiera sea el ganador de las próximas elecciones. “Vamos a sembrar con este gobierno pero cosecharemos con uno nuevo”, se entusiasman los productores. Para los organizadores, esa sola perspectiva actúa para muchos como dinamizadora de los negocios. La exposición se estirará una jornada más hasta el sábado, para que todos puedan experimentar las novedades tecnológicas de Expoagro.
Por Matías Longoni.
A coro, los principales candidatos de la oposición que quieren suceder a Cristina Kirchner han asegurado que promoverán una sustancial reducción de las retenciones que paga el agro y la demolición de las barreras a las exportaciones. En la Expoagro 2015, los productores toman nota de esas promesas, que beneficiarían especialmente al trigo, el maíz, la leche, la carne y los cultivos regionales. Con la soja nadie se juega tan a fondo, porque aporta el 5% de la recaudación.
“Cuando nos toque gobernar la Argentina a partir del 10 de diciembre, al campo le vamos a sacar la pata de la cabeza”, prometió el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, ni bien desembarcó ayer en la mega muestra agropecuaria. Es lo mismo que dijeron después otros posibles candidatos a la presidencia, como los radicales Julio Cobos y Ernesto Sanz, o como Margarita Stolbizer, quien ayer se anotó en la lista de presidenciales por UNEN ante la posible deserción del socialista santafesino Hermes Binner.
Está cantado que Mauricio Macri, el candidato del PRO, que visitará hoy al mediodía la exposición también prometerá un alivio de la presión fiscal sobre el agro y la eliminación de los ROE (Permisos de Exportación) que distorsionan los mercados en perjuicio del productor. Ya lo ha hecho en varias ocasiones y dos de sus asesores en la materia, Esteban Bullrich y Néstor Roulet, ayer recorrían la Expoagro pidiendo a los chacareros que apuesten con todo a la “cosecha Macri”. ¿Qué es eso? Pues, convencidos de un triunfo, así llaman la próxima cosecha, que será recolectada después del 10 de diciembre.
Con esa misma lógica, el titular de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, esperó pacientemente a todos los candidatos y a todos les reclamó lo mismo: que emitan “señales claras” hacia los productores, para incentivar especialmente la siembra de trigo que se avecina y será cosechada el próximo verano.
Pese a que el cultivo llegó a los peores niveles de siembra de la historia, el kirchnerismo mantiene una receta inexplicable: retenciones del 20% y trabas a la exportación del cereal. “Dos crímenes horribles se han producido: uno es el de Nisman y el otro el del sector productivo. Este gobierno tiene un ensañamiento con el campo que no se entiende”, evaluaba ayer en las calles polvorientas el senador Juan Carlos Marino, del radicalismo pampeano.
Por lo pronto, en esta carrera tras del sillón de Rivadavia, existe una coincidencia casi completa entre los candidatos de la oposición que a partir de diciembre deberán desaparecer los ROE (montados por Ricardo Echegaray y Guillermo Moreno en 2008, en pleno conflicto del campo), y bajar a 0% las retenciones al trigo, al girasol, a los cultivos de las economías regionales, a la carne vacuna y a los lácteos. Con el maíz hay algo de ruido, pues ayer Massa habló de “una suspensión” del tributo por el lapso de un año. En cambio, todos bajan un cambio cuando hablan de la soja, que se exporta por unos 9.000 millones de dólares y aporta 35% en retenciones. El massismo, el macrismo y los integrantes de UNEN proponen estudiar un esquema de reducciones paulatinas.
“La Argentina tiene que sacarle la presión impositiva al sector productivo y aumentar la presión sobre la timba, la del juego y la financiera”, propuso Massa, que arribó a la Expoagro junto a los dirigentes rurales Eduardo Buzzi, Carlos Garetto y Jorge Solmi. También lo acompañó el ex gobernador bonaerense Felipe Solá, quien destacó que un movimiento de las retenciones permitirá recuperar un esquema de rotación responsable de los cultivos. “Con este gobierno nunca hubo política agrícola”, evaluó Solá.
Por Julieta Camadone.
Sergio Massa fue el primer presidenciable en llegar a Expoagro y la figura política del día, ayer, de la muestra rural a la que también asistieron Julio Cobos, Margarita Stolbizer y Gerónimo Momo Venegas. Se embarró los zapatos en un terreno que aún acusaba las consecuencias de las lluvias que obligaron a reprogramar la apertura, habló con productores y se mostró cercano al campo, apuntando al foco de los reclamos: freno a las exportaciones, pérdida de rentabilidad, presión tributaria y costos.
"Al campo le hablo con el corazón, diciéndole que le vamos a sacar la pata de la cabeza, explicándole nuestras medidas, la eliminación de los ROE (permisos de exportación) y las retenciones a las economías regionales, además de las retenciones al trigo, suspensión al maíz y eliminación a producciones de invierno", dijo Massa, que además planea una curva de baja de dos puntos a las retenciones a la soja por cada cinco millones de toneladas adicionales que se produzcan a nivel nacional. El precandidato que tiene en su equipo económico, entre otras figuras, a Roberto Lavagna, artífice del regreso de las retenciones al tributo con la presidencia de Duhalde, explicó que habrá un piso de baja para no desfinanciar al Estado, y que la quita del tributo será paliada con la aplicación de gravámenes al juego y a la renta financiera, entre otros.
Massa también se refirió al dólar. "Se mantiene un falso tipo de cambio en la Argentina", dijo, "que termina castigando al productor en la comercialización. Hay que volver al régimen de flotación administrada".
El diputado nacional por el Frente Renovador visitó la muestra junto al flamante asesor agropecuario de los equipos de trabajo del massismo y expresidente de Coninagro, Carlos Garetto, y con el precandidato a gobernador de Santa Fe y ex titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi. Una foto difícil de pensar en 2008, cuando explotó la pelea del Gobierno contra el campo por las retenciones móviles y Massa asumía como jefe de Gabinete del kirchnerismo.
En Expoagro estuviron ayer también los actuales presidentes de la Sociedad Rural (SRA), Luis Miguel Etchevehere, y de CRA, Rubén Ferrero. Con Buzzi y Garetto, completan el cuadro de la última mesa de enlace unida, que se quebró con la negativa de la Federación Agraria de participar en la medida de fuerza del campo la semana que viene. Respecto de esta ruptura, Massa aseguró: "Nosotros vamos a hablar con todos". Sin embargo, un rato antes, habló en referencia a la Sociedad Rural: "Vengo con el pueblo y me reciben los patricios", dijo, palabras más, palabras menos.
Por su parte el expresidente de FAA fue duro con la nueva conducción de la entidad que dejó tras 14 años de mandato y está ahora en manos de Omar Principe. "Lamentablemente mis colegas le han regalado la foto al Gobierno", dijo, y agregó que el paro anunciado "es necesario, y las bases de la Federación Agraria se van a estar manifestando".
En el entorno del ministro de Economía, Axel Kicillof, estarían evaluando la posibilidad de atender al pedido de la Federación Agraria (FAA) y segmentar las retenciones a las exportaciones agropecuarias.
Se trata de un reclamo histórico de la FAA que últimamente fue dejado de lado para preservar la relación política con el resto de las entidades rurales (Sociedad Rural, CRA y Coninagro) y mantener en pie el enfrentamiento con el kirchnerismo.
El próximo 19 de marzo la FAA realizará una movilización frente al Ministerio de Agriculturasobre la Avenida Paseo Colón para reclamar por "políticas públicas diferenciadas", entre las cuales, obviamente, se cuenta la segmentación de retenciones.
Según publica La Política Online, la concentración de productores federados en Agricultura sería a modo simbólico para instalar el reclamo y esperar luego una respuesta del kirchnerismo que ya está siendo analizada en el ámbito del Ministerio de Economía.
La idea consistiría en aplicar un viejo proyecto presentado en su momento por los exdiputados Ulises "Chito" Forte y Pablo Orsolini, que establece la devolución de retenciones en soja, trigo, maíz, girasol y sorgo.
La iniciativa determina que se reintegre el 100% del pago de retenciones a quienesproducen en las escalas más bajas (hasta 600 toneladas), mediante un sistema de compensaciones bancarias con un plazo de devolución menor a 30 días de realizada la presentación por parte del productor.
De entrar en vigencia, la medida recién se aplicaría durante la cosecha que comienza enabril/mayo, aunque muy posiblemente los fondos reintegrados los tenga que pagar el próximo gobierno.