En la estatal existen ocho proyectos, siete de ellos estructurales. Gran parte de los recursos irán a reponer su capacidad productiva, por el agotamiento del mineral.
El precio del cobre se ha visto remecido este año con pronunciadas bajas, pero las grandes empresas mineras que operan en el país tienen en su carpeta de inversiones cuantiosos proyectos. Y la que lidera, por lejos, es Codelco.
La minera estatal anunció en 2014 un agresivo plan de inversión, y a 2023 tiene contemplado ocho proyectos, por un total de US$ 28.137 millones. La suma equivale al 58% del monto contemplado por el conjunto de las empresas de la gran minería privada del cobre, que llega a los US$ 48.722 millones, divididos en 18 proyectos.
Entre Codelco y las demás grandes mineras invertirán un total de US$ 76.859 millones, que sumado a los proyectos de mediana minería y plantas metalúrgicas, totalizan US$ 80.622 millones solo en proyectos relacionados con el cobre. Lo anterior equivale al 77% de la inversión minera total esperada entre 2014 y 2023, que totaliza US$ 104.851 millones, según un informe de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco). La diferencia corresponde a oro, hierro y minerales industriales.
Se estima que el 16% de este total fue gastado en los proyectos antes de 2014, y que el 47% se desembolsará entre el año pasado y 2018, con un promedio anual de US$ 10 mil millones. El 37% restante será invertido a partir de 2019, informan en Cochilco, si es que se cumple el cronograma previsto.
Mayor certidumbre
El desafío de la principal minera de cobre del mundo no es menor, y así lo han repetido en Codelco. "Hay que tener harto diazepam para dormir. El plan de desarrollo de Codelco es un esfuerzo sin precedentes", dijo el presidente ejecutivo de la estatal, Nelson Pizarro, en enero a "El Mercurio". Y la caída pronunciada del precio del metal este año no ayuda al respecto.
De los US$ 28.137 millones que prevé invertir Codelco entre 2014 y 2023, US$ 12.086 millones corresponden a proyectos de reposición, principalmente en Chuquicamata y El Teniente; US$ 9.622 millones a obras de expansión, como Andina y Salvador, y US$ 6.429 millones en iniciativas nuevas, vinculadas, por ejemplo, a Radomiro Tomic, especifica el documento.
En Codelco son relevantes las obras para reponer la capacidad productiva, puesto que varios de sus yacimientos presentan condiciones de agotamiento del mineral.
Este informe divide también los proyectos por condición según el grado de incertidumbre que enfrentan, de menor a mayor. Así, en el caso de Codelco, US$ 7.971 millones se encuentran en la categoría "base" -con mayor certidumbre-, mientras US$ 17.130 millones son "posibles", y US$ 3.036 millones "potenciales".
En tanto, en la gran minería restante, US$ 11.329 millones son "base", US$ 1.613 millones "probables", US$ 2.890 millones son "posibles" y US$ 32.890 millones son catalogados de "potenciales". Así, las inversiones de las grandes mineras que operan en el país presentan mayores grados de incertidumbre que la estatal.
Son pocas las grandes mineras que tienen planes de gran magnitud. Entre ellas destaca Antofagasta Minerals, ligada al grupo Luksic, con sus desarrollos en Sierra Gorda -Antucoya y varios proyectos en el distrito Centinela, creado en 2014-, y el programa de ampliación gradual en Minera Los Pelambres. También, la multinacional BHP Billiton pretende dar una mayor perspectiva de largo plazo a Escondida y Cerro Colorado; mientras Teck trabaja en llevar adelante su proyecto Quebrada Blanca II.
Por origen de los fondos, el documento de Cochilco destaca que el 47,5% del total de la inversión corresponde a iniciativas de capitales estatales o chilenos. Lo sigue Canadá, con 25,8%, principalmente en la minería del oro, y Japón, con 7,5% como aportes minoritarios a diversos proyectos. En el resto se identifican algunos inversionistas de otros nueve países.
PESO LOCAL
El 47,5% del total de las inversiones mineras viene de capitales del Estado o chilenos.