Pese a que la perspectiva es que en ningún caso el impacto en la baja del precio del petróleo podría tener un efecto similar al desastre de 2008, cuando las pérdidas bordearon los US$ 1.000 millones, de todas formas la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) decidió ajustar sus planes ante esta coyuntura.
Es así que ayer el directorio de la petrolera, que preside el ministro de Energía Máximo Pacheco, aprobó una serie de medidas que apuntan a mejorar la posición de la empresa, recortar sus costos y reducir sus desembolsos con el fin de evitar mayores efectos sobre sus estados financieros.
La principal iniciativa es una reducción de 16% en el plan de inversiones aprobado para este año y que rondaba los US$ 780 millones.
Lo anterior implica que este año el desembolso alcanzará US$ 658 millones, cifra que "de todos modos constituye un desafío histórico" para la empresa, dijeron en la estatal.
"Estamos trabajando de manera responsable, con un rumbo y una estrategia clara para los siguientes años, la que considera actuar también con la flexibilidad necesaria para hacer frente a cualquier escenario nacional e internacional, hacer los esfuerzos que se requieran, tanto en términos operacionales, de eficiencia, medioambientales y en nuestra relación con la comunidad", dijo el gerente general de la empresa, Marcelo Tokman.
El recorte en las inversiones, explicaron en la empresa, se enfocará principalmente en las actividades de exploración y producción de hidrocarburos que ENAP tiene en el extranjero y que en la actualidad considera a Argentina, Ecuador y Egipto, dado que como explicó a mediados de diciembre el propio Tokman, en este escenario de precios del crudo esas actividades reportan menos ingresos.
En esta materia lo que no sufriría cambios son los recursos comprometidos para producir petróleo y gas, bajo métodos tradicionales y no convencionales en la Región de Magallanes los que, según anunció en su momento el máximo ejecutivo de la estatal, promediarían US$ 300 millones anuales hacia 2020.
De esta forma se busca incrementar las actividades de exploración y explotación para aumentar la producción de gas y asegurar el suministro de esa región. A ello se suma, la expansión de la capacidad de refinación para suministrar toda la demanda de gasolinas y modernizar las refinerías apuntando hacia un mix de productos de mayor margen, mejorando también la seguridad en las operaciones.
Renegociación
El plan de ajuste, además, está centrado en reforzar la eficiencia, reducir costos de aprovisionamiento y bajar gastos generales.
Este punto se logrará, explicaron en la empresa, mediante la renegociación de contratos con proveedores, lo que esperan produzca ahorros en torno a US$ 42 millones anuales. Esto, dijeron, sin impactar la seguridad de sus trabajadores, las instalaciones y el entorno de las operaciones de la compañía.
Esta contención, entonces, no afectará los proyectos de mantención y mejora ambiental en las refinerías de la petrolera. Según aclaran en ENAP, el ajuste del plan de inversión en nada afecta a las acciones programadas y anunciadas como ejes estratégicos 2014-2025 que, entre otras cosas, apuntan a fortalecer el rol de la estatal en materia energética, siguiendo los lineamientos de la Agenda de Energía del gobierno.
Además, la aspiración de ENAP es que este plan les permitirá mantener la generación de Ebitda para este año en el rango de los US$ 600 millones, tal como 2014.
El efecto en la empresa
Volatilidad del petróleo
Desde el 26 de febrero de 2014, el petróleo Brent ha bajado 43,69%, cerrando en US$ 62,05 el barril. Sin embargo hay una tendencia al alza. En 2015 ha subido 11,84%. El valor de ayer no se veía desde el 11 de diciembre.
¿Cómo impacta a Enap?
A comienzos de diciembre, Marcelo Tokman explicó cómo afectaba a la empresa la baja y detalló que Enap está protegida por una política de cobertura que elimina el riesgo de variación del precio en la compra de petróleo. Donde sí podría haber un efecto es en las ventas de GNL, cuyo precio está relacionado a la variación del Brent.
Proyección para 2015
En esa oportunidad, el ejecutivo explicó que se han visto caídas significativas en las proyecciones, desde los US$ 105 por barril a US$ 75 para este año. Hacia fines del ejercicio se espera que pueda remontar a un rango de US$ 95 por barril.