La petrolera estatal Petrobras arrastró a la bolsa de San Pablo al terreno negativo después de que la agencia de calificación de riesgo Moody's rebajara la nota de la compañía a Ba2, un nivel considerado especulativo.
El índice Bovespa, principal indicador del parqué bursátil paulista, cerró la jornada con un descenso de 0,1% % y se situó en 51.811 puntos, en una sesión marcada por el retroceso de los papeles de Petrobras, la mayor empresa de Brasil.
Las acciones de la petrolera llegaron a desplomarse más de un 7% después de que Moody's situara el martes a Petrobras en el nivel conocido popularmente como "bono basura", lo que puede llevar a muchos fondos de inversión conservadores a deshacerse de sus acciones de esta empresa.
No obstante, las pérdidas de la petrolera se moderaron después de la media sesión y los títulos preferenciales cerraron con una baja del 4,9%, liderando los números rojos, seguidos de sus ordinarios (-4,5%).
Moody's argumentó que su decisión "refleja una preocupación continuada" por las "potenciales" presiones a muy corto plazo que puede sufrir la petrolera en su liquidez y cuestionó que las investigaciones por el caso de corrupción en la empresa pueden causar "distracciones" que pueden mermar sus esfuerzos para mejorar su nivel operacional.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, salió al paso tras la rebaja de la nota y acusó a Moody's de tener "falta de conocimiento" sobre la petrolera.
En el terreno positivo, sobresalieron las acciones ordinarias de la red de universidades Estacio, que se apreciaron un 5,4%.
Los papeles de la minera MMX fueron las más negociadas de la sesión con una participación en el volumen financiero del 16,30 %, animados por una permuta de títulos de la compañía.
El volumen de negocios fue de 8.827 millones de reales (unos 3.078 millones de dólares) y el parqué se anotó 886.118 operaciones.
En el mercado de cambio, el real brasileño se depreció un 1,1% frente al dólar, moneda que terminó la sesión negociada a 2,865 reales para la compra y 2,867 reales para la venta en el tipo de cambio comercial.
La agencia internacional de calificación Moody's anunció el martes que rebajó todos los ratings de la deuda de la estatal brasileña Petrobras, inmersa en un enorme escándalo de corrupción, y le retiró el grado de inversión.
La deuda de Petrobras, hasta hace poco considerada la mayor y más prestigiosa empresa de Brasil, fue degradada por Moody's de Baa3 a Ba2, un grado especulativo, debido a "preocupaciones crecientes sobre investigaciones de corrupción y presiones de liquidez que pueden resultar de los atrasos en la entrega de resultados financieros auditados", dijo la empresa en un comunicado colgado en su sitio web.
Otra razón esgrimida por Moody's en su decisión es que la compañía petrolera posiblemente se verá obligada a "realizar una reducción significativa en su muy alta carga de la deuda" en los próximos años.
Casi a la misma hora en que se conocía la decisión de la agencia calificadora, el ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula Da Silva se lanzaba a la defensa de la maltrecha imagen de la estatal.
"Debemos castigar a los culpables de corrupción, pero no tirar a la basura a Petrobras", pidió Lula en un acto con trabajadores petroleros en Río de Janeiro.
De mal en peor
Ésta es la cuarta vez que Moody's degrada las calificaciones de deuda de Petrobras desde octubre. Y advirtió que las coloca en revisión para una eventual nueva rebaja.
Moody's se convierte así en la primera de las tres principales agencias de calificación internacional que considera especulativa la deuda de la petrolera, cuyo capital accionario es controlado en 48% por el Estado brasileño.
Debido al escándalo de corrupción, que según la policía ha movilizado unos 4.000 millones de dólares en una década, Petrobras aplazó varias veces la entrega de sus resultados financieros del tercer trimestre de 2014, programada inicialmente para noviembre. El mercado exige que tengan en cuentan las pérdidas.
"Moody's no percibe un progreso sustancial que reduzca de manera significativa la preocupación sobre el potencial para la aceleración de pagos bajo acuerdos de deuda que requieren la entrega de balances financieros auditados", sostuvo la agencia, señalando su inquietud por un eventual default.
Finalmente, Petrobras entregó sus resultados del 3T a fines de enero, pero sin tener el aval de una auditoría internacional y sin contemplar las pérdidas contables que develó la Operación "Lava Jato" (lava coches), que estalló en marzo de 2014 y es el mayor escándalo de corrupción de su historia.
La investigación policial y judicial ha revelado el pago de millonarios sobornos por parte de empresas constructoras brasileñas asociadas en un cártel, a cambio de contratos con la petrolera.
El precio de los contratos era inflado y una parte del dinero beneficiaba a directivos de Petrobras, a intermediarios y a políticos del gobernante Partido de los Trabajadores y aliados, según han declarado varios acusados que buscan reducir sus penas a cambio de una delación.
La ex presidenta de la estatal, Graça Foster, y cinco de sus directivos renunciaron a sus cargos, y Petrobras ha prometido ahora entregar los resultados de 2014 antes del fin de mayo.
"Moody's comprende que la compañía está concentrándose en acciones que están bajo su control y trabajando con su auditor para entregar estos balances tan rápido como sea posible, y está tomando también medidas para mejorar su perfil de liquidez", anotó la agencia calificadora.
Sin embargo, sostuvo que "no ve aún ninguna garantía concreta de que los balances auditados estarán disponibles en una fecha particular".
Grandes sueños
Hace apenas unos años, Petrobras anunció el mayor plan de inversiones del planeta para duplicar su producción de crudo en 2020 y convertir a Brasil en país exportador, tras descubrir las inmensas reservas del "presal", a unos seis kilómetros bajo el suelo marino.
Hoy, la compañía lleva perdidos miles de millones de dólares y navega en un mar de desconfianza que ha valido los sucesivos recortes en su calificación crediticia y la salida intempestuosa de Foster, una protegida de la mandataria Dilma Rousseff.
Con una aguda caída del precio del petróleo como telón de fondo, Petrobras ya anunció recortes en sus inversiones.
"La joya de la corona ha sido literalmente destruida", dijo recientemente David Fleischer, profesor emérito de la Universidad de Brasilia especializado en Estado y Gobierno.
El fiscal general de Brasil se apresta a pedir esta semana a la Corte Suprema que tome acciones sobre los políticos con fueros involucrados en el escándalo.
En un acto en defensa de la empresa estatal petrolera, el ex presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula Da Silva, señaló que no se debe juzgar a Petrobras por los errores de un grupito de personas.
Lula llamó a los brasileros a defender a Petrobras y la democracia de ese país ante los intentos de una élite de acabar con las conquitas sociales alcanzadas en los últimos años.
"Quiero la paz y la democracia en Brasil, pero si quieren guerra, sé luchar también", dijo dejando en claro su respaldo a la mandataria.
Da Silva criticó a los sectores de oposición y medios privados de comunicación por hacer acusaciones sin pruebas y querer condenar sin juicios. Acusó a la prensa de emplear la teoría de repetir muchas veces una mentira para convertirla en verdad.
Lula afirmó que Petrobras "no puede ser perjudicada" como empresa por las irregularidades cometidas "por media docena o por 50 personas", a la vez que defendió que se aplique el"castigo necesario" a los corruptos.
Petrobras, la mayor empresa del país, está en el centro de una investigación policial sobre una vasta red de corrupción que, según se sospecha, operaba desde la década de 1990 y desvió una suma aún no precisada, pero calculada en miles de millones de dólares. Debido a las investigaciones de corrupción, la petrolera se ha visto obligada a anunciar drásticas reducciones en sus inversiones previstas para los próximos años.
Ayer, en su discurso, Lula acusó a la oposición de usar el caso para "criminalizar" al Gobierno y "a la política" en un intento de recuperar el poder, que está en manos del Partido de los Trabajadores (PT) desde 2003.
"Defender Petrobras es defender a Brasil, a los trabajadores, a la democracia y defender la continuidad del proceso de revolución social", concluyó.