Rio Tinto no será adquirida por su rival Glencore porque una operación así no representa ningún valor para los accionistas y los reguladores no la autorizarían, aseguró el presidente ejecutivo de la minera global, Sam Walsh.
Río Tinto rechazó un oferta de adquisición de Glencore en agosto pasado para crear una gigante de la minería y comercialización de 160.000 millones dólares. Glencore no descartó hacer un nuevo intento.
Bajo las normas del Reino Unido, la empresa podría intentar una oferta a partir de abril. Pero desde octubre las acciones de Glencore han caído frente a las de Rio Tinto, lo que hace que los inversores vean menos posibilidades de que haga un nuevo intento en el corto plazo.
Walsh dijo en un evento en Londres el domingo que mientras "los medios estén algo obsesionados con esto", los inversionistas no esperan un acuerdo.
"Los inversionistas dicen: 'No lo entiendo ¿Por qué está esto dando vueltas, si en realidad no va a suceder", dijo el ejecutivo según una transcripción de sus comentarios al ser consultado acerca de una integración entre las dos gigantes mineras.
"Ahora, parte de la razón es el valor. Parte de la razón es, como usted dice, el antimonopolio y la gente que recauda impuestos (...), ellos simplemente no van a dejar que suceda", agregó.
Glencore declinó comentar sobre las declaraciones de Walsh. Su valor de mercado ha caído casi un 11 por ciento a 59.800 millones de dólares desde que fue relevada la oferta, mientras que el de Rio Tinto ha subido casi un 6 por ciento a 91.200 millones de dólares.
Walsh citó el valor y la oposición de los reguladores también como los principales factores que hicieron que no prosperara la oferta de adquisición de BHP Billiton por Rio Tinto en 2008.
El ejecutivo había dicho anteriormente que una fusión de Glencore y Rio Tinto no funcionaría debido al choque de culturas organizacionales.
Glencore es una compañía de comercialización que opera bajo un horizonte de corto plazo, mientras que Rio Tinto es una empresa minera enfocada en el desarrollo de bajo costo y de minas de larga vida.
Sam Walsh descartó que la minera que dirige vaya a ser adquirida por su rival Glencore, pues -explicó- una operación así no representa ningún valor para los accionistas y los reguladores no la autorizarían.
En agosto del 2014, Rio Tinto rechazó un oferta de adquisición presentada por Glencore para crear una gigante de la minería y comercialización de US$160,000 millones. Glencore no descartó hacer un nuevo intento.
Bajo las normas del Reino Unido, la empresa podría intentar una oferta a partir de abril.
Sin embargo, desde que la primera oferta fue relevada, las acciones de Glencore han caído casi un 11% a US$59,800 millones, mientras que las de Rio Tinto han subido cerca 6%, a US$91,200 millones. Esto hace que los inversores vean menos posibilidades de que Glencore haga un nuevo intento de compra en el corto plazo.
Al respecto, Walsh dijo que mientras los medios están algo obsesionados con la posibilidad de una fusión, los inversionistas no esperan un acuerdo.
"Los inversionistas dicen: 'No lo entiendo ¿Por qué está esto dando vueltas, si en realidad no va a suceder", manifestó Walsh en Londres tras ser cosnultado sobre una integración entre las dos mineras.
"Ahora, parte de la razón es el valor. Parte de la razón es, como usted dice, el antimonopolio y la gente que recauda impuestos (...), ellos simplemente no van a dejar que suceda", agregó.