No ha sido un buen inicio de año para la familia Luksic. Al revuelo político que generó la cita que el vicepresidente del Banco de Chile, Andrónico Luksic, sostuvo con el hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, en el marco del caso Caval, se suma ahora el rechazo de la comunidad de Antofagasta por la construcción del galpón de concentrado de cobre al interior de Antofagasta Terminal Internacional (ATI) -que opera el grupo-, instalación que será utilizada para el acopio de mineral del yacimiento Sierra Gorda.
En la zona hay preocupación por la contaminación de los suelos, debido a la acumulación de pasivos ambientales que históricamente han existido en Antofagasta.
Tras masivas manifestaciones ciudadanas, en 2014 el proyecto estuvo paralizado por la Corte de Apelaciones, pero se reanudó por orden de la Suprema. El próximo 7 de marzo, sin embargo, se reanudarán las protestas de la comunidad.
La ofensiva comunal ha tenido impacto en ATI, reconocen en la compañía, pues el rechazo al proyecto generó un punto de inflexión sobre la forma en que la empresa trabaja sus desarrollos. De hecho, la firma está haciendo adecuaciones al proyecto, que está en su fase final de construcción, y donde se están invirtiendo unos US$ 50 millones. “Al retomar las obras, decidimos desplazar una de las torres de transferencia de carga, lo que implicó también cambios en el circuito de las correas encapsuladas que transportarán el mineral”, explican en el terminal. Además, agregan en ATI, para futuras inversiones están analizando el uso de contenedores sellados, que permitirían trasladar el concentrado desde su origen (la mina), acopiarlo y embarcarlo, disminuyendo los riesgos para la ciudad.