Un inversor que participó en una conferencia dijo a IFR que esperaba que la compañía española hiciese una gira con inversores antes de acometer cualquier emisión, una decisión que le podría abaratar los costes de financiación en 50 puntos básicos.
"Debido a la volatilidad del sector, lo que realmente va en el mejor interés de Repsol es anunciar esta operación para tratar de venderla. De esa forma no solo rebajarían los costes de financiación, sino que también tendrían una buena opción de emitir los 5.000 millones de euros de golpe".
El inversor recordó que Repsol, con calificación crediticia de Baa2/BBB-/BBB había sugerido que podría emitir los híbridos en varios tramos y que no tenía prisa.
En una teleconferencia con analistas el pasado jueves, el consejero delegado de la petrolera, Josu Jon Imaz, dijo que la eventual emisión de deuda híbrida para refinanciar parte de la compra de Talisman podría hacerse en dos o tres tramos.
Para ver la noticia completa de IFR: (Traducido y escrito en español por Jose Elías Rodríguez, editado por Jesús Aguado)
Rentabilidad, eficiencia y foco en el cliente. Bajo estas tres líneas rojas se articula el plan estratégico a cuatro años de Caixabank que este martes han presentado en LondresIsidro Fainé y Gonzalo Gortázar, presidente y consejero delegado, respectivamente, de la entidad. Precisamente, en esta búsqueda de la rentabilidad, el banco catalán quiere rebajar al 10% el consumo de capital que le generan sus participadas. Lo que, sin duda, abre la puerta a una reducción de su participación no sólo en sus participadas financieras (BEA en China, Inbursa o Erste -la entidad ha lanzado una OPA para controlar el 100% del luso BPI) sino también en Repsol o Telefónica, las dos firman que revierten sus dividendos directamente sobre Caixabank, durante el período 2015-18. Otra de las opciones para conseguir este objetivo es devolver ambas participaciones industriales de nuevo a Criteria, el holding que aglutina el resto de participadas.
Ninguno de los dos ejecutivos han explicitado ni los tiempos ni los porcentajes en los que se producirá esta desinversión, ni tampoco han nombrado ninguna sociedad, que forma parte del camino para lograr una rentabilidad recurrente por encima del coste del capital a partir de 2017. "Hay compañías que cotizan y no vamos a comentar. Buscaremos la manera de hacerlo. Dada la naturaleza de estas compañías, no daremos más detalle. El banco cada vez será más banco y tendrá menos peso empresarial", aseguró Fainé. Tras la reestructuración del grupo La Caixa, Repsol y Telefónica fueron las únicas participadas no financieras que quedaron incluidas dentro de Caixabank. Además, en ese momento, se declararon como no estratégicas. Mientras, el resto de participadas, quedan englobadas dentro de Criteria, el holding que posee también el 56% del banco cotizado. Actualmente, la entidad posee un 12,97% de la petrolera y un 5% de la multinacional de telefonía.
La desinversión más clara parece en Repsol. En noviembre de 2013, Caixabank emitió bonos convertibles en acciones de Repsol equivalentes al 2,5% del capital de la petrolera y que vencerán el 22 de noviembre de 2016 –a menos que sean cancelados o amortizados anticipadamente-, por lo que parte de esta participación está condenada a ser vendida. Este operación ya está incluida en el consumo de capital que generan en estos momentos las participadas de Caixabank, que asciende al 16%.
La venta de paquetes de participadas será una de las palancas para mejorar la rentabilidad de la entidad en el nuevo plan estratégico. A lo largo de 2017, Caixabank prevé caminar por un Rote (rentabilidad sobre recursos propios tangibles, descontando los fondos de comercio) de entre el 12% al 14%. A cierre del pasado diciembre, sin embargo, esta magnitud se cerró en el 3,4%. Un largo camino que vendrá impulsado no sólo por la reducción de la exposición a activos no estratégicos sino también por el crecimiento de aquellos negocios con mayor recorrido, como la expansión en banca de empresas, banca corporativa, préstamos al consumo para particulares y la comecialización de productos de asesoramiento financiero (seguros, fondos y pensiones).
Precisamente, la creciente contribución que aportan estos negocios (Vidacaixa, SegurCaixa Adeslas, InverCaixa y Caixa Card) a Caixabank será fundamental para que el banco logre un incremento de sus ingresos del 5,7% anual, durante los cuatro años del plan, que estarán marcado por un bajo entorno de tipos de interés. De hecho, la entidad prevé que el Banco Central Europeo realice los primeros movimientos al alza sobre el precio del dinero durante el segundo semestre de 2017. De hecho, su plan se ha efectuado sobre un promedio del euríbor a 12 meses, el índice típico para el cálculo hipotecario, del 0,70% durante estos cuatro años. Sólo a finales de 2018, el servicio de estudios de la entidad catalana prevé que este índice pueda llegar al 1,75%. "La rentabilidad de la entidad hará que el ROTE sube entre 3-4% en este período por los productos que ofrecen estos otros negocios de seguros y fondos. Tenerlos son una garantía para que salgan los números", explicó Gortázar.
La entidad basa este importante crecimiento de los ingresos en un sensible aumento del flujo crediticio (crecimientos anuales del 4% en el crédito sano promotor y del 6% en recursos de clientes). Además, pretende una destacada rebaja del coste del crédito (de los 95 puntos básicos actuales a los 50 pb en 2018) y un enorme descenso de la morosidad: del 9,9% a cierre de 2014 hasta niveles inferiores al 4% al final del plan. De hecho, la entidad quiere reducir sus activos problemáticos por debajo de los 5.000 millones frente a los 11.000 millones actuales.
Estos objetivos tendrán un efecto claro en el dividendo. Caixabank tiene previsto pagar unpay out al menos del 50%, o incluso superior, ya en 2015. Además, si el capital de máxima calidad CET1 supera el 12%, la entidad revertirá este exceso de capital a sus accionistas, a partir de 2017, mediante un dividendo extraordinario o recompra de acciones. Además, a lo largo del plan, el banco cotizado quiere volver a pagar todo su dividendo en efectivo.
Durante estos próximos cuatro años, Caixabank quiere crecer en aquellas comunidades autónomas donde se considera infrarrepresentada, como es el caso de Madrid (pese a la adquisición de Barclays), Galicia, Asturias o el País Vasco. Con todo este crecimiento orgánico, la entidad quiere llegar a una cuota del 20% en créditos y depósitos, frente al 15% actual. La entidad, sin embargo, no realizará ajuste alguno sobre su extensa red de 5.251 oficinas, la más dimensionada de cualquier entidad en España. La entidad justifica su mantenimiento en que es la más rentable de todo el sector (apenas 228.000 euros de coste por oficina). Sí realizará cambios en su estructura de personal, puesto que tiene previsto continuar con su política de prejubilaciones, que implicará la salida de empleados con altos sueldos, que serán sustituidos por recién licenciados con sueldos más bajos.
Además, los ejecutivos no descartan que se tenga que realizar una ampliación de capital si finalmente Caixabank logra la autorización para adquirir el 100% del banco luso BPI. Esa operación, reducirá su capital de máxima calidad de la entidad al 10,5%, cuando el objetivo del banco catalán es que no quede por debajo del 11,5% durante todo el período. Precisamente, ese es el mayor hito en cuanto a la internacionalización del plan.
Este plan, por contra, deja abiertos dos sensibles interrogantes para el futuro de la entidad. De una parte, el futuro de Fainé dentro del grupo. El presidente volvió a ponerse a disposición de la entidad, mensaje que ya pronunció durante la presentación de los resultados anuales del grupo. "Yo haré lo que el consejo de la caja quiera. Si cree que soy más útil fuera lo haré. Si tengo que ser presidente sólo de Criteria, o de la Fundación o de Caixabank, así lo haré. Haré lo que diga el Consejo", aseguró ante los inversores. Por otra parte, Fainé tampoco ha cerrado la puerta a que la Fundación La Caixa pierda su posición mayoritaria en Caixabank, actualmente en el 59%. "Siempre que haya una operación que otorgue valor, la estudiaremos y realizaremos esa desinversión", ha asegurado Fainé.